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Contra la 'presión sutil': mujeres que decidieron promover el discurso del derecho a no ser madre

Fotograma del documental [M]otherhood.

Celia S. Cañabate

La realizadora Inés Peris Mestre tenía decidido que no quería ser madre, pero a los 35 años empezó a cuestionarse su decisión. “La presión social me hizo dudar”, afirma. Comenzó a hacerse preguntas e indagar. Encontró entonces grupos de mujeres en redes sociales que estaban en su misma situación, algunas de ellas autoras como Orna Donath, conocida por su libro 'Madres arrepentidas', que han acabado apareciendo en el documental que junto a la directora Laura García Andreu realizó para abordar toda esa temática: '[m]otherhood'.

Peris opina que para las mujeres que deciden no ser madres, la duda vuelve en algún momento: “No es una decisión que se disfrute del todo, porque en toda la sociedad encontramos condicionantes para ello. Somos pequeñas y lo primero que te ponen en los brazos es el muñeco de un bebé. En los baños públicos, los cambiadores de bebés siempre están en el de las mujeres. Hasta en el símbolo de unas escaleras mecánicas que indica que los menores deben ir acompañados, la representación de la persona adulta se hace con una mujer. El mensaje de que nuestro rol es el de cuidadoras y ser madres, está por todos lados”.

Por su parte, García lo llama “presión sutil” y también acusa a los medios de comunicación y a quienes vierten en ellos opiniones “sin saber lo que están diciendo”. “La responsabilidad de los medios es fundamental porque crean estado de opinión, crean realidad, y no sólo medios como la televisión o un periódico. Los más creativos como la publicidad o el cine crean un discurso en el que las mujeres sin hijos siempre representan lo malvado y, por otro lado, la maternidad aparece enormemente idealizada. 'La maternidad es lo mejor de la vida, de color de rosa, no te lo puedes perder', esos son los mensajes que se envían si eres una mujer, claro, porque a ellos no les pasa. Los hombres tienen su identidad masculina completa sin necesidad de tener hijos, pero nosotras, no”.

En este sentido, la periodista María Fernández-Miranda, que escribió el libro 'No Madres' para, al igual que las autoras de '[m]otherhood', reivindicar la libertad para decidir no tener hijos, llama a la autocrítica de su gremio. Trabajando en medios dirigidos a público femenino, Fernández-Miranda contempla cómo compañeros de profesión siguen preguntando a algunas entrevistadas cuándo serán madres. “Es una intromisión muy grave. Damos el mensaje de que no está completa”, asevera y pone de ejemplo un momento muy reciente: “La actriz Maribel Verdú podría considerarse como el paradigma de mujer que decide no tener hijos y dedicarse a su profesión. Lleva 20 años respondiendo en entrevistas que no quiere ser madre. Pues bien, hace tres semanas, en la presentación de un libro, un compañero se lo volvió a preguntar. Roza el ridículo”.

La presión, también desde la política

Las entrevistadas para este reportaje recuerdan con bochorno los discursos que se han repetido en la reciente campaña electoral. García critica comentarios como los de Pablo Casado, líder del Partido Popular, cuando afirmaba que las mujeres embarazadas tienen que “saber lo que llevan dentro” o que la única forma de mantener las pensiones es “hacer que nazcan niños en lugar de abortarlos”: “Lo que dice es de otra época. Si le preocupan las pensiones, a lo mejor debería pensar en otro tipo de políticas migratorias. Nos culpa a las mujeres y nos responsabiliza a nosotras de la maternidad. No nombra a los hombres, cuando también tienen algo que ver. Socialmente se interpreta que somos nosotras las responsables, y en el sentido biológico lo es, pero no en el sentido social”.

Por su parte, Fernández-Miranda considera que “se ha hecho populismo con la maternidad desde todos los partidos políticos”. “Se ha hablado de medidas para fomentar la natalidad, pero no piensan que hay mujeres que o no quieren ser madres, o no pueden, y las están machacando. Es una decisión íntima y no deben criminalizar con que 'no están aportando nada a la sociedad'”.

Peris asegura que el sistema patriarcal aún “no está preparado para que una mujer sea madre sin que tenga que renunciar a nada”, donde interviene entonces la necesaria conciliación. Sin embargo, Fernández-Miranda critica que cuando se habla de este concepto se asocie solamente a la responsabilidad que implica la maternidad: “Está bien visto si una mujer dice que no puede hacer horas extra porque tiene que cuidar de sus hijos, pero mal visto si es para cualquier asunto personal de una no madre. La conciliación debe ser entre la vida profesional y personal, sea cual sea. Cada una debe usar su tiempo libre para lo que le dé la gana”, asegura.

¿Por qué tener hijos?, la pregunta que nadie hace

Algo que llama la atención para las mujeres que abordan el discurso del derecho a no ser madre es que socialmente esa decisión siempre es cuestionada, pero nunca se pregunta por qué sí se deberían tener hijos o cuál es la motivación para tenerlos.

Maribel Castelló, matrona, psicóloga y sexóloga que presta su testimonio en '[m]otherhood' relaciona este hecho con la poca conciencia sobre lo que supone “realmente” la maternidad, presentada siempre con ese halo de felicidad extrema, y que es lo que luego conlleva verter la sospecha sobre quienes no quieren tener hijos. “La idea de la felicidad máxima al ser madre es una fantasía. Yo plantearía una encuesta para ver los motivos reales por los que la gente quiere tener hijos. ¿Crees que así vas a ser feliz, quieres que tu hijo haga lo que tú no pudiste? La gente no es consciente del acto de generosidad y responsabilidad que implica ser madre-padre. En el mismo grado que también es generoso y responsable la decisión de no tenerlos. Sin embargo, a una mujer que quiere esterilizarse le hacen pasar por psicólogos y le hacen mil preguntas sobre su decisión 'no vaya a ser que se arrepienta', pero para ser madre nadie comprueba que de verdad estés capacitada para ello. Y si luego hay un arrepentimiento, de eso no se puede hablar”.

Fernández-Miranda explica que “está claro que ambas decisiones implican ciertas renuncias”, por lo que considera “dañino” que no haya también un planteamiento sobre los motivos por los que sí ser madre, ya que, coincidiendo con la opinión de la matrona, luego se pueden encontrar mujeres que se arrepienten de su decisión.

En '[m]otherhood' encontramos el testimonio de Elisabeth Badinter, filósofa, escritora y líder feminista en Francia, quien afirma que realmente no sabemos por qué queremos tener hijos: “¿Es porque toca? ¿Porque una mujer de verdad no lo es si no tiene hijos? ¿Porque hay que responder a una gran presión? De los progenitores, de la sociedad, de los amigos... '¿Que tienes 35 años y aún no tienes hijos? Tienes que darte prisa'. Tener un hijo implica factores inconscientes tan fuertes, que dependen tanto de la educación que ha recibido cada persona, que es muy difícil decir que se tienen hijos con una decisión libre”.

Cuestionamiento del 'instinto maternal'

En su libro 'No madres', Fernández-Miranda se pregunta si lo que realmente existe es el 'instinto maternal' o solo el deseo de ser madre. En declaraciones a eldiario.es ha mostrado su incomodidad con la generalización de este concepto: “Me rebelo ante la idea de que sea algo universal, como nos han contado, y que todas las mujeres tengamos que tenerlo. Yo nunca lo he sentido, aunque haya otras mujeres que aseguran que sí”.

Este es precisamente uno de los aspectos que ponen a juicio Peris y García en '[m]otherhood' a partir del testimonio de Badinter, quien explica que “la noción de instinto maternal es el mayor engaño de la humanidad”. En palabras de García, “si algo es instintivo, es propio de la especie y no se puede controlar. Lo que nosotros tenemos son deseos y tendencias, no instintos”, por lo que llamar a esas ganas de ser madre como el 'instinto maternal' supone decir de las mujeres que no lo sienten que “tienen una tara como especie”. García concluye que “se trata de un constructo social”. Según subraya Badinter en la película, “hemos identificado completamente a la mujer, la humana, y al animal. Es un absurdo total”.

Algo que concluyen todas las entrevistadas para este reportaje es la falta de espacios donde encontrar otros discursos respecto a la maternidad, donde las madres arrepentidas puedan expresarse sin ser linchadas o desde donde se pueda reivindicar el derecho a no ser madre y que esa decisión no implica quedar incompleta de ninguna manera. Era la motivación que impulsó el libro de Fernández-Miranda y por lo que Peris y García decidieron realizar un documental en el que dieran cabida a los tabúes que siempre han girado en torno a la maternidad. “Nos planteamos la posibilidad de mostrar experiencias positivas, pero vimos que la sociedad ya estaba llena de ellas. No hay un discurso construido en torno a la no-maternidad. Queríamos darle presencia a todo eso que no se cuenta y creo que nos hemos convertido en un referente para las mujeres, en el que mirarse y pensar. No negamos que la maternidad sea bonita, pero no lo es para todas y eso hay que contarlo”, afirma García, a lo que Peris puntualiza que el documental “está hecho desde el respeto a ambas partes”.

Estas no-madres coinciden en las respuestas positivas que han recibido tras sus aportaciones. “Sólo por poner en cuestionamiento la idealización de la maternidad y reivindicar el derecho a no ser madre, nos han dado las gracias”, explica Peris sobre su documental. “Recibo muchos mensajes de mujeres que se sienten solas e incomprendidas. Había necesidad de hablar de esto, de tejer esta red”, cuenta Fernández-Miranda, que además añade haber encontrado reacciones de madres que han entendido que su discurso no era un ataque para ellas y que han sabido ponerse en el lugar de las no-madres. “Me dan las gracias porque les ha hecho entender que no pasa nada por no tener hijos”, se enorgullece.

'[m]otherhood' es un camino que sigue abierto, al que continúan incorporándose, en su versión transmedia, testimonios de mujeres que gracias a Peris y García se han sentido por fin escuchadas, representadas y con la valentía de decir lo que piensan. En la conclusión a la que llegan sus autoras coinciden y toman como propia la reflexión que la escritora chilena Lina Meruane vierte en su filme: “Tal vez yo tenga la capacidad física para ser atleta olímpica, pero no quiera hacerlo. Al igual que pueda tener la capacidad biológica para ejecutar el parto, pero no quiera eso en mi vida. Está genial que una mujer que quiere ser madre, lo sea. Pero ¿por qué una mujer que no quiere tener hijos, debería tenerlos?”

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