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Navarra, ante el último impulso al nuevo tiempo político

Barkos, durante una comparecencia anterior ante los medios de comunicación / Foto: Efe.

Garikoitz Montañés

El acuerdo programático del Gobierno Foral parece más cerca; otra cuestión es si habrá nueva presidenta de Navarra antes de sanfermines. El calendario elaborado para las reuniones entre Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra así parecía pretenderlo, y formaciones como EH Bildu insisten abiertamente en que ese debe ser el objetivo. Fuentes de la coalición creen que, a pesar del avance en el contenido de ese programa, también hay fuerzas del cambio que deben avanzar en sus procesos internos, en este caso Podemos e I-E que, en principio, dificultan llegar a un pleno de investidura a comienzos de julio. Por el momento, la Mesa del Parlamento abordará este viernes si se pueden habilitar fechas para una sesión plenaria en julio y agosto pero, para saber si debe usarse ese plan B, la reunión de las cuatro fuerzas que está prevista para este viernes será crucial.

La cita está convocada a las 08:00 horas. Se trata de una reunión de nuevo entre las cuatro fuerzas en la llamada mesa general de negociación, después de una semana de reuniones de comisiones sectoriales, para intentar cerrar un acuerdo programático en torno a medidas concretas. En principio, el desarrollo de esas negociaciones contemplaba que el viernes, en esa reunión de más entidad, pudiera ponerse en común el trabajo realizado y solventar las últimas diferencias. De esta forma, se llegaría a tiempo de tramitar la investidura de Barkos antes de San Fermín. Y, mientras este proceso avanza, los cambios también se anuncian en UPN. El partido celebrará este viernes un Comité Ejecutivo y una asamblea regional y Diario de Navarra ya ha dado por hecho que Yolanda Barcina, que ha anunciado su voluntad de volver a la Universidad Pública de Navarra tras dejar de ser presidenta de Navarra, no optará a seguir siendo la presidenta de su partido.

Este viernes, por tanto, se presenta como una jornada clave para, cuando menos, el futuro más inmediato de la política navarra. Sin embargo, hay diferencias en torno a la rapidez con que marchan las negociaciones de un gobierno alternativo a UPN. La primera fuerza en mostrar su “escepticismo” fue Podemos, que, en palabras de su secretaria general, Laura Pérez Ruano, recalcó que en las reuniones se abordaban cuestiones de tal calado que veía aventurado augurar que se iba a llegar a un acuerdo en una semana. La opinión de Pérez contrastó con la de Geroa Bai y EH Bildu, ya que Barkos defendió que la llegada al acuerdo no debería extenderse más de lo necesario (y ahora desde la coalición se ha valorado el alto nivel de acuerdos alcanzado), mientras que Bildu insiste en que debería seguirse la hoja de ruta prevista y cerrar la investidura antes de San Fermín. Es decir, la próxima semana.

Y quien ha puesto el empate en esas opiniones ha sido Izquierda-Ezkerra, después de que su cabeza de lista, José Miguel Nuin, haya asegurado que “para la próxima semana estaremos en disposición de tener el acuerdo programático”, pero no ya, algo que dificulta una investidura cercana de Barkos, pero más por una cuestión de tiempo. Porque Nuin ha insistido en que el cambio “va a ser real”.

En cualquier caso, este viernes también está prevista (10:00 horas) una reunión de la Mesa del Parlamento y uno de los puntos a tratar será la posibilidad de habilitar nuevas fechas, en julio y agosto (habitualmente inhábiles en el Parlamento), para celebrar una posible sesión de investidura.

De ahí que, para aclarar este cruce de valoraciones y fechas, la reunión a cuatro de este viernes se presente clave. Por el momento, a las previsiones ya realizadas por Nuin se suman las de las otras tres formaciones: desde Geroa Bai insisten en mostrarse prudentes e insistir en que no quieren prisas, EH Bildu pide que se dé un empujón al acuerdo y desde Podemos creen que las previsiones de llegar a San Fermín con una sesión de investidura ya cerrada chocan con los procesos internos de partidos como Podemos o I-E. En este caso, esta misma semana, personas afiliadas y simpatizantes de Izquierda-Ezkerra (entre ellas figuran el vicepresidente de la Red Navarra de Lucha contra la Pobreza, Eduardo Jiménez, o la presidenta de la Coordinadora de ONGD de Navarra, Patricia Ruiz de Irizar) han hecho público un manifiesto en el que, para asegurar el cumplimiento de los objetivos en materia social, piden que I-E entre en el futuro gobierno. Para decidir esta cuestión, Nuin, en declaraciones a Navarra Tv, ya ha asegurado que dependerá de qué tipo de gobierno se pone sobre la mesa

Ese es uno de los puntos todavía por aclarar, porque Geroa Bai ya ha destacado la dificultad de llegar a un gobierno a cuatro y Podemos ha asegurado que firmar un acuerdo programático no es asegurar integrar ese posible ejecutivo cuatripartito, la opción que sí ha apoyado Bildu (y que, por ejemplo, ha cobrado forma en Pamplona).

Una condena de toda la violencia, incluida la de ETA

Un paso en este sentido, a pesar de que Adolfo Araiz, cabeza de lista de EH Bildu, le ha quitado hierro, es que en el documento de casi 100 folios con propuestas de la coalición para conformar el nuevo gobierno, además de medidas como una nueva reforma fiscal o una mesa de trabajo para colaborar con la Comunidad Autónoma Vasca, se incluye un rechazo a cualquier tipo de violencia, incluida la de ETA. Araiz ha insistido al desvincular estas palabras del acuerdo programático, pero una medida similar también impulsada para dar forma al gobierno en el Ayuntamiento de Pamplona motivó que I-E lamentara que no se hubiera sido más concreto en la condena del terrorismo etarra. Ahora, esa concreción figura dentro del epígrafe de esas propuestas dedicado a la Paz, víctimas, reparación y reconciliación, en el que se apuesta por reparar a todas las víctimas, sin exclusiones.

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