Pedro Sánchez ha dado la orden a su equipo de pisar el territorio para vender la gestión del Gobierno en un momento en el que se encuentra en horas bajas si se hace caso a las encuestas. Y la estrategia no se ha hecho esperar: Moncloa ha desplegado a los ministros en la campaña andaluza en la que el PSOE vislumbra quedarse fuera de la Junta por segunda vez tras 37 años ininterrumpidos de poder.
Todo obedece al ritmo que quiere imprimir Sánchez hasta el ciclo electoral de 2023, que comenzará con las municipales y autonómicas de mayo y culminará a final de año con las generales. Moncloa se conjura para alejar el clima de cambio de ciclo que empieza a vislumbrarse y que en el Gobierno atribuyen a una táctica de la derecha. Así se lo dijo el presidente a sus parlamentarios la semana pasada en un discurso en el que acusó al PP de hacer “ruido” y alimentar la “crispación” para evitar que se hable de logros del Ejecutivo como los datos de empleo o la creación de contratos indefinidos. “No podemos hacerles el juego, debemos argumentar con pasión y convicción, sin gritos y con serenidad nuestra acción política. Insistir en hablar una y otra vez sobre aquello que importa a la ciudadanía”, le dijo a los suyos: “Frente a la estrategia de embarrarlo todo, lo que debemos hacer es perseverar en la agenda social”.
La agenda del Gobierno recoge una multiplicación de la presencia de los ministros socialistas en Andalucía coincidiendo con el arranque oficial de la contienda. Esta semana han tenido actos oficiales en Andalucía y siete ministros –algunos como la portavoz, Isabel Rodríguez, o el de Agricultura, Luis Planas– han repetido. La idea del despliegue es presumir de la acción del Ejecutivo en su tradicional bastión, donde los socialistas no terminan de despegar.
“Hay una clara disposición política en acompañar al mercado laboral a las empresas, lo hemos hecho con la ley de Formación Profesional y los fondos de recuperación: más de 5.500 millones de euros. Eso se traduce en Granada en la posibilidad de que existan 19.000 nuevas plazas de formación profesional”, expresó Rodríguez en una visita a un instituto en Motril. Ese acto estaba autorizado por la Junta de Andalucía.
Pero la mayoría de eventos en los que participan los ministros socialistas se circunscriben a localidades gobernadas por el PSOE. El lunes las titulares de Educación, Pilar Alegría, y Sanidad, Carolina Darias, visitaron los ayuntamientos de Vícar (Almería) y Benalup-Casas Viejas (Cádiz), respectivamente. Martes y miércoles el Gobierno casi en pleno estuvo en Madrid con motivo de la sesión de control en el Senado y la comparecencia de Sánchez en el Congreso, a excepción de Margarita Robles, que visitó la base militar de Rota para la presentación de la Operación 'Sea Guardian' de la OTAN.
El jueves y el viernes se produjo un desembarco. La portavoz, que estaba en Málaga para acudir a un banco de alimentos, incluyó una visita al mando avanzado desde el que se hace el seguimiento del incendio de Sierra Bermeja –al que al día siguiente acudió el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, antes de un acto de partido programado previamente–. La ministra de Sanidad acudió al Ayuntamiento de Lucena (Córdoba) dirigido por el PSOE y la de Ciencia, Diana Morant, visitó el Instituto de Astrofísica de Andalucía (Granada). La mayoría de ellos aprovechó su presencia oficial para tener actos de partido posteriormente.
Uno de los mayores reclamos del PSOE es el titular de Agricultura, Luis Planas, que tiene previstos un total de siete actos de partido en las dos semanas que dura la campaña. Su presencia no es baladí en un momento en el que los socialistas temen el arraigo que Vox está teniendo en el campo, un sector que tradicionalmente ha sido un granero de votos para el partido que dirige Sánchez. A los mítines del partido, Planas ha agregado una nutrida agenda institucional esta semana con visitas a varios municipios gobernados por el PSOE y reuniones con sectores estratégicos como pescadores, cazadores o ganaderos a los que el ministro trata de tranquilizar.
“Yo no sé de fotos, pero sí de apoyar a los ganaderos, que es de lo que se trata”, expresó en las instalaciones de la Cooperativa Ganadera del Valle de los Pedroches (Covap), a las que asistió como parte de su agenda oficial. “En lugar de echarme una foto con una vaca, traigo las ayudas para permitir que los ganaderos tengan una explotación rentable”, agregó el ministro en referencia a la imagen del presidente andaluz, Juanma Moreno, con una vaca. Preguntado por qué las medidas del Gobierno enfocadas al campo, como la ley de cadena alimentaria y la prohibición de la venta a pérdidas, no están teniendo rédito electoral para el PSOE, Planas lo atribuyó a las “noticias falsas” vertidas contra el Gobierno desde la derecha. “Estoy absolutamente convencido, confiado, en que nuestros sectores rurales, como los urbanos, votarán en absoluta libertad, que para eso, evidentemente, somos una democracia, pero que sabrán juzgar también la acción de un Gobierno, que es un Gobierno que, evidentemente, yo me encargo de ello, por la tarea que me ha encomendó el presidente, está volcado de cara a nuestros agricultores, a nuestros ganaderos y a nuestro medio rural, a pesar del ruido”, zanjó en la última rueda de prensa en Moncloa.