La huelga indefinida en Pamplonica sigue adelante. Representantes de la plantilla han recorrido esta mañana la distancia entre las dos naves de la tradicional firma navarra, que en 2010 se trasladó de su emblemática situación en la entrada de la capital en la Avenida de Zaragoza (ubicación ahora convertida en un parque) a los municipios de Noáin y Beriáin. Fuentes del sindicato ELA, convocante de las protestas y de esta huelga, insisten en que la firma “está en riesgo, aunque no sabemos muy bien de qué”. Se refieren, de esta forma, a la posibilidad de que la empresa de embutidos y conservas, con 88 años de historia, sea vendida o afronte un concurso de acreedores como, según apuntan desde el Comité de Empresa, les trasladaron los actuales dueños de la compañía, participada al 50% por La Protectora y Agropecuaria Obanos.
Las movilizaciones se suceden desde el pasado 14 de mayo, cuando ELA confirmó el inicio de una huelga indefinida. El sindicato abertzale es el mayoritario en la empresa, que también cuenta con un representante de UGT (no apoya la huelga) y CCOO, que dejó a sus representantes decidir si apoyan las protestas, como está ocurriendo. Las razones de esta movilización son tres: exigir el pago del salario que se adeuda a la plantilla en abril (fuentes de la plantilla temen también que la situación se extienda a mayo); el blindaje del convenio propio de la empresa para evitar que, con la reforma laboral, pueda haber un descuelgue y pasen a despender del cárnico; y, por último, y esta es una de las claves, que deje de aplicarse a la plantilla el recorte de un 20% en sus sueldos, un acuerdo que se alcanzó en junio de 2012 entre la plantilla, los responsables de la compañía y el Gobierno Foral para garantizar la viabilidad de la firma.
Entonces, el pacto era por 30 meses y, por tanto, debía extenderse hasta el 1 de enero de 2015, cuando volverían a cobrar el 100% del sueldo. Sin embargo, desde ELA denunciaron que no fue así (la alternativa de la empresa era, según apuntó el sindicato a través de una nota, mantener la quita en 2015 y volver al salario original en 2016), según temían porque se buscaba vender la empresa a un grupo ajeno que no quería asumir esa carga en la masa salarial, pero sí estaba dispuesto a hacerse cargo de “los pasivos” de la firma. Preguntados por esta situación, desde la compañía han descartado hacer valoraciones.
Desde la plantilla creen que la posibilidad de esa venta se ha perdido, de ahí que ahora surja la posibilidad de un concurso de acreedores, como afirman que mencionaron responsables de la compañía en las reuniones entre ambas partes. La semana pasada, hubo un encuentro para intentar desbloquear la situación, con la mediación del Gobierno Foral, pero, de nuevo, no hubo acuerdo. Y los trabajadores y trabajadoras cuestionan que el Ejecutivo se limite a mediar cuando, en 2012, fue una parte esencial para la viabilidad de la planta, en parte con el plan de viabilidad, en parte con la operación (ELA ha hablado de 16 millones de euros entre 2008 y 2010) de desalojo de la planta de la Avenida de Zaragoza. Y todo, lamentan, para lograr un plan de viabilidad que desde la plantilla dan por “fracasado”, algo de lo que culpan a la mala gestión de los responsables de la firma.
La propuesta del sindicato
En la actualidad, Pamplonica cuenta con 72 empleados y empleadas: 12 prejubilados que trabajan a jornada reducida, 15 personas cuyos ingresos, según ELA, están por encima de las tablas salariales, y 45 que están dentro de ellas. La propuesta del sindicato para buscar una solución es que el reclamado 20% de recuperación del salario lo costeen, precisamente, esos 15 trabajadores (en su mayoría, cargos de jefatura, administración o comerciales) que tienen un sueldo mayor. La medida, como era previsible, ha restado el apoyo de los trabajadores afectados a las movilizaciones.
“Protestamos porque no queremos que dejen morir una empresa emblemática, ni que una firma que es un símbolo de Navarra pueda ser vendida o deslocalizada. Sabemos que la firma está en riesgo, pero no sabemos de qué. Hoy por hoy, no hay confirmación de nada”, apuntan.