El feminismo se ha llevado por delante al ministro Gallardón y su reforma del aborto. Es una victoria de las mujeres. Podríamos decir que es una victoria de todas las mujeres, que ya no serán obligadas a ser madres, si no fuera porque Rajoy quiere legislar sobre la decisión de las menores, que sí verán amenazado su derecho a decidir sobre su cuerpo y su maternidad. Paradójicamente, alguien decidirá por ellas si pueden ser madres, pero serán ellas las que tendrán que criarlo, educarlo y mantenerlo. Alguien decidirá sobre su maternidad, pero serán ellas las que tengan que ejercerla.
Efectivamente, es una gran victoria que Gallardón dimita y que se paralice el anteproyecto del aborto, pero aquí no se acaban todas las amenazas sobre el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo: Queda pendiente de resolver por el Tribunal Constitucional el recurso del PP a la ley actual del aborto. Y quedan pendientes de conocer las leyes que el Gobierno aprobará para imponer la maternidad a las mujeres jóvenes.
El Tribunal Constitucional deberá interpretar la Ley a la luz de la opinión actual de la mayoría social y atendiendo a la legislación internacional y los tratados de derechos humanos suscritos por España, donde los derechos sexuales y reproductivos son también derechos humanos.
Esperemos que todas las reformas que quedaron pendientes de aprobar por el ministro de Justicia, queden también en saco roto y no vean la luz, como la reforma del Poder Judicial, la limitación de la justicia gratuita o la reforma del Código Penal que criminaliza la movilización social.
La lucha sigue, porque el derecho de las mujeres sigue amenazado. Y porque hay otros muchos elementos que resolver como que las inmigrantes no tengan acceso a la sanidad, que el aborto siga en el Código Penal, o que las mujeres menores puedan ser obligadas a ser madres.
El Gobierno ha echado un pulso ético a la sociedad y ha perdido. Para dar marcha atrás alega que no existe consenso suficiente para llevar a cabo esta ley del aborto. ¿Y se dan cuenta ahora?, ¿acaso no han visto las movilizaciones en las calles? Su sordera política no les ha dejado escuchar las voces de los movimientos feministas y de otra mucha gente, organizada y no organizada, que ha salido a las calles a protestar por sus recortes a los derechos conquistados.
El feminismo se ha llevado por delante a Gallardón y su reforma del aborto. Sin duda, han sido los movimientos feministas quienes han impulsado esta lucha, pero ha sido la mayoría social quien ha salido a la calle a decir NO al recorte de derechos de las mujeres, a poner en riesgo sus vidas y a retroceder en la lucha por los derechos sexuales y reproductivos. Una vez más, la protesta y la movilización social paralizan una reforma injusta y retrógrada. Otra vez podemos gritar que ¡si se puede!
Hoy toca estar alegres, celebrar la victoria de las mujeres y compartir la alegría de ser feminista y de reivindicar la igualdad. Y como lo mejor de las victorias es compartirlas, yo la compartiré con todo el mundo en las calles, este domingo, día de Acción Global por la Despenalización del Aborto.