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La actitud de Vox ante las negociaciones para formar gobiernos desconcierta a la dirección del PP

García Egea y Casado, este martes, durante la reunión del Comité de Dirección del PP.

Iñigo Aduriz

La particular estrategia de Vox en las negociaciones para formar ayuntamientos y gobiernos autonómicos, que le ha llevado a anunciar en varias ocasiones la ruptura de sus contactos con el Partido Popular –la última, este mismo martes–, está empezando a hacer mella en la relación y la confianza entre el partido de extrema derecha y los populares.

La dirección del PP, que insiste en que la vía con la formación de Santiago Abascal no solo se mantiene abierta sino que entre ambos partidos existe un “contacto permanente”, se confiesa desconcertada ante los permanentes giros de guión de la fuerza extremista, socia imprescindible para que el pasado día 15 los populares alcanzaran el poder en algunos de los principales ayuntamientos del país –como el de Madrid–, así como para poder formar gobiernos autonómicos como los de la Comunidad de Madrid, Castilla y León o la Región de Murcia en las próximas semanas.

La última “deslealtad” de Vox se producía este martes cuando, por sorpresa, la formación de extrema derecha hacía público el documento firmado en secreto con el PP el 15 de junio, que contemplaba “gobiernos de coalición” entre las dos fuerzas políticas y Ciudadanos en los ayuntamientos así como la entrada de los de Abascal en concejalías.

Según el partido extremista los populares incumplieron ese pacto en la ciudad de Madrid al no lograr ningún puesto en la Junta de Gobierno de la ciudad, por lo que decidían romper las relaciones con el equipo de Casado y renunciar a los cargos que les puedan ofrecer ahora los populares en ese y otros consistorios.

Contacto telefónico

La decisión de Vox causaba asombro en la sede nacional del PP de la calle Génova 13. Según explicaban fuentes de la dirección nacional, esa misma mañana hubo contacto telefónico entre el secretario general de los populares, Teodoro García Egea, y el portavoz del partido de extrema derecha en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros. Una conversación en la que en ningún caso se anunció esa ruptura de las relaciones que después Vox relató en rueda de prensa. Es más, ambos se emplazaron a volver a hablar este miércoles.

En rueda de prensa, García Egea restaba importancia al anuncio de ruptura de la extrema derecha, consideraba que el acuerdo suscrito con Vox sigue vigente y recordaba a los de Abascal la necesidad de “respetar los 20 días” de plazo “desde la fecha de investidura” fijados en su acuerdo para nombrar esos cargos prometidos al nuevo partido, que en el caso de los ayuntamientos se cumple el próximo 5 de julio.

El texto pactado señala, en concreto, que “una vez elegidos los gobiernos de coalición PP-Ciudadanos-Vox, y en el plazo máximo de 20 días naturales contados desde la fecha de investidura, se nombrará a las personas indicadas por Vox en cada ayuntamiento en distintas concejalías de gobierno y responsabilidades directivas en entes municipales, que en número y presupuesto guardarán proporción a los resultados obtenidos por Vox en cada población”.

El PP insiste en que no ha incumplido el pacto: fuentes de la dirección recalcan que a la extrema derecha le han dado concejales en municipios como El Ejido, Roquetas de Mar (ambos en Almería) o Majadahonda (Madrid), y que en la ciudad de Madrid se les darán cargos directivos “acordes a la disponibilidad” de los cuatro concejales de 57 que Vox mantiene en el consistorio de la capital, dos de los cuales, recuerdan, “son además diputados en el Congreso”.

“No hemos firmado que sean concejales de gobierno”, sostienen desde la cúpula de los populares, que consideran desproporcionadas las exigencias de los de Abascal. “No puede ser que cuatro concejales quieran seis cargos”, ironizan.

“No es un reparto de sillas”

El equipo de Casado recuerda que, según la legislación vigente, además de las concejalías son órganos de gobierno municipal “ejecutivos de dirección política y administrativa” como los miembros no electos de la Junta de Gobierno, por lo que sugieren que el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, ofrecerá a Vox antes del 5 de julio alguno de esos puestos, que hasta ahora se barajaban como presidencias de distrito.

La dirección del PP está molesta porque Vox haya hecho público el documento de su pacto que hasta ahora los populares se resistían a enseñar y que en su tercer punto especifica que “las partes mantendrán la discreción” sobre el mismo. De hecho, la dirección del PP considera que dado que la extrema derecha ha incumplido ese tercer apartado, el acuerdo se podría “dar por roto”, aunque su intención es mantenerlo.

La publicación del texto puede complicar sus acuerdos con su principal socio, Ciudadanos. Los de Albert Rivera aprobaron en su Ejecutiva rechazar cualquier acuerdo de gobierno con el partido de extrema derecha, pero en el pacto entre los populares y Vox se habla de “gobiernos de coalición PP-Cs-Vox”.

Génova resta importancia a este aspecto y no cree que el contenido del acuerdo vaya a enfadar a Ciudadanos. “Esto no es un reparto de sillas, es la formación de gobiernos muy serios, de los que dependen miles de familias y la inversión que se atrae. Debemos establecer los programas que se quieren desarrollar y las personas que los van a hacer, más allá de si tienen el carné de una determinada formación política”, zanjaba García Egea este martes.

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