El cantante Francisco tuvo a bien hace unos días pronunciarse sobre los votantes valencianos de Compromís. Los consideraba ignorantes, sin recursos. Relacionaba la incultura con votar a Mónica Oltra. Me maravillan las carambolas mentales que tienen que hacer algunos para construir un argumento que explique por qué tanta gente vota a la izquierda y, más aún, a una mujer. Porque si algo le genera ira y odio a Francisco no es ya que Mónica Oltra sea de izquierdas o alemana, que también, sino que sea mujer.
Con Joan Ribó fue, obviamente, mucho más “suave”: Francisco se conformó con llamarle “sinvergüenza y provocador”. Ribó es un hombre, y por ahí nada que reprocharle, pero es de izquierdas, así que es un “sinvergüenza”. Con Oltra, a Francisco se le juntaron más fobias: ideología, país de procedencia y género. Este combo tan español es lo que explica que no le bastara con llamarla “sinvergüenza” o “provocadora” también, sino que para quedarse tranquilo, tuvo que escribir en su perfil de Facebook:
!Pregúntese, “usted”.Catalanista, alemana, desbecerrada, inculta, mal nacida, incomoda de ver, anti Española, anti valenciana, anti constitucional y te atreves a criticar la decisión de un país, ESPAÑA. Tú, ni con todos los fumetas, golfos, okupas, drogatas, imbéciles, ignorantes. Te quedan gata flora 2 Febreros, busca gato.Tú eres demócrata? Tú eres ESCORIA. Esto le pasa “señora” es el bajón de la medicación que se fuma y mete, le recomiendo pollardon y pichicilina. Eso si, si hay valiente que tenga estomago“.
He respetado la ortografía tal y como Francisco ha creído oportuno inventársela. Me ha parecido que así puede darle un punto kitsch a la afirmación de que los votantes de Compromís son unos ignorantes.
El mensaje viene como respuesta al hecho de que Mónica Oltra se pregunte cómo es posible que tantos ciudadanos sigan votando a supuestos corruptos. Una pregunta que, quizás porque yo también soy una “gata flora”, no me parece tan loca. Y sin embargo a él, que ha cuestionado y hasta insultado a quienes no han votado a esos presuntos corruptos, le pareció motivo suficiente para agredir verbalmente a una política.
Analicemos el cultísimo mensaje de don Francisco (desde aquí le invito a que le ponga música).
Francisco llama “Catalanista, alemana, desbecerrada, inculta, mal nacida, incomoda de ver, anti Española, anti valenciana, anti constitucional”. Para que ustedes lo entiendan: el nacionalismo catalán: mal; el nacionalismo español: bien. Nacer en Alemania: mal; nacer en España: bien. Físicamente no atractiva para Francisco: Mal y reseñable; físicamente atractiva según el gusto de Francisco: esto no lo sabemos, igual si Oltra le pareciera atractiva la hubiera llamado directamente “puta”, que es un insulto que se usa mucho cuando no se puede usar el “incómoda de ver” o el “fea”, y entonces se usa ese socorrido “puta” como diciendo: “¿cómo te atreves a atraerme con el asco que me das en todo lo demás, mujer?”.
Pero la misoginia de Francisco no se queda ahí, ya que también la invita a buscar un hombre, porque eso es lo que le pasa a Oltra: que está descontrolada porque no tiene a un buen ejemplar macho al lado que le diga cuándo tiene que estar callada. Y por eso lo mejor es recomendarle un “pollardón”, porque el pene es el remedio a todos los males femeninos. La solución a todos nuestros problemas, según el machismo, tenía que ser algo que sólo ellos nos puedan proporcionar, y esto no es otra cosa que su pene.
Además, hace mención a la medicación que debe tomar la dirigente de Compromís. Ponernos por locas o por personas que necesitan medicación es algo también muy propio de la misoginia imperante.
Pero el problema no es Francisco. El problema es todo lo que sustenta la creación y perpetuación de todos los Francisco del país.
El problema no es sólo la “reflexión” de Francisco sobre lo necesario de que nos mediquemos, sino que en la sanidad, efectivamente, se nos sobremedica debido a nuestro género, como bien recuerda este artículo de Píkara Magazine: “En atención primaria numerosos estudios muestran cómo ante los mismos síntomas físicos se prescriben a las mujeres más tratamientos ansiolíticos y antidepresivos y a los hombres se les realizan más pruebas físicas”. “En urgencias los resultados son parecidos: a los hombres se les hacen más pruebas diagnósticas que a las mujeres pensando que en ellas el origen del malestar es psicológico y no físico”.
El problema no es sólo Francisco, él sólo es una creación más del patriarcado. El problema es el abandono de la clase política, el machismo impune, la violencia sin castigo contra las mujeres, las agresiones físicas o verbales continuadas en cualquier espacio, público o privado, la indiferencia de las instituciones, las desinformación y nula formación de las personas que nos atienden en comisarías, en consultas médicas, etc.
El problema no es sólo que la agresión verbal de Francisco a Oltra quede impune, sino que 9 de 10 casos de violencia de género se archiven en Vigo por la ley de plazos.
El problema no es sólo que un señor con la visibilidad de Francisco ataque sin miramientos ni autocontrol a una mujer, el problema es que nos decimos: “no merece la pena entrar al trapo”. Y sí la merece. Cada una de las agresiones a mujeres merecen ser visibilizadas, denunciadas de todas las formas posibles y condenadas. Porque dejando pasar ataques como éste, por repetitivos, estamos normalizando todo lo demás.