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Sobre este blog

Piedras de papel es un blog en el que un grupo de sociólogos y politólogos tratamos de dar una visión rigurosa sobre las cuestiones de actualidad. Nuestras herramientas son el análisis de datos, los hechos contrastados y los argumentos abiertos a la crítica.

Autores:

Aina Gallego - @ainagallego

Alberto Penadés - @AlbertoPenades

Ferran Martínez i Coma - @fmartinezicoma

Ignacio Jurado - @ignaciojurado

José Fernández-Albertos - @jfalbertos

Leire Salazar - @leire_salazar

Lluís Orriols - @lluisorriols

Marta Romero - @romercruzm

Pablo Fernández-Vázquez - @pfernandezvz

Sebastián Lavezzolo - @SB_Lavezzolo

Víctor Lapuente Giné - @VictorLapuente

Luis Miller - @luismmiller

Lídia Brun - @Lilypurple311

Sandra León Alfonso - @sandraleon_

Héctor Cebolla - @hcebolla

¿Se va Ciudadanos a la derecha? Sí, pero quizás no tanto

Lluís Orriols

Pocos lo recuerdan ya, pero hace algo más de una década, Ciudadanos nacía en Catalunya con el siguiente manifiesto fundacional:

“Después de 23 años de nacionalismo conservador, Cataluña ha pasado a ser gobernada por el nacionalismo de izquierdas. Nada sustantivo ha cambiado(...) lo simbólico ha desplazado una vez más a lo necesario”

De su manifiesto fundacional se intuía que este nuevo partido estaba llamado a cubrir un hueco de la oferta electoral catalana que había quedado huérfana de opciones políticas: la izquierda no catalanista (o españolista). La apuesta del PSC de gobernar junto con ERC y abanderar el nuevo Estatut como principal acción de gobierno llevó a entender a los impulsores del manifiesto que el PSC estaba dando la espalda definitivamente a sus votantes socialistas españolistas. Se abría, pues, una ventana de oportunidad.

Puede que el catalizador de este nuevo partido fuera la desafección generada por el tripartito de Maragall, pero Ciudadanos, ya desde sus inicios, centró su estrategia esencialmente en la cuestión nacionalista, dejando las lógicas izquierda-derecha en segundo plano. Quizás por ese motivo, en Catalunya jamás fue percibido como un partido de izquierdas ni tan sólo por sus propios votantes. De hecho, durante sus primeros años de existencia, Ciudadanos logró atraer a votantes tanto de la izquierda (esencialmente del PSC) como del (centro-) derecha (especialmente del PP y CiU). En definitiva, Ciudadanos no se creó desde la derecha, pero pronto fue percibida como tal.

En el contexto español, Ciudadanos está padeciendo una profunda mutación ideológica a ojos de los votantes. Cuando el partido hizo el salto a la política española, lo hizo con una imagen esencialmente de centro, cercana al valor 5 en la tradicional escala ideológica de 1 (izquierda) a 10 (derecha). Sin embargo, a lo largo de los últimos años, la imagen del partido ha sufrido un intenso viaje hacia la derecha. De hecho, esta “derechización” de Ciudadanos según los votantes es quizás uno de los fenómenos más destacables en la competición partidista de nuestro país en los últimos tiempos y muy especialmente durante este 2018. Si algo está marcando este año la competición política de nuestro país es la intensa rivalidad en el espacio de la derecha, algo particularmente novedoso pues hasta fechas recientes constituía un coto privado del PP.

En Piedras de papel hemos reflexionado sobre esta transformación ideológica de Ciudadanos en dos artículos recientes de José Fernández Albertos y uno de un servidor. Los pueden leer aquí, aquí y aquí. En esta nueva entrega me gustaría indagar un poco más en los datos que muestran el viraje hacia la derecha de Ciudadanos y, en cierta medida, matizar algunas de las conclusiones de nuestros artículos previos.

Si nos centramos en lo que piensan los españoles (de media), Ciudadanos habría viajado de posiciones cercanas al centro (de 5,2 sobre 10) en 2015 hasta posiciones marcadamente de derechas (de 7,1 sobre 10) en la actualidad. Se trata de un movimiento de dos puntos en la escala izquierda-derecha. Jamás en nuestro país se había producido una transformación ideológica tan profunda a ojos de los votantes. A lo largo de nuestra reciente historia electoral, casi todos los partidos de ámbito estatal han sufrido oscilaciones ideológicas, pero éstas han sido mucho más modestas. Para poner en contexto la magnitud de la mutación que está viviendo Ciudadanos déjenme que ofrezca algunos datos sobre cómo han oscilado el resto de partidos en las últimas décadas:

  • El mayor cambio ideológico que ha sufrido el PSOE es de algo menos de un punto, pasando del 3,97 en 1988 al 4,88 en 1993, año en que el PSOE se ha percibido como menos de izquierdas.
  • El PP ha sufrido varias oscilaciones de alrededor de un punto con valores de 8,5 durante la segunda mitad de 1980 a un valor de 7,4 en marzo de 2000, la posición menos de derechas de su historia. Actualmente vuelven a situarse en posiciones por encima del 8.
  • Izquierda Unida se ha movido de forma más moderada desde posiciones cercanas al 2 durante la década de 1980 a valores en torno a 2,7 en 1995 y 2014-15. Desde entonces ha descendido de nuevo a posiciones más cercanas al 2.
  • UPyD jamás se alejó del centro y se mantuvo esencialmente estable entre valores del 5,2 a 5,5.
  • Podemos se movió apenas un 0,37 entre 2014 y 2015. A pesar de ser un partido nuevo y de que inicialmente rechazaba ubicarse bajo la lógica izquierda-derecha, los españoles jamás han percibido cambios tan dramáticos en este partido.

En definitiva, el resto de partidos de ámbito estatal jamás han sufrido cambios ideológicos a ojos de los votantes superiores a un punto. Así pues, la “derechización” de Ciudadanos doblaría la pauta habitual en el resto de partidos políticos. Desde esta perspectiva no hay duda de que nos encontramos ante un fenómeno particularmente excepcional.

Sin embargo, esta percepción debe ser en parte matizada, pues está altamente condicionada por las predisposiciones políticas de los individuos. En efecto, como se muestra en el gráfico 1, la percepción de que Ciudadanos se encuentra hoy en posiciones marcadamente de derechas se reduce sustancialmente si sólo tenemos en cuenta a su propio electorado. Entre sus simpatizantes, el partido se mantendría desde 2016 en posiciones cercanas al 6. La mutación ideológica se produce, por lo tanto, especialmente entre los votantes de otros partidos. Así pues, gran parte de este efecto “derechización” de Ciudadanos se explica por la percepción de aquellos que no simpatizan con el partido.

De hecho, si observamos la transformación ideológica de Ciudadanos (entre 2016 y 2018) según la ideología y la identidad nacional de los individuos los resultados avalan esta asimetría en las percepciones. Como se muestra en el segundo gráfico, los votantes de izquierdas y los poco o nada identificados con España son los que perciben a este partido como cada vez más conservador. Para los españolistas y para la derecha, el partido ha sufrido cambios, pero de carácter más moderado.

A tenor de estos datos no es descartable pensar que la percepción de que Ciudadanos se ha movido de forma intensa hacia la derecha responda en parte a una confusión entre ideología y nacionalismo. Durante los primeros años como partido de ámbito nacional, Ciudadanos no dio excesivo peso a la cuestión nacionalista (como sí lo estaba haciendo en Catalunya). De hecho, algunos trabajos académicos indican que el sentimiento nacionalista no estaba relacionado con el voto a Ciudadanos en las elecciones generales de 2015. En los últimos meses las cosas han cambiado. No cabe duda de que la identidad nacional ha ganado relevancia en la agenda política y de que Ciudadanos está sacando a relucir su faceta de partido nacionalista español. Esta mayor predominancia de su discurso nacionalista podría ser parte de la explicación de por qué se percibe al partido como más de derechas, pues en nuestro país se tienden a mezclar ambas cuestiones.

El viaje a la derecha de Ciudadanos percibido por los votantes es un reflejo de los cambios importantes que está viviendo la competición partidista en nuestro país. Los bloques ideológicos de la izquierda y la derecha son cada vez más estancos y los acuerdos transversales parecen cada vez más improbables. Los votantes de izquierdas perciben a Ciudadanos como un partido cada vez más lejano. Mientras PSOE y Ciudadanos se van alejando en lo ideológico, no deja de ser irónico que la coalición mínima ganadora con menos socios de gobierno según las encuestas sea precisamente el acuerdo entre estas dos formaciones políticas.

En definitiva, la “derechización” de Ciudadanos percibida por los votantes de izquierda da aliento a la política de bloques ideológicos, algo que puede ayudar a perpetuar la situación de bloqueo político. Con el alejamiento entre Ciudadanos y el PSOE, también se alejan las posibilidades de alcanzar mayorías parlamentarias que garanticen gobiernos estables y legislaturas duraderas.

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