Pedro Sánchez: “Abstenerse puede significar que España retroceda 40 años”
Pedro Sánchez está convencido de que este es su mejor momento para convocar elecciones ante el distanciamiento que ha evidenciado con los independentistas y el auge de la derecha que, a juicio de los socialistas, movilizará a sus electores. Por eso el PSOE está centrando sus esfuerzos en airear el temor ante una reedición a nivel nacional del acuerdo de PP, Ciudadanos y Vox en Andalucía y que se repitió con la manifestación de Colón en la que aparecieron juntos Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal.
“Abstenerse puede significar que España retroceda 40 años”, advirtió Sánchez en una entrevista en TVE, la primera que concede desde que el viernes anunció la fecha de las generales para el 28 de abril. Fue uno de los mensajes que envió desde su despacho en la residencia de la Moncloa.
Sánchez también se defiende frente a quienes le acusan de “okupa”, “ilegítimo” o “golpista”, todos ellos “insultos” que proceden de la derecha. Así, ha reivindicado la moción de censura, un instrumento constitucional con vocación “constructiva”, según ha recordado como explicación de por qué no convocó elecciones nada más llegar al poder.
“Lo que están haciendo es tener una visión excluyente de nuestro sistema democrático”, ha expresado Sánchez en referencia al “cordón sanitario” que le han puesto PP y, especialmente, Ciudadanos, con quien pactó hace tres años. El socialista se ha mostrado dispuesto a llegar a entendimientos con todas las formaciones políticas -a excepción de Vox-.
No descarta ningún pacto
“No me cierro a entenderme con PP, Ciudadanos o Podemos. Lo que necesita el país es unirse en torno a los grandes proyectos”, ha aseverado. El presidente ha reiterado un mensaje con el que busca situarse en el centro político frente a los extremos en los que sitúa a las derechas y a los independentistas: “Es hora de que los españoles se unan”.
Sánchez ha presumido de lo que ha hecho en su corto mandato de ocho meses y ha reiterado que se han aprobado 13 leyes y 25 decretos ley, pero ha asegurado que igualmente importante es lo que queda “por hacer” -como una ley de eutanasia o un nuevo Estatuto de los Trabajadores, entre otros asuntos que ha enumerado-: “Tan importante es lo que hemos hecho, como lo que hemos dejado por hacer”.
Y para eso ha reclamado que el PSOE tenga más de 84 escaños. Además de presumir de la acción de su Gobierno, se ha comprometido a que si reedita en el cargo su Ejecutivo sea “más abierto” a personas independientes procedentes de la “sociedad civil”.
Tampoco ha descartado llegar a acuerdos con las fuerzas independentistas tras las elecciones, aunque el PSOE quiere huir de ese debate. Lo que sí ha negado es que hubiera un pacto oculto detrás del apoyo de ERC y PDeCAT a la moción de censura que le llevó a Moncloa y desbancó a Mariano Rajoy.
“Nunca ha habido un acuerdo con los independentistas”, ha señalado el presidente, que ha cuestionado, no obstante, la posterior voluntad de diálogo de la Generalitat y que acabó frustrándose de manera definitiva hace diez días cuando Moncloa decidió darle un ultimátum en las negociaciones para una mesa de partidos a la que condicionaban su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado.
“A los independentistas les da pavor el diálogo”
Para el jefe del Ejecutivo, la división en los independentistas se vuelve en contra de esos intentos de diálogo: “El independentismo tiene pavor a sentarse a dialogar”, ha admitido Sánchez, para quien el temor a que les consideren “traidores” -como hizo Gabriel Rufián con Carles Puigdemont, según ha puesto a modo de ejemplo- trunca cualquier intento de acercamiento.
No obstante, ha rechazado que la opción que persiguen Pablo Casado y Albert Rivera de aplicar un “155 perpetuo” sea la solución. “El PP tiene mayoría absoluta en el Senado, pero ¿tiene legitimidad para aplicar un 155 indefinido cuando no se ha apreciado una razón para ello?”, ha explicado. Los socialistas sostienen que una intervención de la autonomía de Catalunya en estos momentos sería inconstitucional.
“No puede ser que un artículo tan esencial sea usado de arma electoral -ha explicado-. No están echando agua, están contribuyendo con más gasolina al fuego”. Sánchez ha reiterado que no se dan las condiciones para llevar a cabo la intervención de la autonomía, como sí apoyó cuando era jefe de la oposición.
De hecho, Sánchez ha asegurado que aquel respaldo supuso una “oposición leal” mientras que se ha quejado de no haberla tenido y que sus rivales hayan buscado “desgastar al Estado”. “Tenemos que sacar la política de la crispación, del insulto”, ha reclamado el presidente.