¿Cuál será el uso del pabellón Reyno Arena? La pregunta, por el momento, sigue sin responderse. Pero el Gobierno Foral sí ha concretado dos cuestiones: que la infraestructura no será gestionada al 100% de forma pública, sino a través de una colaboración público-privada, y que no se abrirá los 365 días al año. En concreto, el consejero de Políticas Sociales, Íñigo Alli, ha asegurado que el pabellón funcionará “a demanda”, en función de un posible calendario de eventos deportivos o culturales, como conciertos u otro tipo de espectáculos.
Este asunto ha llegado a la comisión de Políticas Sociales a raíz de una pregunta de Izquierda-Ezkerra. El parlamentario Txema Mauleón ha recordado a Alli que, en marzo, el consejero se comprometió a que en septiembre (como se recoge en este artículo de Diario de Navarra) habría novedades sobre este recinto, que en origen iba a albergar competiciones deportivas pero que, tras la crisis del deporte de elite en Navarra y una inversión en el edificio que ha superado los 60 millones de euros, ha quedado pendiente de estreno y de conocer para qué se aprovechará. Sin embargo, septiembre ha pasado sin que haya habido anuncio, por lo que Mauleón ha lamentado que “sigue sin saberse nada: cuándo se abrirá, cómo se va a gestionar y cuál va a ser el plan de viabilidad”.
Alli no ha respondido a estas preguntas, pero sí ha adelantado que se va a proceder a una segunda ronda de contactos con empresas privadas para conocer cuáles pueden ser los usos del recinto. Las condiciones que ha puesto sobre la mesa el Gobierno Foral es que haya un uso de interés social, que se cree empleo y que la apertura no genere déficit, especialmente durante sus años de arranque. Y, para dar forma a esta solución, el consejero ha apostado por un sistema de colaboración público-privada, que abra en función de los eventos puntuales que puedan organizarse.
Estas explicaciones, sin embargo, no han contentado a Mauleón, puesto que aún no se ha aclarado, como se había prometido, el estado de las obras, la fecha de inauguración o los posibles usos de esta infraestructura situada, y aún vallada, en el entorno del estadio El Sadar. El parlamentario se ha posicionado a favor de que el pabellón siga cerrado si la apertura genera más costes que en la actualidad, en clara referencia a una de las dudas denunciadas por la oposición en el Parlamento: que la mala imagen generada por esta infraestructura cerrada intente solventarse, antes de las elecciones, con la celebración de un evento puntual o con una actividad que suponga nuevas pérdidas para las arcas forales.