Los Papeles de la Castellana evidencian que Inés de Bórbon ocultó durante años a la Agencia Tributaria española dos herencias de su padre, Alsonso de Borbón dos Sicilias, y su tía, María Cristina Borbón-Parma, por un importe equivalente a 5,9 millones de euros a través de bancos suizos. El primer testamento, del año 1964, lo recibió de su padre, Alfonso de Borbón dos Sicilias, sumaba a 22,3 millones de pesetas, que hoy equivalen a 4,1 millones de euros si se hace el cambio y se actualiza la inflación de acuerdo con los criterios del Instituto Nacional de Estadística. En 2009 volvió a heredar de su tía María Cristina de Borbón-Parma 1,78 millones de euros. El total del patrimonio heredado en Suiza ascendió a 5,9 millones de euros, y hasta 2012 permaneció ocultó al fisco español.
Esta información se desprende de la documentación recibida al buzón seguro filtrala.org sobre la que han trabajado conjuntamente eldiario.es, La Marea y Diagonal.
En 2012, Inés de Borbón acudió a la amnistía fiscal para regularizar 3.603.349 euros. Durante su declaración como imputada por blanqueo de capitales en la trama Púnica, ninguna de las cantidades de sus herencias la detalló al juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco.
En su relato de 24 minutos, aseguró desconocer el importe de sus cuentas en el banco de Ginebra Lombard Odier. Dijo que todo lo manejaba su hombre de confianza en la entidad -Javier Martín, el hombre que también movía el dinero de la red Púnica- que de vez en cuando le traía cantidades, de entre 5.000 y 10.000 euros, pero que nunca recibía extractos bancarios. “Nos enseñaron a no hablar de cosas de dinero y de bancos”, dijo ante la estupefacción de los presentes en la Audiencia Nacional. Lo que sigue es un fragmento del interrogatorio en el que relata el juez que en su familia no se habla de cuestiones económicas. Salvo cuando sus hijos le recomendaron en 2012 acogerse a la amnistía fiscal para regularizar su patrimonio.
Transcripción. Inés de Borbón ante el juez Eloy Velasco: “Nos enseñaron a no hablar cosas de dinero”
E. V. ¿Puede ser que Javier Martín [un “amigo de la familia” y directivo de la entidad suiza Lombard Odier] manipulara e hiciera movivimientos de compensación con otros países usando sus cuentas ya que ustedes estaban físicamente en España?
I. d. B. No lo creo, pero no lo sé.
E. V. Se lo vuelvo a decir por si me quiere contar algo. Dice usted que no tenía extractos de sus movimientos en sus cuentas. ¿Cómo se entera usted de si alguien le manipula el dinero?
I. d. B. Me traía el dinero, le firmaba, a lo mejor y ya está.
E. V. ¿Cómo se enteraba usted de lo que le quedaba en Suiza? ¿Cómo controlaba usted su dinero?
I. d. B. Yo tenía plena confianza en Javier Martín.
E. V. Entonces no tiene ningún documento.
I. d. B. No.
Fiscal. ¿Lo que tenía allí eran francos suizos?
I. d. B. Creo que sí.
Fiscal. ¿Y él le entregaba en España francos suizos que traía de Suiza o euros?
I. d. B. Euros.
Fiscal. ¿Usted habló de cómo podía entregarle euros en España si él tenía allí francos suizos? ¿Sabe si esos euros no viajaba con ellos sino que él previamente los recogía de personas residentes en España que querían sacar dinero a Suiza? Le explicó que este era el mecanismo por el que él le podía entregar euros en España?
I. d. B. No, ni tocamos porque siempre pensé que lo traía de lo mío.
[…]
Fiscal. Sabe si este señor cuando venía además de visitarla a usted visitaba a otros residentes?
I. d. B. Nunca hemos hablado de cosas de estas de dinero ni nada.
Fiscal. Cuántos años ha estado este señor acudiendo a su domicilio?
I. d. B. Habrán sido Cuatro o cinco años.
E. V. Los cuatro o cinco años anteriores.
I. d. B. Sí.
E. V. A mí me dijo que desde el año 2000. Estamos en 2016.
I. d. B. Perdón, señoría, es que las fechas me bailan mucho.
Fiscal. En los últimos años ha seguido este señor viniendo a traerle euros.
I. d. B. Hasta hace dos años o así.
[...]
Fiscal. Usted ha dicho a su señoría que no ha recibido ningún extracto. ¿El banco nunca le entregó documentación bancaria? Todos los bancos remiten los extractos.
I. d. B. Sí, pero no.
Fiscal. ¿Le consta si desde sus cuentas suizas se realizaron transferencias a cuentas también en Suiza de otras personas o sociedades? ¿Eso no se lo explicó en ningún momento este señor del que nos ha hablado?
I. d. B. No, nunca.
Fiscal. ¿Usted esto no lo comentó con sus hijos o con sus familiares o con algún gestor?
I. d. B. No porque nos enseñaron a no hablar cosas de dinero y de bancos.
Fiscal. Pero en 2012 sí que dice usted que regulariza todo el dinero que tiene. Este tema sí que le preocuparía a usted.
I. d. B. Sí, regularizar, sí, me dijeron “mamá, deberías regularizar”. Nada más.
Fiscal. ¿Nunca le explicó este señor que usted lo que estaba es permitiendo que otras personas sacasen dinero desde España y que lo estuviesen ocultando a la Hacienda pública, que es el delito por el que está aquí de blanqueo o de cooperación?
I. d. B. No, señoría, y si me pregunta por el blanqueo, no tengo ni torta idea.
Antes, a preguntas del juez Eloy Velasco, Inés de Borbón, se había presentado como una mujer de su casa, ocupada en sus “labores”, que una vez colaboró en una revista y que nunca supo qué cantidad de dinero había en sus cuentas. Cuando le hacía falta efectivo, o bien le decía a su hombre de confianza en el banco Lombard Odier, Javier Martín, que le trajese dinero de Suiza en entregas de 5.000 o 10.000 euros, o bien acudía ella misma a buscar el dinero a Ginebra.
Transcripción. Inés de Borbón ante el juez: “No sé en qué consistía la herencia de mi padre”
Juez Eloy Velasco. ¿Qué patrimonio tiene usted?
Inés de Borbón. Ninguno. Mis cinco hijos.
E. V. ¿Bolsa, valores, acciones, fondos?
I. d. B. No.
E. V. ¿En el extranjero tiene patrimonio?
I. d. B. Tengo la herencia de mi padre y de mi tía.
E. V. ¿En qué consistía?
I. d. B. Ah eso no lo sé. Dinero en Ginebra. Esa la herencia de mi padre. Mi padre muere aquí en el año 64.
E. V. ¿Su padre murió en Suiza?
I. d. B. No.
E. V. ¿Y por qué tiene ese dinero allí?
I. d. B. Porque cuando la guerra le mandaron fuera de España.
E. V. ¿Sabe cuánto patrimonio tiene fuera?
I. d. B. No, señoría.
E. V. ¿Lo podemos resumir en que le dejó dinero? ¿Cuánto?
I. d. B. Yo contesto por mí, a mí me dejó.
E. V. ¿En qué banco?
I. d. B. En el Lombard Odier.
E. V. ¿Sabe cuánto?
I. d. B. No, señoría.
E. V. Usted a Suiza no ha ido a meter dinero sino que lo tenía porque lo heredó de su padre un dinero que no sabe cuantificar, no es de su trabajo, es de una herencia.
I. d. B. Exacto.
E. V. Usted tiene o ha tenido empresas.
I. d. B. No.
E. V. ¿Ha viajado a Suiza?
I. d. B. Sí, para visitar a mi tía, una que vivía en Viena y a un amigo mío, Javier Martín.
E. V. ¿Cuando iba a Suiza aprovechó para sacar algo de dinero?
I. d. B. Sí, como 5.000 euros o 10.000.
E. V. ¿Usted tributaba en Suiza o en España?
I. d. B. Tributaba solo en España.
E. V. ¿Era conocida esta cuenta en Suiza a efectos fiscales?
I. d. B. Antes, no. Cuando se hizo la regularización.
E. V. ¿Cuándo se hizo la regularización? ¿En 2012?
I. d. B. Todo, sí. 2012 o por ahí, no sé.
E. V. ¿Por qué regularizó?
I. d. B. Porque mis cinco hijos me aconsejan que regularice.
E. V. ¿Porque hay un cambio fiscal y antes no había que regularizar y le dijo su hijo, oye que hay que regularizar esto?
I. d. B. Exacto.