Zalain y Perfil en Frío, dos fábricas que se han quedado “en el limbo”

La situación de Condesa, el grupo con sede en Vitoria y del que dependen las fábricas navarras Zalain Transformados (en Lesaka) y Perfil en Frío (en Berrioplano), dista mucho de estar solucionada. Parte de la plantilla se concentró este pasado jueves en la plaza del Ayuntamiento de Lesaka para exigir soluciones, pese a que, en noviembre de 2014, se desconvocaron varias protestas poco después de que se anunciara el acuerdo entre seis entidades financieras españolas (sus principales acreedoras) y la empresa ArcelorMittal (proveedora de Condesa y antigua propietaria de varias de las plantas) para reestructurar la deuda y darle viabilidad. Ese anuncio fue vital para que el grupo no entrara en concurso de acreedores, pero desde entonces no ha habido avances; de ahí que los sindicatos ELA y LAB hayan vuelto a encabezar movilizaciones porque sienten que el futuro de la compañía, de la que dependen unos 800 puestos de trabajo en Euskadi y Navarra entre empleos directos y subcontratados, sigue en el aire.

En concreto, creen que están “en el limbo”, como si los acuerdos anunciados a finales de año se hubieran guardado “en un cajón” y, por el momento, nadie quisiera volver a abrirlo. Así se manifiestan fuentes de la plantilla de Perfil en Frío. Desde Zalain, por su parte, creen que la Justicia ha dado plazos extra a la solución anunciada entre los bancos y ArcelorMittal porque no ve otra alternativa pero, mientras esta cobra forma, a las plantillas no se les comunica nada. Por lo que la situación sigue siendo la misma que antes del pre-concurso de acreedores (una fase anterior al concurso en la que se busca un plan de viabilidad para evitarlo).

Condesa es un grupo dedicada a la fabricación de tubos soldados que tiene dos fábricas en Navarra, dos Álava, una en Asturias y otra en Valencia. La posibilidad de que se activara el concurso de acreedores se descartó, en principio, después del anuncio realizado a través de los medios de comunicacíon del acuerdo entre la banca (dentro del llamado proyecto Fénix, que permite recapitalizar empresas viables pero con problemas de deuda) y Arcelor.

En principio, a las plantillas se les anunció que el 15 de enero de 2015 las entidades financieras (las principales del país, entre las que se encuentran Santander, BBVA o Caixabank) tomarían las riendas de las dos plantas navarras y de la ubicada en Legutiano, y la familia que ahora posee la firma solo se quedaría con la planta alavesa de Inox.

Sin respuestas

Con todo, la plantilla denunciaba entonces la incertidumbre de si ese traspaso a los bancos se produciría con recortes de personal. Sin embargo, esa fecha se ha superado sin que se hayan aclarado las dudas a los trabajadores: “Desconocemos si el acuerdo y muchos de sus puntos siguen vigentes”. Fuentes de ArcelorMittal, por su parte, afirman que por el momento no van a realizar valoraciones.

Esta falta de respuestas agrava la inquietud de la plantilla, sumada al descenso de producción de algunas de las plantas, el retraso de varios días en el pago de las nóminas y la falta de reparaciones en las fábricas. Zalain cuenta en la actualidad con una plantilla de 343 personas y funciona “al 80 o 85%”, apunta un integrante de la plantilla, aunque teme que esa cifra se reduzca. En Perfil en Frío, en cambio, tienen 120 y han realizado contrataciones para dar salida al volumen de trabajo. En cualquier caso, la realidad es que las plantas navarras continúan con problemas de financiación, por lo que se solicita a los clientes que adelanten los pagos para así poder abonar el dinero a los proveedores y continuar con la producción. Además, las plantillas navarras no pierden de vista que las dos plantas alavesas ahora pueden encadenar un nuevo ERE.

De ahí que hayan retomado las protestas, al menos por parte de los sindicatos abertzales. Estas movilizaciones tienen un objetivo claro: lograr el apoyo de las instituciones. Las plantillas han solicitado reuniones con representantes del Gobierno de Navarra y el Ejecutivo xasco que no han salido adelante. Y siguen buscando respuestas, aunque ya no saben a qué puerta llamar.