El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha pedido este lunes a Rajoy que “no se enroque” y anuncie la convocatoria de unas elecciones generales “inmediatas” para acabar con la doble crisis que afronta España: una “institucional” por culpa de la corrupción del PP, y otra de “valores” para devolver a los españoles “la unidad y la igualdad” frente al “desafío separatista”.
“Hay que dar una salida ordenada a una legislatura agotada”. “Proponemos convocar elecciones para que los españoles voten y elijan”, ha señalado Rivera, que ha sostenido que a su juicio esa es la única manera de superar la situación actual.
“Se lo pedimos al Gobierno de España con la legitimidad moral de haber sido el partido que ha apoyado al Gobierno para sacar adelante los Presupuestos y con la legitimidad también de haber ganado las elecciones en Catalunya”, ha reiterado el líder de Ciudadanos en la rueda de prensa que ha ofrecido tras analizar con su Comisión Ejecutiva Nacional la situación política. Un debate que han celebrado a escasas horas de que tenga lugar en el Congreso el debate sobre la moción de censura impulsada por el PSOE, fijada para este jueves.
“La corrupción ha acabado con la legislatura”, pero también “con el pacto de investidura”, ha reconocido Rivera, que ha adelantado que el Gobierno del PP ya no puede contar con el apoyo de sus 32 diputados, como ha ocurrido hasta ahora.
El líder de Ciudadanos ha insistido en que este es su plan principal, y no una moción de Pedro Sánchez “para que decidan en un despacho los populistas y los separatistas”. “Yo prefiero que decidan todos los españoles con su voto”, ha insistido.
Rivera cree que “nadie entendería” que Sánchez se negara a retirar su moción si Rajoy anuncia antes del jueves que convoca elecciones generales.
Una moción “instrumental”
Pero si este plan fracasa y el presidente del Gobierno “se atrinchera” o “se enroca”, Rivera ha avisado de que tiene un plan B. Y es pedirle a Pedro Sánchez, con el que todavía no ha hablado, que “dialogue” para plantearse la presentación conjunta de una moción alternativa “instrumental” que lidere un candidato de “consenso”, “independiente”, “sin ansias de poder”, con el fin de que los comicios generales se celebren en otoño. ¿Quién?, se le ha preguntado. Rivera no ha concretado pero ha descartado que ese candidato sea Sánchez o él mismo.
“Esta fórmula alternativa a la moción de Sánchez tendría la virtud de no requerir el voto de los separatistas y sería la solución más democrática” ya que su fin es que “voten los españoles”, ha explicado el líder de la formación naranja.
Rivera ha desmentido que su grupo haya intentado buscar apoyos de la diputada Ana Oramas, de Coalición Canaria, o de otros diputados del Grupo Mixto para intentar registrar una moción propia de Ciudadanos. El plazo para hacerlo expira esta misma tarde.
Rivera ha insistido mucho en que es urgente “abrir una nueva etapa de regeneración” en la que se fortalezcan “la igualdad y la unión de los españoles”.
La fórmula de Rivera pasaría, además, por pactar una extensión del artículo 155 en Catalunya “para garantizar los derechos de todos los catalanes y la unión de los españoles”. Y ha dejado esa “responsabilidad” en manos de Sánchez.
Ciudadanos y su variado menú de propuestas
Ciudadanos ha pasado en los últimos días por varias fases. La primera, el mismo día en que se conoció la sentencia de Gürtel, cuando el propio Rivera anunció que “hay un antes y un después en nuestra relación con el Gobierno” y el PP. “No es una sentencia más”, afirmó. El líder de Ciudadanos dio la impresión en su comparecencia en el Congreso de que dejaba entreabierta la puerta a apoyar la moción de censura del PSOE “ante la gravedad” de los hechos recogidos en la sentencia.
Después, pidieron a Rajoy que convocara elecciones generales, cuando la Constitución lo impide al estar ya en marcha la moción de censura. Tras esa petición, a sabiendas de que el presidente del Gobierno no iba a responder, se brindaron a presentar su propia moción “instrumental” con ese fin de ir a la urnas de inmediato. Sin embargo, esta opción tampoco resultaba posible: Ciudadanos no cuenta con suficientes escaños para registrarla (se necesitan 35 firmas de diputados y Ciudadanos solo tiene 32) ni ningún partido que se los preste.
El siguiente paso ha sido exigir al PSOE que retire su moción, y la sustituya por otra conjunta avalada por un candidato “de consenso” que no sea ni Sánchez ni Rivera.
Y de ahí han pasado a lanzar furibundos ataques contra Pedro Sánchez y su moción por considerar que solo persigue formar “un Gobierno Frankenstein”, sustentado por “separatistas” y “populistas”de “los que quieren romper España”. Unos argumentos idénticos a los que utilizaron ante la anterior moción de censura que presentó en el Congreso hace justo un año el líder de Unidos Podemos, Pablo Iglesias. E idénticos a los que esgrimió y sigue esgrimiendo también el PP
Otra de sus excusas para rechazar la iniciativa socialistas es que ante la gravedad de la crisis que se vive en Catalunya quienes “no pueden sacar tajada son los separatistas”.
Rivera, en aquella primera comparecencia en el Congreso, había emplazado cualquier decisión de su partido a la reunión que iba a mantener el Comité Ejecutivo el 11 de junio, alegando que tenía que debatirla con los suyos y dar una respuesta “serena y firme”.
Pero ante la perplejidad que causó que retrasar hasta ese día una decisión, al día siguiente el partido rectificó y adelantó la fecha a este lunes, 28 de mayo. Los 37 miembros de la dirección se han limitado a dar sus opiniones ante unas decisiones que ya están tomadas y explicadas.