Ana Ollo ha comparecido este martes en comisión parlamentaria para informar sobre este plan estratégico, que será aprobado el miércoles tras haber recibido el visto bueno del Consejo Navarro del Euskera.
La consejera ha señalado que el plan se considera como un instrumento para que “todos los ciudadanos puedan aprender y utilizar el euskera en toda Navarra”.
Para elaborar el plan, el Gobierno ha tenido en cuenta la ley foral del vascuence y también la Carta Europea de las Lenguas Regionales Minoritarias, que dice que “hay que hacer acciones a favor del euskera, algo que no se debe entender como discriminación hacia las personas que no saben euskera”.
El plan se propone crear una nueva imagen sobre el idioma, asociado a “valores positivos, superando la retórica antigua sobre el euskera”. Según Ana Ollo, esta visión “antigua” presenta al euskera como un idioma que “separa, divide, se asocia al gasto, está vinculado al pasado o asociado a la imposición”.
Frente a ello ha abogado por trabajar una visión del euskera que “une, multiplica, que es una inversión, con una visión de futuro, y asociado al respeto de la libertad de elección de la ciudadanía”.
Para la implantación de este plan, Euskarabidea tiene asignado en 2017 un presupuesto de 3,1 millones de euros, “pero no es la cifra total que se destinará al plan, porque hay muchas políticas transversales que se aplicarán en los departamentos”, ha precisado Ollo.
La consejera ha asegurado que la aplicación del plan será “progresiva y adecuada a las diferentes situaciones sociolingüísticas de Navarra” y perseguirá que “se garanticen los derechos lingüísticos y que se dote al euskera del prestigio que requiere”.
Ana Ollo ha destacado que el número de personas bilingües ha aumentado del 9,5 al 12,9 por ciento, si bien ha precisado que “no ha aumentado su uso social”, dado que aproximadamente sólo un 5 por ciento de la población utiliza habitualmente el euskera.
UPN LLAMA AL GOBIERNO A BUSCAR EL CONSENSO
Tras escuchar a la consejera, el portavoz de UPN, Iñaki Iriarte, ha afirmado que ha encontrado algunos puntos positivos dentro del plan, pero en general se ha mostrado crítico con la visión que está trasladando el Gobierno. “No pensemos que no hablar euskera es un defecto, como si fuera una enfermedad que hay que curar. No podemos pensar que la situación sociolingüística de Ezkurra es buena y la de Buñuel es errónea. El objetivo no puede ser cambiar la realidad como si estuviera mal. El amor a un idioma no puede ser obligatorio”, ha indicado, para reclamar al Gobierno que busque el “consenso” con los partidos de la oposición y con los sectores no nacionalistas.
El portavoz de Geroa Bai, Koldo Martínez, ha acogido con “alegría” la información que ha facilitado la consejera sobre el plan estratégico y ha advertido de que “el euskera ha sido politizado por quienes lo rechazan, por quienes lo consideran inútil o pueblerino, y también por quienes lo han considerado un instrumento para la construcción nacional”. “Geroa Bai no está ni por unos ni por otros, sino por quitar la mala política. En este plan veo una apuesta por despolitizar el euskera o, mejor dicho, por empezar a hacer buena política por el euskera”, ha indicado.
El parlamentario de EH Bildu Dabid Anaut ha afirmado que “es bueno e interesante de por sí que el euskera disponga de un plan estratégico propio” y ha destacado que “un idioma normalizado es el castellano en Navarra, y esa aspiración es la que queremos para nosotros los euskaldunes”. “Eso no lo vamos a conseguir en dos años, pero creo que se puede plantear como objetivo y es totalmente legítimo”, ha indicado, para hacer una valoración en general “positiva” del plan.
Por parte de Podemos, Rubén Velasco ha considerado “adecuado” el proceso que se ha seguido para la elaboración del plan y ha llamado la atención sobre el hecho de que sólo el 5 por ciento de los navarros hable euskera de forma habitual. “Es preocupante que los chavales que salen con conocimiento de euskera no lo utilizan en su práctica diaria. Ese es uno de los focos más importantes que tiene que tener el plan”, ha señalado. Además, ha expresado sus dudas por que el Gobierno entienda el euskera como un “motor económico; cuesta un poco imaginárselo en las relaciones con los sectores tecnológicos o de la innovación”.
La portavoz del PSN, Inma Jurío, ha considerado que el plan aporta aspectos positivos en el ámbito del prestigio del euskera, pero ha cuestionado que el documento empiece por una frase que dice 'Vivir en euskera“. ”Yo vivo en Navarra, donde el euskera no se habla por la mayoría de los navarros, por lo tanto el plan parte de una irrealidad. Es un plan muy propio de un Gobierno de corte nacionalista con medidas que ya están intentando imponer en la educación y en la administración. Para nada tiene en cuenta la realidad de la Comunidad ni corresponde a la demanda que hay en la comunidad, sino que la excede con creces“, ha señalado.
La portavoz del PPN, Ana Beltrán, ha afirmado que el documento presentado por el Gobierno es “un plan de falta de libertad, el Gobierno no entiende qué es la libertad”. “El problema aquí no es que se haya prohibido aprender vasco a nadie, sino que con plena libertad solo el 12 por ciento de los navarros se declaran ser vascoparlantes. El euskera no se usa porque la gente no quiere usarlo ni aprenderlo y como la gente no quiere aprenderlo, el Gobierno ha optado por imponerlo”, ha señalado.
Finalmente, el portavoz de Izquierda-Ezkerra, José Miguel Nuin, ha valorado positivamente el plan presentado por el Gobierno y ha considerado que “está alineado con el acuerdo programático, que establece muy claramente una posición del euskera como lengua propia de Navarra”. “No es una posición neutral de que nos da igual lo que suceda. Nuestro objetivo es articular una serie de políticas públicas para aumentar el conocimiento y el uso del euskera”, ha destacado.