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San Fermín, una fecha que lo marca todo (también el Gobierno Foral)

¿Por qué San Fermín parecía una fecha límite para la investidura de la nueva presidenta de Navarra? La que parece ser la única candidata a ocupar ese puesto, Uxue Barkos, se ha planteado este viernes esa misma pregunta. La cabeza de lista de Geroa Bai al Parlamento foral ha cuestionado si señalar en rojo los festejos para alcanzar un acuerdo programático entre las llamadas fuerzas del cambio (Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra) no obedece a otros intereses, porque lo cierto es que UPN no ha tardado en bromear sobre la prolongación de las negociaciones. No obstante, y como han señalado los propios parlamentarios y parlamentarias, el próximo 6 de julio marca un antes y un después en el calendario navarro. Estas son algunas de las razones.

Las elecciones forales del 24M fueron la primera razón para ordenar el calendario. Porque estas marcan el límite de tres meses (por tanto, hasta el 24 de agosto) para elegir a un candidato o candidata para presidir el próximo Ejecutivo. El margen parece suficiente porque, a diferencia de los ayuntamientos, en la sesión de constitución del Parlamento (en la que fue elegida como presidenta de la Cámara la representante de Podemos, Ainhoa Aznárez) no era necesario elegir a una presidenta del Gobierno ni pasaba a gobernar, en caso de que no hubiera acuerdo, la lista más votada. Simplemente se seguían esos trámites de tres meses, que si llegan a terminarse, provocarían una repetición de las elecciones, la llamada segunda vuelta que, por cierto, muchos partidos mencionaban antes de los comicios pero que ha sido olvidada después. La suma de 26 escaños (mayoría absoluta) entre Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E lo ha propiciado.

¿Por qué entonces fijar la vista en San Fermín? Para empezar, porque julio y agosto son inhábiles en el calendario del Parlamento, por lo que, de no producirse un acuerdo anterior a las fiestas, el proceso podría alargarse. Ese límite, en cualquier caso, se ha salvado este viernes, cuando la Mesa de la Cámara ha decidido convertir en hábiles esos meses, para acoger una posible sesión de investidura. Eso sí, esta sigue sin fecha. Y los sanfermines, por cierto, se mantienen sin actividad, por lo que las fuerzas del cambio pueden intentar un acuerdo o bien la próxima semana o esperar hasta más allá del 14 de julio. Y esta última es la posibilidad que ahora gana peso.

Y, por terminar con los trámites, estaba previsto que diez días después de la constitución de la Cámara la presidenta pudiera consultar a los y las portavoces de los grupos por las candidaturas para presidir el Ejecutivo, pero ese plazo ahora también se ha alargado. En este caso, hasta el 23 de julio.

Eso en cuanto al calendario oficial. De forma extraoficial, las miradas también estaban puestas en San Fermín como límite porque así lo habían deslizado los propios partidos del cambio. En especial, EH Bildu. Desde la coalición han sido quienes más han apremiado a las negociaciones para buscar un acuerdo cuanto antes; su cabeza de lista, Adolfo Araiz, ha defendido que, si no hay un pacto, el Ejecutivo sigue en manos de UPN, que gobierna vía decreto “y sigue haciendo cosas con las que no estamos de acuerdo”. Y esa previsión concuerda con el calendario de negociaciones: este jueves terminaron las reuniones de las comisiones por áreas, el viernes se han vuelto a reunir los partidos y, así, en principio la próxima semana podría convocarse (es necesario hacerlo con tres días de antelación) la sesión de investidura si todo marchaba a buen ritmo. Por el momento, las conversaciones del viernes se han centrado en los acuerdos alcanzados y la próxima semana se abordarán las diferencias entre las cuarto fuerzas.

La broma de UPN

Y ahora, pese a que las cuatro fuerzas del cambio han coincidido en destacar la buena marcha de las negociaciones, que ese acuerdo sobre el programa está “a punto” y que, como mucho, puede cerrarse hoy mismo en sus partes más importantes y la próxima semana de forma definitiva, fuerzas como Geroa Bai, Podemos e I-E han insistido en que no es necesario ponerse límites. Eso sí, extenderlos también ha facilitado la postura a UPN, que ya ha bromeado sobre si las fuerzas del cambio van a lograr ponerse de acuerdo “antes de 2019”, y que desde el principio ha destacado la dificultad de un acuerdo entre cuatro fuerzas tan diferentes.

Dicho todo esto, la posibilidad de que la investidura pudiera llegar antes de San Fermín cada vez tiene menos margen. La candidata de Geroa Bai también propició estas cábalas cuando, el pasado 4 de junio, calculó que en quince días podría cerrarse el acuerdo programático y, ahora, no cierra la puerta de forma contundente a esta posibilidad, porque aún se está tiempo. No obstante, todo parece indicar que se necesitará un tiempo extra. .

(Edición actualizada)