Sánchez reserva a los ministros socialistas la negociación con la Generalitat en la mesa bilateral

El Gobierno ya está constituido y este martes se reúne por primera vez el Consejo de Ministros en el que Pedro Sánchez prevé anunciar ya las primeras medidas sociales. Pero la fecha tiene importancia también porque echa a andar el plazo de quince días que se dieron PSOE y ERC para que se sienten por primera vez el Ejecutivo y la Generalitat a negociar la solución para el “conflicto político” en Catalunya. En esa mesa se sentarán cargos de la parte socialista del Ejecutivo central exclusivamente, es decir, que no habrá representación de Unidas Podemos a pesar de ser una negociación del Gobierno bipartito.

Sánchez reserva a los ministros de su partido la gestión del asunto catalán y será la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, la que acoja bajo su “paraguas” la relación con el Govern en lo que se refiere a la negociación política, según explicaron los dos dirigentes en sendas conversaciones informales con periodistas. “Catalunya lo llevo yo, la vicepresidenta, la ministra [de Política Territorial], el de Justicia, Salvador Illa, que es mucho más que Sanidad”, explicó el presidente este domingo. Carolina Darias ni siquiera ha mencionado Catalunya en su primer discurso. No obstante, será su departamento el encargado de la relación con la Generalitat en el marco de la comisión bilateral, como con el resto de comunidades.

Fuentes de Moncloa aseguran que en la mesa de negociación que se constituya en las próximas semanas solo se sentarán miembros del Gobierno de la parte socialista. Esas mismas fuentes explican que “el presidente tiene la potestad” de atribuir los roles a los miembros del gabinete y que la negociación la llevarán, como hasta ahora, los socialistas. En las conversaciones para la investidura, el PSOE pidió a Unidas Podemos que se mantuviera al margen de la negociación con ERC. Durante el proceso de investidura fallido de julio, Sánchez repitió que Catalunya era uno de los principales escollos para formar una coalición con los de Pablo Iglesias, quien expresó que aceptaba la sumisión en esa materia al PSOE al entender que era la fuerza mayoritaria del bipartito.

Aunque está por determinar la configuración de ese órgano, se da por seguro que Calvo será quien la pilote por la parte del Ejecutivo central. José Luis Ábalos y Salvador Illa, los secretarios de Organización del PSOE y el PSC, respectivamente, formaron parte de la negociación con ERC y ese marco creado para la investidura se mantiene para la legislatura como una comisión de seguimiento parlamentaria. Será ahí donde se aborde el apoyo de los de Gabriel Rufián a distintas iniciativas parlamentarias, entre ellas los Presupuestos Generales del Estado. “Sin mesa no hay legislatura”, advirtió el portavoz republicano a Sánchez durante el debate de investidura.

Calvo ha explicado este lunes que la constitución de esa mesa de diálogo corresponde ahora a ERC y JxCat en tanto en cuanto son “dos partidos” que forman el Govern y solo uno de ellos ha pactado la puesta en marcha de la negociación bilateral. De hecho, el presidente catalán, Quim Torra, despreció inicialmente ese instrumento y, después, condicionó su puesta en marcha a una reunión previa con Sánchez.

ERC, clave para la legislatura

“Nosotros ya hemos cumplido”, ha expresado Calvo este lunes en una conversación con periodistas en referencia a que España ya cuenta con un Gobierno. Por tanto, la mesa se puede reunir por primera vez en ese margen de dos semanas. La vicepresidenta ha asegurado, además, que Sánchez concertará una cita con el jefe del Ejecutivo catalán pronto. El socialista ha reconocido que la situación jurídica de Torra se resolverá “más adelante” cuando el Tribunal Supremo se pronuncie sobre la sentencia por inhabilitación dictada por una instancia inferior.

Los socialistas son conscientes de que la negociación con Catalunya es decisiva ya no solo para la resolución de un conflicto que se prolonga desde hace casi una década sino porque de ella depende en buena medida la vida del Gobierno. El Ejecutivo necesita sacar adelante al menos las cuentas públicas de 2020 para no encontrarse en una situación inviable y sabe que no puede contar con Ciudadanos.

La intención de Sánchez es que los presupuestos salgan adelante en el primer trimestre del año. En una conversación informal con periodistas tras su toma de posesión, la ministra de Hacienda y nueva portavoz, María Jesús Montero, admitió que necesitarán al menos la abstención de ERC para que se aprueben. Los republicanos catalanes presentaron una enmienda a la totalidad a las cuentas de 2019 que provocó el adelanto electoral del 28 de abril.

Por ahora socialistas y republicanos no han cerrado un acuerdo presupuestario -el PSOE ha conseguido el 'si' del PRC tras la crisis por el rechazo a la investidura por parte del diputado del partido de Miguel Ángel Revilla-. “ERC es de ir paso a paso. Ellos no comprometen nada hasta ver pasos”, ha explicado Montero, que pretenden presentar los presupuestos “a la mayor brevedad”, aunque admite que en enero es ya complicado.

Fuentes del PSC, no obstante, se muestran optimistas respecto al apoyo de la formación independentista. “El cogollo de ERC está por la labor. Si no hay Presupuestos Generales del Estado no hay presupuestos en Catalunya”, que consideraban, por ello, que la legislatura “tiene bases” para durar.