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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Abascal da a Sánchez Dragó algunas claves de su programa: menos impuestos, cadena perpetua y servicio militar

Santiago Abascal perfila algunas línea de su programa electoral en el nuevo libro de Fernando Sánchez Dragó, España vertebrada. Este nuevo lanzamiento consiste en una charla de tres días que mantienen el escritor y el político, un mes después del éxito electoral de Vox en Andalucía. En ella abordan asuntos personales del presidente del partido y destacan algunos de los ejes ideológicos de Vox.

Abascal aboga por “suprimir y rebajar todos los impuestos”, por la cadena perpetua, por la supresión de la publicidad institucional en los medios de comunicación, por la eliminación del Ministerio de Cultura y por cuestionar las ayudas públicas que reciben las ONG que rescatan a inmigrantes en el mar. Además, se ratifica en una consigna de tintes trumpistas: la construcción de un muro en Ceuta y otro en Melilla.

El presidente de Vox reconoce desde el inicio de esta larga entrevista, editada por Planeta, que se siente “incómodo” en esta conversación. “Me formulas preguntas que nunca me han hecho y me hablas de cosas en las que jamás he pensado. Algunas me descolocan”, dice a Sánchez Dragó. De vez en cuando, el periodista y escritor Kiko Méndez Monasterio, presentado en el libro como “hombre de confianza de Abascal”, participa en algunas contestaciones para apoyar a su jefe.

Por ejemplo, Méndez Monasterio explica que Vox apuesta por “un servicio de ámbito nacional que sea voluntariamente castrense”, cuando el entrevistador pregunta al líder del partido sobre la mili. Sánchez Dragó le llega a proponer a Abascal que lo incluya en su programa porque “permitía entrar en contacto con gentes de distintos orígenes geográficos, de distinto nivel de vida, de diferente clase social”. “Te cojo la palabra. Si aún no he conseguido meterla en Vox es porque sus miembros se me resisten”, apunta el presidente de la formación de extrema derecha, que reconoce que él no hizo ese servicio militar. Se ha limitado a jurar bandera como civil.

Relaciones internacionales del partido

Otro de los puntos en los que trata de indagar el entrevistador son las relaciones internacionales que mantiene esta formación. “¿Ves? Ahí me pillas. Ése es un mundo en el que no tengo demasiadas convicciones, más allá de nuestro compromiso de actuar siempre en pro de los intereses de España”, responde Abascal, preguntado sobre política internacional.

Referente a este asunto, el protagonista del libro reconoce que durante los meses de campaña electoral no van a desvelar ninguna alianza porque “sería una hipoteca” que les “condicionaría durante sabe Dios cuánto tiempo”. Aún así, asegura que rechazó una reunión con algún representante del Gobierno ruso “por prudencia”.

En relación al viceprimer ministro y ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, critica que publicase un tuit apoyando a “los golpistas catalanes”. Méndez Montasterio también intercede en este asunto asegurando que este político “reconsiderase su postura, como en efecto hizo, fue un éxito diplomático de Vox”.

Asimismo, Abascal se pronuncia sobre el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, otro de los líderes que ha inspirado alguna de las estrategias que electorales que está desarrollando Vox en España. “Tengo la impresión de que no es demócrata y de que en el fondo, aunque disimule, preferiría un régimen autoritario”, reflexiona.

Durante esta larga charla que mantienen entrevistador e interlocutado el tono es muy cordial, intercalan bromas y risas y Sánchez Dragó llega a reconocer su simpatía por los postulados de la formación de Abascal. De hecho admite que apoyará a Vox en las próximas elecciones. La transcripción del encuentro también destila en varios capítulos comentarios machistas. Por ejemplo, cuando el escritor se refiere a la líder alemana Angela Merkel llega a asegurar que “posaderas le sobran para recibir azotes”, en alusión a las críticas que los de Abascal dirigen a la canciller.

Críticas al aborto

Otro de los puntos, sobre los que se posicionan estos dos hombres es la interrupción voluntaria del embarazo. El presidente de Vox considera que “hay personas que entienden el aborto como un método anticonceptivo, como una práctica eugenésica”. En relación a este tema, el escritor considera que las mujeres que se encuentran en estado de gestación “solo son el vehículo donde viaja otra persona”. “Imagina que el taxista dice: ‘Oiga, que el coche es mío y lo que hay dentro también’. Y va y liquida al pasajero”, añade. Una argumentación que Abascal no contradice. “Es fácil de entender, pero a condición de que no te hayan lavado el cerebro”, tercia el político.

No dejan tampoco a un lado la opinión del presidente del partido sobre la adopción de menores por parte de parejas homosexuales. “Lo mejor para los niños es disfrutar de los dos modelos: el paterno y el materno, el femenino y el masculino”, apunta Abascal. De esta manera, evita el reconocimiento del derecho de las personas LGTBI a formar una familia. La posición del partido sobre las relaciones igualitarias es parecida, cuestionan que la unión entre dos hombres o dos mujeres sea un matrimonio.

Posesión de armas

Una de las medidas concretas que aporta el líder de esta formación es la supresión del Ministerio de Cultura. “Creo que sobra”, se limita a responder. Abascal también explica en el libro que aboga por la cadena perpetua, así como “el deber y el derecho” de tener armas para protegerse en el hogar. Aunque se muestra en contra de la pena de muerte, sí considera que “hay personas que deben pudrirse entre rejas”. “En Vox lo llamamos cadena perpetua, sin posibilidad de revisión ni de libertad provisional ni de remisión de pena”, apunta.

Además, en este capítulo en el que los dos interlocutores divagan sobre el derecho a tener armas, reconoce que se tomaría la justicia por su mano si agrediesen sexualmente a su vástaga. “Si un malhechor violase a mi hija, yo mismo lo mataría. Pero entiendo que el Estado me lo impida”, apunta. De esta forma abordan el debate sobre la posesión de armas que pretende abrir Vox.

Más allá de temas de actualidad, también abordan el 18 de julio de 1936. Para Abascal este golpe de Estado “fue un movimiento cívico militar”. “En él no intervino todo el Ejército, sino sólo una parte. Tenía que ser así. En aquel momento, como dices, la nación estaba partida por la mitad”, apunta.

Cuestionado sobre la legalización del cannabis

A pesar de extenderse durante más de 200 páginas sobre la situación política, Abascal no realiza un desglose detallado de su próximo programa electoral. En relación a temas económicos, abogan por rebajar todos los impuestos y eliminar “los de patrimonio, sucesiones, donaciones, pensiones”. Sobre inmigración, además del muro en Ceuta y Melilla, quiere poner “fin a todas las subvenciones recibidas por quienes, en connivencia con las mafias, ayudas a los traficantes de personas”. Asimismo, apuesta por suprimir la publicidad institucional y evitar las puertas giratorias, aunque sobre estas últimas no detalla cómo se plantea hacerlo.

Sánchez Dragó le pregunta también sobre la legalización del cannabis. “¿Darías ese paso, de pura lógica, que los maricomplejines no se atreven a dar?”, le pregunta. Abascal no concreta. “Soy persona prudente, Fernando. Así que lo que vamos a hacer cuando lleguemos a la Moncloa es nombrarte gobernador de la ínsula de Barataria y te autorizaremos a que allí lo pongas en práctica. Y si sale bien, lo extenderíamos al resto del país”, sentencia.

— Sánchez Dragó: Pues a mí me suena haber leído alguna declaración tuya en la que le dabas le dabas leña [a Putin]. Igual eran fake news o algo así, pero venías a decir que ojo con Putin

— Abascal: De verdad que no, Fernando. Nunca me he metido con él. Me limité a descartar una reunión. Solo eso.

— Sánchez Dragó: ¿Y por qué lo hiciste?

— Abascal: Por prudencia.