Las elecciones generales se acercan y Albert Rivera sigue entregado en cuerpo y alma a su intensa agenda de actos presentando a sus rutilantes fichajes 'estrella' -algunos con un currículo poco ejemplar- con los que cree que remontará en las encuestas mientras esquiva el escándalo de las primarias como si ese asunto no fuera con él. “Es un tema ya resuelto. La Comisión de Garantías y Valores del partido ya ha contestado al respecto y no hay nada”, aseguró el pasado lunes durante su visita a las Fallas de Valencia.
Pero en la dirección del partido saben que eso no es verdad, que el tema, lejos de quedar zanjado, sigue arreciando tras el empeño de varios de los aspirantes a primarias de airear más irregularidades que huelen a fraude tras el fiasco de Silvia Clemente en Castilla y León. Allí ahora no saben qué hacer con la exdirigente del PP, un fichaje de José Manuel Villegas, el número dos de Rivera, “y no de Albert”, según recalca a eldiario.es un miembro de la Ejecutiva, que destaca que mientras otros independientes reclutados para el “proyecto” han sentido el calor del líder, Clemente, no.
De momento, no la han incluido en las listas a las generales ni se vislumbra que el candidato de Ciudadanos en Castilla y León tras descubrirse el pucherazo, Francisco Igea, consienta que encabece alguna candidatura autonómica. Luis Garicano, que no tuvo reparos en situarse enfrente del aparato apoyando al diputado finalmente ganador, tampoco quiere abrirle las puertas de su candidatura al Parlamento Europeo, muy deseada por los que se han quedado fuera del reparto del 28A . El hasta ahora coordinador económico del partido, con su decisión, ha provocado que Rivera y sus más fieles escuderos se distancien de él.
Los denunciantes impide dar carpetazo a la crisis
Los planes de Rivera era pasar cuanto antes página de todo este episodio. En el partido incluso habían decidido dar carpetazo a las quejas de los cuatro afiliados que habían pedido explicaciones -el madrileño Juan Carlos Bermejo; el castellano manchego José Ramón de Lorza; José López, de Cantabria y Leonardo Pérez, de Murcia -, tras enviarles unos cuantos datos que habían pedido sobre las votaciones. Pero eso no les ha aplacado.
Dos de ellos, Bermejo y De Lorza, ya han avisado de que si la Comisión de Garantías no les envía detalles “nítidos” de las votaciones se darán de baja en el partido. La amenaza no ha impresionado a la cúpula de Ciudadanos, que sigue ninguneando a estos afiliados, pero el temor a que el caso termine en los tribunales va a obligar a la dirección del partido a cambiar de estrategia con el fin de acallarles ante la repercusión mediática que están consiguiendo.
Según adelanta Bermejo a eldiario.es, él está a la espera de que el Comité de Garantías le envíe la semana que viene un informe más pormenorizado con las horas de las votaciones y las IPs desde donde se emitieron. Para ello le indicaron que tenía que firmar una cláusula de confidencialidad, que el madrileño no ha aceptado. Su equipo, entre tanto, sigue recabando datos.
El que se siente peor tratado es José Ramón de Lorza. El aspirante a la Junta de Castilla La Mancha, perdedor sin discusión de las primarias frente a la candidata oficialista, Carmen Picazo, acudió este martes a Madrid a intentar entregar en la sede del partido documentación de sus quejas. De Lorza, que pide que se invaliden y se repitan esas primarias, convocó en la puerta de Ciudadanos a los periodistas con los que se desahogó ante la atenta mirada de varios trabajadores de la casa. Sin embargo, el partido no le ofreció siquiera una sala donde dar la rueda de prensa. “El desprecio es total. Que ni siquiera me invitaran a hacer la rueda de prensa en la sede del partido, que es de todos, es alucinante”, asegura.
En esta autonomía el malestar por las primarias y los fichajes ajenos al partido ha llevado a que más de la mitad de la Junta Directiva de la Agrupación Local en Talavera de la Reina haya presentado su dimisión y solicitado al partido la baja de afiliación. Consideran que la formación está “adoptando prácticas que le apartan de sus valores y le empujan peligrosamente a formar parte de aquello que quería combatir”. También lamentan la llegada de candidatos que “no tienen ninguna vinculación con la provincia”.
Una de los cosas que más les ha molestado a los denunciantes son las declaraciones de Juan Carlos Girauta, que afirmó en una entrevista en TVE que “quienes han perdido digan 'ahora es el momento en el que yo puedo hacer mas daño' al partido” y que “hay gente que persigue solo su interés personal”. De Lorza se indigna y replica que nunca ha hablado de “pucherazo” y que lo que busca tanto él como sus compañeros es que estos procesos sean de verdad “democráticos y limpios”.
“La crisis de las primarias no va a afectarnos el 28A”
A pesar de reconocer cierta “preocupación”, el círculo de Rivera insiste en que esta nueva crisis por las primarias no les pasará factura el 28A. Otros dirigentes no opinan igual y creen que va a ser difícil enterrar esta “mancha” en la marca de un partido que presume de “limpieza y transparencia” y que pone sus primarias como ejemplo a seguir. “Lo están gestionando fatal. A mí me da mucha vergüenza lo que estoy viendo”, reconoce en privado un diputado que no repite en las listas al Congreso. Como él, muchos más están convencido que el pucherazo de Castilla y León no es un hecho aislado. Las denuncias vienen de lejos.
La crisis de las primarias se suma a otros errores y polémicas decisiones que ha ido acumulando Rivera en las últimas semanas, como la foto con Vox en Colón tras el pacto en Andalucía, el veto al PSOE como aliado postelectoral, o el descabezar Catalunya para que Arrimadas le apoye en las generales. La imagen de la portavoz nacional “gusta” entre un sector del empresariado y de algunos medios de comunicación que ahora dudan de Rivera. “Si los dos se enfrentaran a unas primarias, sin duda ganaría Inés”, se aventuran a vaticinar algunos en el partido.
Todo este cúmulo de circunstancias ha llevado a Ciudadanos a sufrir en muy poco tiempo un inesperado bajón en las encuestas justo cuando no paraban de escalar puestos colocándose casi por encima del PP. Ese declive que pronostican los sondeos ha hecho cundir las alarmas internas.
Aunque nadie duda de que en estas generales elevarán notablemente su representación en el Congreso, el miedo a una remontada del PP y a una fuerte irrupción de Vox -a los que en Ciudadanos han empezado a atacar para distanciarse de ellos- se ha metido en la piel de algunos de los actuales dirigentes que han sido relegados a puestos de riesgo en las listas, al ser desplazados por tanto fichaje de “talento” exterior. De hecho, no todos los miembros de la Ejecutiva tiene asegurado su escaño en el Congreso.
Pero Rivera sigue inalterable, repartiendo carteras de su hipotético Gobierno a diestra y siniestra antes de conocer siquiera los resultados de las urnas. De momento, ya se ha comprometido a nombrar ministro del Interior al exdirigente socialista Joan Mesquida; a hacer ministro de Justicia a Edmundo Bal, de Economía, al exvicepresidente de Coca-Cola, Marcos de Quinto; de Igualdad, a la abogada de etnia gitana, Sara Giménez, y a la expresidenta de ATA de Castilla y León, Soraya Mayo, responsable de una cartera que se ocuparía del Emprendimiento y Autónomos. Y aún no ha comenzado oficialmente la campaña electoral.