La presidenta de Navarra, Uxue Barkos, ha confirmado la disposición del Gobierno Foral para acoger a refugiados del conflicto sirio que “están viviendo el infierno de los campos de refugiados” y ha hecho un llamamiento al resto de Gobiernos autónomos y a entidades locales a que colaboren en el mismo sentido.
Barkos ha afirmado en rueda de prensa que al Gobierno navarro le gustaría “decir al mundo que Navarra quiere dar respuesta a la crisis de refugiados y que quiere ver a Navarra también como tierra de asilo”. Este anuncio llega un día después de que el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron (EH Bildu) afirmara que la capital navarra se unirá a la red de ciudades refugio propuesta por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, aunque con la novedad de que la Comunidad Foral es la primera autonomía en anunciar este paso.
La jefa del Ejecutivo foral, así, ha dicho que no basta con “la crítica” a los hechos que se están sucediendo, “sino que tenemos que ser agente activo en la solución a la crisis de refugiados”.
Así, el Gobierno de Navarra está estudiando con la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) la posibilidad de la llegada directa a la Comunidad foral de refugiados desde Líbano u otros países limítrofes al conflicto sirio, y a tal fin va a solicitar la oportuna autorización al Estado español.
El Gobierno navarro ha mostrado, asimismo, su disposición a colaborar con la Comisión Europea y el Gobierno de España para recibir la cuota que pudiera corresponderle en la reubicación de personas que están llegando a Europa, preferentemente a través de Italia o Grecia, así como en el reasentamiento directo desde los campos de refugiados de los países limítrofes, como Líbano, gestionados por ACNUR.
Cifras “muy asumibles”
Por su parte, el vicepresidente de Derechos Sociales, Miguel Laparra, ha planteado que las cifras de refugiados que podría recibir Navarra son “muy asumibles”. Ha detallado así que si la comunidad recibiera el cupo correspondiente de los 2.739 refugiados asumidos por el Estado, daría acogida a 59 personas. Si la cifra se elevara al cupo propuesto por Europa para España, Navarra acogería a 80 personas.
Laparra ha recordado que en este año han llegado a Europa 120.000 refugiados y si se hiciera un reparto por el peso de cada región, Navarra tendría que asumir a 323 personas. El vicepresidente ha señalado que habría que dar a estas personas la máxima “normalización posible en su vida cotidiana mientras estén aquí, porque es una situación, de partida, temporal, aunque siempre hay una proporción de refugiados que puede quedarse” permanentemente.
Laparra ha puesto de manifiesto su disposición “clara y explícita para recibir refugiados” por dos vías: por un lado, la reubicación de personas que están entrando en Europa por el este, y por otro lado, el reasentamiento directo de personas que pueden estar en campamentos de refugiados por ejemplo en Líbano y que podrían trasladarse directamente a Navarra.
Petición de autorización
Para materializar este procedimiento, el Gobierno de Navarra pedirá la autorización específica al Gobierno del Estado para que autorice la operación, dado que depende del Ministerio de Exteriores.
Además, Laparra ha pedido al Gobierno de España que “aumente su compromiso en cuanto a la participación en la reubicación de personas en la Unión Europea” y ha lamentado que “no tenía ningún sentido entrar en el regateo de las cifras, partiendo de que asumía un peso notablemente menor a su peso demográfico”.
Paralelamente, Laparra ha reclamado colaboración “en la financiación de los costes en la atención de estas personas”. “Cada administración tendrá que asumir la parte de responsabilidad que le toca. Al Gobierno de Navarra nos tocará dar los servicios generales a estas personas, y al central le tocará el apoyo económico para la supervivencia y garantizar una pervivencia adecuada una vez instalados aquí”, ha indicado.
En el ámbito interno, el Gobierno foral ha emprendido ya contacto con entidades sociales de Navarra para “ver su valoración sobre el tema y tratar de aunar esfuerzos en la gestión de esta crisis”, tras lo que ha destacado la “receptividad muy notable” que han mostrado estas entidades.
Laparra ha apelado, “con la mejor de las esperanzas, al conjunto de la solidaridad de la ciudadanía en la recepción a las personas que pudiesen venir” y ha dicho que esto “forma parte de una tarea colectiva, con la incorporación de las entidades sociales, colectivos y administraciones locales para que se haga de la forma más adecuada”. “No se trata de generar un campo de refugiados, sino de que haya unas condiciones de vida adecuadas para los que vengan”, ha dicho.