La coalición UPN-PP y Podemos se disputaría el primer puesto del territorio, con el 58% del voto escrutado. Ambos se alzarían con dos escaños. La subida de Podemos va directamente en detrimento de EH Bildu y Geroa Bai, que perderían sus respectivos representantes. Así, la Navarra del cambio, conformada por el Gobierno foral de Geroa Bai, EB Bildu e Izquierda Ezkerra salido de las urnas de las autonómicas de mayo, sufriría un pinchazo en toda regla.
Por su parte, el PSN aguantaría el tirón y se mantendría como tercera fuerza con un escaño (el mismo resultado que en 2011), salvándose así del zarpazo de Podemos.