Pamplona busca con la nueva regulación de aparcamientos ser una ciudad más amable
El conocido como I Ensanche de Pamplona y su entorno más cercano dejará de ser a partir del 4 de septiembre zona de “caza y captura” de aparcamiento para los cientos de ciudadanos que se desplazan al centro de la ciudad en horario comercial o de oficinas. Las plazas de aparcamiento que ofrecen las calles comprendidas entre la Avenida San Ignacio, Paseo Sarasate, Conde Oliveto, Avenida del Ejercito, Navas de Tolosa y Avenida Pío XII, quedarán reservadas para aparcamiento regulado de los residentes de los sectores 1 y 2 (Casco Viejo y Primer Ensanche). Los trabajos para señalizar estas plazas en color verde en lugar del actual color azul ya han comenzado.
Así lo ha aprobado la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento dentro de las actuaciones previstas en el Plan para la Amabilización del Centro de la Ciudad, aprobado el pasado mes de mayo. Con este plan, el Ayuntamiento espera retirar de la circulación de esta zona al menos 15.000 vehículos diarios. Los cambios, que entrarán en vigor el 4 de septiembre, suponen además la conversión en zona verde (reservada para residentes del Casco Viejo) del área de estacionamiento próxima al frontón Labrit.
Destinar las plazas de aparcamiento más próximas al casco antiguo de la ciudad a residentes en la zona disuadirá a más de un ciudadano de acceder al centro de la ciudad en su vehículo particular. Pero, además, el citado plan para “amabilizar” el centro prevé peatonalizar varias calles y dar prioridad al transporte urbano y a la bicicleta, de forma que con todo el conjunto de medidas se logre reducir de forma importante el tráfico rodado por la zona.
Uso exclusivo de buses y bicis
El plan prevé dejar el tramo de la calle Navas de Tolosa que discurre frente al Parlamento habilitado para uso exclusivo de autobuses y bicicletas. Está contemplada también la reducción de carriles de circulación en Yanguas y Miranda (desde la plaza de la Paz hacia Sarasate), Navas de Tolosa, José Alonso, Padre Moret o Taconera, todas ellas con dos carriles para cada sentido. Pasarán a ser completamente peatonales las calles Bosquecillo, General Chinchilla, Alhóndiga y Vínculo. Y sólo para autobuses, se abrirá el cruce de Paulino Caballero con la Avenida Baja Navarra.
Los cambios aprobados repercutirán en nuevas rutas para algunas de las líneas de transporte público de la ciudad, que contarán con nuevas paradas para acercarse más al casco antiguo. A mediados de julio comenzaron los trabajos para cambiar la señalización, ampliar algunas aceras, construir nuevas isletas o trasladar marquesinas de autobús a sus nuevos emplazamientos. Durante estos días, el centro de Pamplona está “levantado” en obras, aunque los trabajos tienen todavía carácter “reversible”. El Ayuntamiento decidió que el plan de reordenación se pondrá en marcha de forma gradual y en modo prueba durante un periodo de seis meses, tras el que se analizará si es necesario efectuar algún cambio sobre lo ya construido. Las labores de asfaltado definitivo no se emprenderán hasta el próximo año.