Los funcionarios navarros cobrarán, en los cinco primeros días del próximo mes de enero, el 25% de la paga extra que dejaron de ingresar en 2012. El 25% restante que aún les adeudan las arcas públicas lo cobrarán “a lo largo del año” y siempre que haya recursos suficientes. Así lo recoge la ley foral aprobada por el cuatripartito (Geroa Bai, Bildu, Podemos e Izquierda Unida) y que, pese a las críticas de la oposición, ha salido adelante sin votos en contra. UPN, PSN y PP han optado por abstenerse “para no perjudicar a los funcionarios”.
De esta manera, continuará el ritmo de “cuentagotas” con el que los trabajadores públicos navarros van reembolsándose la paga extra que el Gobierno de Yolanda Barcina dejó de pagarles en 2012. En cuatro años, y en dos veces, han recuperado el 50% del importe de aquella paga. La ley les garantiza ahora recuperar el 25% en los cinco primeros días de enero, pero también fija una serie de circunstancias económicas para poder cobrar el último 25% a lo largo del año: será necesario, en primer lugar, que exista “disponibilidad presupuestaria” y, además, que el dinero no se necesite para algún otro gasto que pueda ser considerado prioritario para el Gobierno.
Durante 4 años, los funcionarios vienen presenciando las numerosas contradicciones en las que han incurrido los partidos políticos durante el debate en torno a la devolución de la extra. UPN, partido bajo cuyo Gobierno se decidió “retrasar” el pago, solicitaba ahora al cuatripartito la devolución íntegra de lo que se adeuda a los funcionarios. Pero su postura cuando no formaba parte de la oposición era similar a la que mantiene ahora el cuatripartito en el Gobierno, es decir, se devolverá la extra en función de la mejor o peor salud de las cuentas públicas.
Los grupos del cuatripartito, por su parte, reclamaron durante dos años al Gobierno de UPN la devolución inmediata de la extra. A los argumentos de estabilidad presupuestaria del Gobierno respondían con argumentos sobre la justicia con los funcionarios. Curiosamente, desde que están en el Gobierno, emplean con este asunto un discurso de prudencia económica.
Pero la postura del cuatripartito no ha sido unánime en este asunto. Podemos ha sido el partido que más al extremo ha llevado su reclamación de que la paga sea devuelta a los funcionarios íntegramente en los primeros meses de 2017. Las desavenencias públicas con sus socios, especialmente con Geroa Bai, han desaparecido para dejar paso a la unidad de voto. Podemos acepta ahora devolver el 25% de la paga, pero no puede garantizar que se devuelva el 25% restante.