Mira quién baila

Al candidato del PSC a la Generalitat se le fueron los pies en un mitin de campaña y se arrancó a bailar una canción de Queen, al tiempo que movía la boca siguiendo la letra a la perfección. Es posible que no gane nunca ‘Mira quién baila’, aunque creo que lo hace mucho mejor que Belén Esteban. El público aplaudió con entusiasmo los movimientos de Miquel Iceta, a medio camino entre una serpiente epiléptica y el simpático Carlton Banks. Desde ese día, es obligatorio el final danzarín en los mítines del PSC. “Si bailaste en Barcelona y en Girona, Miquel, los de Lleida no podemos ser menos”, le incitaban este fin de semana desde el atril. Iceta conseguía, además, rascar minutos de televisión. Si antes solo lograba colar treinta segundos de discurso, ahora suma treinta segundos más de imágenes moviendo el esqueleto.

Del candidato socialista nos ha chocado su repentina espontaneidad y el brusco abandono de su gesto mohíno. Antes de que se destapara como un gran bailarín, no se puede decir que Iceta pareciera precisamente la alegría de la huerta. Era, casi con toda seguridad, el político más gris de esta campaña. Y ahora ha conseguido trasladar cierta imagen de optimismo, de señor entrañable que va de boda, moviéndose arrítmicamente por el triste escenario que le auguran las encuestas al PSC.

El PP se ha apresurado a criticar a Iceta y también a Pdro Snchz, que ha terminado sucumbiendo a Queen. El candidato García Albiol declaró: “El espectáculo de bailar, con la que está cayendo en Cataluña, sobra”. Yo me pregunto: ¿Qué hace más daño, Iceta bailando o el Ministro de Defensa recordando el papel de las Fuerzas Armadas en caso de que Artur Mas no cumpla la ley? ¿Qué es peor, Iceta dando palmas o el Delegado del Gobierno en Andalucía diciendo que no quiere que dirija el país uno que se llama Albert? ¿Quién fomenta la división en Cataluña, Iceta por dar saltitos en sus mítines o el PP reformando unilateralmente el TC? Andrea Levy ha añadido que “en política no se puede hacer el ridículo”. Se ve que no estuvo en el mitin de Dos hermanas, donde Javier Arenas se jugaba la Junta de Andalucía y terminaron bailando la Macarena. Hubiera sido mucho más efectivo pedirles a los del PSC que se muevan como quieran en el escenario, pero que tengan clara la coreografía cuando defienden su modelo de Estado.