Madrid, 7 jul (EFE).- Instituciones Penitenciarias ha resuelto la progresión a tercer grado, régimen abierto, de tres presos de la banda terrorista ETA, Sebastián Echániz Alcorta, condenado por varios atentados en los que fallecieron siete personas, Jesús María Martín Hernando y Oier Urrutia González.
Como establece el reglamento la resolución se produce a propuesta de las juntas de tratamiento de los centros en los que cumplen condena los internos, informa la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.
Sebastián Echániz ingresó en prisión el 21 de diciembre de 2002 y cumple una condena de 30 años acumulada por asesinatos, atentado, robo con violencia y utilización ilegítima de vehículo a motor.
Fue condenado por su participación en los asesinatos en 1981 del guardia civil Joaquín Gorjón y del teniente coronel del mismo Cuerpo Luis Cadarso, cuando ambos ya estaban retirados, en sendos atentados cometidos en Basauri (Vizcaya), y del teniente coronel del Ejército Ramón Romeo Rotaeche ese mismo año en Bilbao.
Asimismo por los asesinatos cometidos en 1982 de tres personas -dos de ellas policías nacionales- en Sestao (Vizcaya) y del jefe de la Policía Municipal de la localidad vizcaína de Baracaldo José Aibar Yáñez.
Sebastián Echániz cumplió las tres cuartas partes de la condena en abril de 2019, ha renunciado a la violencia, ha reconocido y lamenta el daño y el dolor causados, acepta la legalidad penitenciaria y está pagando la responsabilidad civil que se le impuso.
La Junta de Tratamiento del centro penitenciario de Asturias propuso su progresión a tercer grado y su traslado a la Sección Abierta de la prisión de San Sebastián.
Por su parte Jesús María Martín Hernando ingresó en prisión el 29 de octubre de 2010 y cumple una condena de 18 años de cárcel por atentado y utilización ilegítima de vehículo de motor.
Fue condenado por colaborar en el asesinato del exsargento mayor de la Ertzaintza Joseba Goikoetxea en 1993.
Jesús María Martín Hernando cumplió las tres cuartas partes de la condena en julio de 2019, ha admitido la legalidad penitenciaria, rechaza la violencia, ha reconocido el daño causado y ofrece hacerse cargo de la responsabilidad civil que le corresponde.
La Junta de Tratamiento del centro penitenciario de Álava propuso su progresión a tercer grado y su destino a la Sección Abierta de la prisión de Bilbao.
Oier Urrutia González ingresó en prisión el 5 de abril de 2009 y cumple una condena de 14 años de cárcel por depósito de armas y explosivos y pertenencia a organización terrorista.
Cumplió las tres cuartas partes de la pena en septiembre de 2019 e igualmente ha admitido la legalidad penitenciaria, ha manifestado su rechazo a la violencia, ha reconocido el daño causado y no tiene responsabilidad civil a la que hacer frente.
La Junta de Tratamiento del centro penitenciario de Logroño ha propuesto su progresión a tercer grado y su traslado a la Sección Abierta de la prisión de Álava.
En un comunicado la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) denuncia que “el Ministerio del Interior cede a una reivindicación histórica de ETA y deroga de facto la política de dispersión” de los presos de la banda terrorista.
“Desde el mes de mayo se han concedido siete terceros grados y quince traslados, cinco de ellos a cárceles cercanas a los domicilios de los presos”, añade la AVT.
Agrega que asiste “con asombro, indignación, tristeza y estupor cómo poco a poco se acerca más el objetivo del entorno de ETA, que es el de vaciar las cárceles”.
La AVT recuerda que el pasado viernes solicitó una reunión de carácter urgente con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que a su juicio “se hace ahora más necesaria”, apostilla.