El presidente de Vox, Santiago, Abascal, ha desvelado este lunes que ha mantenido estos días contactos con personas de todo tipo –políticos, expolíticos y “personalidades de la sociedad civil”– para intentar impulsar una moción de censura contra Pedro Sánchez y estudiar un “candidato de consenso” que la pueda encabezar. Algunos de sus interlocutores, como dice que han desvelado ellos mismos, han sido la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas; la ex líder de UPyD, Rosa Díez; Alejo Vidal Quadras, exdirigente del PP y de Vox, o el empresario y exdiputado de Ciudadanos Marcos de Quinto. También ha dicho que ha hablado con dirigentes del PP “de distinto nivel”, aunque ha rehusado especificar sus nombres alegando que no tiene “autorización” para ello y debía ser “discreto”.
En rueda de prensa en la sede del partido, Abascal ha insistido en que debe ser el principal partido de la oposición el que debe dar ese paso para derrocar al Gobierno de Pedro Sánchez pero ante la negativa del partido que dirige Alberto Núñez Feijóo ha adelantado que su formación “va a seguir adelante con la idea de unir fuerzas” con el fin de presentar esa iniciativa y “convocar elecciones generales de inmediato”, y así se lo ha hecho saber ya al PP. “Estamos cumpliendo con nuestra obligación y vamos a seguir haciéndolo”. “Debemos usar todas las herramientas de las que disponen los diputados y una de esas herramientas es la moción de censura que ya la hemos utilizado en otra ocasión”, ha señalado.
A Abascal no le vale que si Vox es el que presenta la moción el PP se abstenga porque cree que esa es “una postura poco comprometida” dado que a su juicio “estamos viviendo el momento más delicado de la democracia española en los últimos 40 años, estamos viviendo un golpe al estado de derecho y al Tribunal Constitucional”. “Ante la gravedad de la situación, nosotros actuamos en consecuencia. Nosotros nos creemos lo que decimos, no estamos en un teatrillo ni en un paripé”, ha apostillado.
El líder de Vox ha aprovechado para calificar como “endeble y triste” el argumento de la dirección nacional del PP de que no dan los números para que prospere la moción de censura. “Eso de que no dan los números, ya lo veremos”. “Es el argumento más endeble y triste que puede presentar un diputado”, ha sostenido. “Con esa argumentación entonces dejemos de presentar proposiciones de ley porque no vamos a hacer más veces el ridículo en el Parlamento y mejor nos vamos a casa a esperar a que se convoquen las elecciones”, ha añadido. Dicho esto, ha dejado caer que cree que si los diputados del PSOE “pudieran votar en secreto”, más de uno podría dar la sorpresa de apoyar la moción, “eso no lo dudo”.
En su opinión, el otro día algunos socialistas votaron la rebaja del delito de sedición “obligados y amenazados” y también tuvieron que ponerse en pie para aplaudir todos al Gobierno por mandato de la dirección del grupo. “Ya hemos visto cómo han votado en bloque pero también sabemos que el Partido Socialista es una máquina de terror para sus propios diputados. El otro día les hicieron levantarse a todos simultáneamente como si de un cuartel se tratase, en un ruido estruendoso, con todos los diputados en pie para apoyar la rebaja del delito de sedición que permite dar un golpe a la Constitución en España”, ha afirmado. “Quiero confiar en que hay algunas personas ahí que todavía creen en la democracia aunque creo que el Partido Socialista es un partido absolutamente perdido y que se ha convertido en un peligro para España”, ha remachado después.
El líder de la extrema derecha ha reiterado que es necesario esa moción “para poder explicar a los españoles que aún no son conscientes la gravedad de la situación, del asalto a las instituciones que estamos padeciendo”. Y también porque “la moción de censura es una manera óptima y eficaz de informar a la comunidad internacional, muy especialmente a la Unión Europea, del hecho de que socialistas y comunistas están poniendo en graves riesgo el sistema democrático en España”. Es más, ha acusado de nuevo Sánchez de ser capaz de preparar un escenario en el que podría dar un “autogolpe” como el de Pedro Castillo en Perú y “no ser detenido ni juzgado” porque los delitos de los que pudiera ser acusado ya “habrían sido derogados”.
De momento Abascal no ha puesto fecha para materializar en el registro esa iniciativa contra el Gobierno para la que espera finalmente encontrar apoyos suficientes en otros partidos.