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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Los perroflautas y el poder

Lo mejor es querer a las personas pero querer a un perro es señal de que, como mínimo, se conserva una llamita de empatía y humanidad. En el Ministerio de Ana Mato no hay de eso y además de crucificar a Teresa Romero y a su familia le mataron a Excálibur sin perder mucho el tiempo en tonterías.

Y es que Teresa no es más que una trabajadora, una auxiliar de enfermería, para ellos poco más que una “perroflauta”. Esa palabra odiosa que sirve para llamar a una categoría de mendigos con perro o a esas personas que andan por libre, fuera del juego de partidos pero protestando. Si trataron así a esa mujer, como basura, es porque en el pantano de mierda al que pertenece esa gente que gobierna Madrid y tantos sitios reina un enorme clasismo. Es clasismo, si Teresa hubiese sido un miembro de la nomenklatura de la derecha o, simplemente, una catedrática de medicina o monja de una orden religiosa de la más profunda derecha no la habrían tratado así. Pocos imaginan el nivel de desprecio de esos gánsteres vestidos de pijos hacia la gente común.

La gente común nunca llegará a gobernar, el cuento de Lenin acerca de una cocinera que un día dirigiría el estado es eso, un cuento hermoso. Queda expresar la queja y la rabia y, a veces, eso preocupa a los poderosos. En España hay tres palabras que les preocupan y que catalizan todos los poderes y dibujan el sistema político establecido: República, Catalunya y Podemos. Ante cualquiera de estas tres palabras se da una inmediata reacción de unanimidad y complicidad entre los dos principales partidos, las grandes empresas y las grandes empresas de comunicación. En las situaciones de crisis es cuando todos nos retratamos y se dibujan los alineamientos, éstos se ponen a gritar “¡la Constitución, la Constitución!” como posesos.

Podemos será una importante novedad política en la mayor parte del Estado, aunque su penetración en Catalunya y Euskadi será muy pequeña y probablemente también por debajo del nivel medio en Galicia y Canarias. No tenemos por qué estar completamente de acuerdo con su propuesta para comprender que globalmente es muy positiva y que va a expresar sentimientos y demandas justas de una parte de la sociedad que se quedó sin referentes.

Llegan gozando de un capital político importantísimo, cuando la sociedad española se ha quedado sin referentes de cualquier tipo, Podemos es la referencia política y también moral para mucha gente de todas las edades. Hasta ahora Podemos fue lo que cada uno deseaba que fuese, fue un cúmulo de deseos particulares y un deseo colectivo, desde su primera asamblea comenzará a ser otra cosa, una fuerza política. No habrá sitio para los perroflautas ni para la cocinera de Lenin, tampoco para Lenin pues no ofrecen una utopía social sino corregir los desmanes de los poderosos. Y eso es muchísimo.

En Alemania Los Verdes comenzó como movimiento, pasó a ser un partido que tocó poder y acabó ocupando el ministerio de la guerra apoyando el ataque americano a Irak, hoy es un partido que expresa el estilo de vida de sectores relativamente acomodados en una sociedad burguesa. Hoy en Alemania la izquierda vuelve a ser marxista. Nadie sabe todas las vueltas de la historia. Podemos no es los Verdes pero, del mismo modo, carece por ahora de un proyecto utópico y estratégico y de posiciones ideológicas claras. Sin peso a cuestas se corre más, también se corre más peligro de extraviarse. Ya se verá.

Por otro lado, sus dirigentes no tuvieron oportunidad de gobernar sin embargo están muy preparados para ese aspecto decisivo de la política que es la lucha por el poder. No tienen dudas ni vacilaciones, han tratado con gobiernos y gobernantes en otros países y saben de lo que hablan cuando dicen que quieren alcanzar el poder político. No son manifestantes despistados, son políticos de raza. O sea, guerreros.

En todo caso, los ataques de unos y otros, “populismo”, “demagogia”, “contradicción”, “personalismo”, “manipulación”… demuestran que son una novedad muy positiva que cuestiona este sistema político de adoradores de la Constitución. Y la unanimidad de los ataques demuestran que son ciertas las acusaciones de que este sistema político excluye la novedad, la crítica y las correcciones.