En 2022 fallecieron en accidentes de circulación un total de 1.145 personas. La cifra supone un incremento del 4% respecto a 2019, que es el año de referencia a efectos estadísticos por ser previo a la pandemia. Entonces, los siniestros de tráfico se cobraron la vida de 1.101 personas. Los fallecidos en el año que acaba de terminar son 141 más que el ejercicio de 2021, aunque durante los cuatro primeros meses de ese año siguió en vigor el estado de alarma que limitó desplazamientos entre comunidades autónomas e incluso dentro de las mismas. Los datos publicados este viernes contabilizan las víctimas registradas en las 24 horas siguientes a los siniestros y solo en vías interurbanas.
En relación a 2019, los desplazamientos por carretera se incrementaron en un 3%, hasta los 427,1 millones. Por tanto, las víctimas mortales se incrementaron un punto más de lo que lo hizo la movilidad. Y se volvió a rebasar el millar de muertos en vías interurbanas en un año que deja también un cambio de tendencia: se reducen un 5% las muertes de los llamados usuarios vulnerables (peatones, ciclistas y motoristas) y aumentan un 10% los fallecidos en turismos.
En rueda de prensa, el titular del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha afirmado que su departamento ya está trabajando en una evaluación para analizar estos datos. “En los últimos años hemos hecho un trabajo respecto a los vulnerables y los motoristas en particular (...). Pero es cierto que se ha incrementado el número de fallecidos en vehículos de cuatro ruedas. Lo vamos a evaluar y trabajar con nuestros técnicos”, ha aseverado.
Así, el ministro ha destacado el “significativo” descenso de las muertes de motoristas: de 286 en 2019 a 251 en el año que acaba de terminar. Aunque, en contraposición, han aumentado los peatones fallecidos, hasta los 126. Son ocho más que en 2019. Según el balance oficial, uno de cada diez fallecidos en carreteras eran peatones. Y de todos ellos sólo ocho llevaban puesto en ese momento el chaleco reflectante.
En este sentido, Marlaska ha insistido en la importancia de utilizar los elementos de seguridad como el chaleco o el cinturón. Y ha recordado que 142 fallecidos en turismos y furgonetas no utilizaban cinturón, lo que supone el 25% del total de víctimas mortales. Según el ministro, se trata de un dato “inconcebible”, pues la mayoría de conductores “han nacido con la obligación del cinturón de seguridad”. Tampoco llevaban el casco 14 de los 295 motoristas y ciclistas fallecidos. La nueva ley de Tráfico elevó de tres a cuatro los puntos a detraer por no utilizar o hacerlo de forma incorrecta el cinturón de seguridad.
Por tipo de vía, las carreteras convencionales siguen siendo las que más fallecidos registran. Y respecto a 2019, se incrementan más los fallecidos en carretera convencional (+5%), que en autopista y autovía (+3%). En las primeras fallecieron 833 personas y en las segundas 321. Es decir, que de cada cuatro fallecidos, tres son en carretera convencional y un en autopista y autovía. Respecto a los tipos de accidente, la salida de la vía supone casi la mitad de los fallecidos con dos “causas principales”, según Marlaska: las distracciones al volante o el exceso de velocidad.
Las estadísticas de siniestralidad vial del año pasado dejan también un aumento del 23% en los fallecidos en la franja de edad de entre 55 y 64 años, con 197 fallecidos. Los mayores descensos de fallecidos por franja de edad se produjeron en los grupos de 25 a 34 años, con una disminución de un 11%; y los de entre 45 y 54 años, con una reducción del 9%.