Unidad, sí, pero sabiendo para qué. Con este planteamiento acude este jueves Albert Rivera a su cita en la Moncloa con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para hablar de la nueva situación de Catalunya. La entrevista tiene lugar cuarenta y ocho horas después de la que ha celebrado Rajoy con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para sondear los pasos a seguir tras las alusiones a la república catalana hechas por el nuevo President de la Generalitat, Quim Torra, durante el debate de su investidura.
Una declaración de intenciones que para Rivera demuestra que es necesario actuar ya, antes de que el nuevo Govern vuelva a saltarse la legalidad, como pasó con Puigdemont y la DUI. Y así se lo pedirá a Rajoy con el que que mantiene grandes discrepancias sobre cómo afrontar el reto del separatismo en Catalunya.
Rivera va crecido a esta nueva cita en la Moncloa, a sabiendas de que el auge de su partido en todas las encuestas preocupa mucho “al bipartidismo”. Además, está convencido de que su postura, mucho más dura que la de Rajoy y Sánchez, es la que demanda la ciudadanía constitucionalistas en Catalunya.
Por su parte, Pedro Sánchez coincidió con el Presidente en que la respuesta debe ser “pactada” y “proporcional” ante “cualquier eventual desafío” y siempre “en defensa de la legalidad en Cataluña”.
Rajoy y Sánchez resucitan la unidad del “bipartidismo”
Pese a sus palpables diferencias en otros asuntos, el líder del PSOE y Rajoy han querido que se visualice que los dos grandes partidos se bastan y se sobran solos para hacer frente a “un tema de Estado” tan importante como es el desafío secesionista en Catalunya. De ahí que Rajoy haya decidido relegar de nuevo a un segundo plano a Rivera y recibirle después que a Sánchez. Lo que motivó que Rivera a su vez alargara la cita con la excusa de cuestiones de “agenda”.
Al líder de Ciudadanos el orden de las visitas no parece afectarle. Cree que su discurso es el correcto. De hecho, ya advirtió la semana pasada al Presidente del Gobierno, durante la última y dura sesión de control del miércoles, que daba por roto su apoyo al Gobierno en Catalunya. “Solo le apoyaremos si vigilan de cerca a los separatistas. Si no, no podrán contar con nuestro apoyo”. “Hasta aquí hemos llegado con esta displicencia”, aseguró ya en pasillos el líder de Ciudadanos.
Rivera, de todas formas, no quiere tensar más la cuerda. No cree que sea el momento y está de acuerdo en que se debe dar una respuesta “unitaria” de los tres partidos constitucionalistas pero discrepa nuevamente en los tiempos, sobre todo después de la declaración de intenciones de Torra. No en vano lleva insistiendo en que es más necesario que nunca que el artículo 155 siga vigente en Catalunya y que se incluya ahora el control de TVE. Pero el mandato aprobado por el Senado el pasado mes de octubre dejaba claro los límites de su aplicación y que su vigencia caducaba cuando se hubiera establecido un nuevo Gobierno.
Además, Rivera ha pedido por activa y por pasiva a Rajoy que impidiera el voto delegado de Puigdemont y Comín -huidos de España- y que recurra ante el Tribunal Constitucional la investidura de Torra por considerar que ha sido “fraudulenta”. Sin éxito.
Los socialistas ya han dicho que reactivar la aplicación del 155 “costaría menos que la que se produjo en octubre” porque “la primera vez que pones en marcha el 155 lleva acompañadas muchas prevenciones”. El presidente del Gobierno, sin embargo, es partidario de esperar a que Torra se manifieste con hechos.
Desde el PP, no obstante, se ha dejado claro que aunque no haya 155, se mantendrá el control financiero y de las cuentas de la Generalitat a través del Ministerio de Hacienda, con el objetivo de que “los recursos públicos sean destinados al interés general y no al ‘procés”.
En Ciudadanos tampoco han dado todavía una respuesta a la propuesta de Sánchez de reforma el Código Penal para “adecuar el delito de rebelión a la España del siglo XXI”.
El domingo, lanzamiento de la “Plataforma Civil” de Cs
La visita de este jueves a Moncloa y el contenido de ese encuentro con Rajoy será a buen seguro uno de los ejes del discurso de Rivera en el macroacto anunciado para el próximo domingo en el Palacio de Congresos madrileño, en donde presumirá de cómo hay que hacer las cosas en Catalunya.
En el partido no han confirmado aún la presencia entre los invitados a ese acto de Manuel Valls. Pero todo apunta a que la idea de impulsar esa“plataforma civil ciudadana” está pensaba para que el exprimer ministro francés se anime a ser el posible candidato por Barcelona en las próximas municipales. Valls condicionó esa posibilidad a que fuera precisamente “una plataforma abierta” para configurar una lista “transversal” sin señas identitarias de ningún partido.
La Plataforma y el manifiesto que presentará Ciudadanos el domingo durante el acto y al que puede adherirse “cualquiera que se anime”, tiene como fin “unir a los españoles en torno a un nuevo proyecto de España que mira al futuro” a un año de las próximas elecciones autonómicas y municipales de 2019.
Uno de las dirigentes políticos que saludó con bastante entusiasmo la posibilidad de que Valls fuera cabeza de cartel para Barcelona fue Josep Borell, el ex ministro socialista y expresidente del Parlamento Europeo. “Está bien, ¿no?, que en las elecciones municipales no haga falta tener la nacionalidad para poder participar en ellas”, reflexionó el político catalán al enterarse de la noticia por la prensa.
Así que este domingo habrá que estar muy atentos a los invitados que Rivera siente entre el público. En Ciudadanos no descartan “sorpresas”.