Rivera decide subir a defender la postura de su grupo en el debate de Presupuestos en plena tensión con el Gobierno

En plena escalada de tensión con el Gobierno, Albert Rivera ha decidido que será él quien suba esta vez a la tribuna de oradores a defender la postura de Ciudadanos en el debate de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018 que este miércoles comienzan su trámite en el Congreso con la votación de las enmiendas a la totalidad. Ciudadanos no ha presentado ninguna por lo que no intervendrá hasta el jueves por la mañana.

El año anterior ese papel lo jugó el portavoz de Hacienda, Francisco de la Torre. Pero Rivera en esta ocasión quiere ser él el interlocutor de Cristóbal Montoro ante unos presupuestos que considera que llevan la marca “naranja”. Así, de paso, podrá enviar algunos 'recados' a Mariano Rajoy con el que lleva varios días porfiando tanto por la situación en Catalunya como por las supuestas negociaciones que estaría manteniendo el Gobierno con el PNV para amarrarse el respaldo de los cinco diputados vascos a las cuentas del Estado.

A ese clima de tensión está contribuyendo también el silencio que guarda el presidente del Gobierno sobre el futuro de Cristina Cifuentes, cuya dimisión ha reclamado Rivera por activa y por pasiva. Pero el PP ni siquiera ha fijado aún la fecha de la moción de censura que ha registrado el PSOE en la Asamblea de Madrid y que Ciudadanos está decidido a apoyar si antes de que se debata Rajoy no pone un sustituto para presidir Madrid hasta las elecciones de 2019. Aunque en Ciudadanos insisten en desligar este asunto del debate presupuestario.

El debate arranca con la intervención de Montoro

El debate comienza este miércoles a las doce del mediodía con la intervención del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que será el encargado de defender el proyecto de ley. Después subirán a la tribuna los portavoces de los grupos que han presentado enmiendas a la totalidad, es decir, PSOE, Unidos Podemos, ERC, PDeCAT, Bildu y Compromís, que tendrán 30 minutos de intervención.

El debate continuará el jueves a partir de las 9 de la mañana. Rivera subirá a la tribuna tras los portavoces del Grupo Mixto, teniendo en cuenta el criterio de menor a mayor que se estipula en la segunda jornada de estos Plenos, salvo el grupo que sustenta al Gobierno, el PP, que hablará en último lugar.

Después de Rivera le tocará el turno al PNV, que tampoco ha presentado enmienda a la totalidad. Todos los portavoces dispondrán de 20 minutos para fijar posición antes de que Montoro les replique para cerrar el debate para dar paso luego a la votación.

Solo en el caso de que se aprueben las enmiendas a la totalidad por mayoría simple, es decir, más votos a favor que en contra, el proyecto será devuelto al Gobierno. De lo contrario, seguirá su tramitación parlamentaria para que los grupos presenten enmiendas parciales a cada partida. De ahí que los cinco votos del PNV sean cruciales para Rajoy.

La decisión de Rivera de intervenir en este importante Pleno fue confirmada a eldiario.es a última hora del martes por fuentes del grupo parlamentario. Pero tampoco extraña dado el clima de confrontación generado en los últimos días entre Ciudadanos y el Gobierno.

Las nuevas líneas rojas

Rivera ha marcado estos días a Rajoy sus nuevas líneas rojas para mantener su apoyo a los PGE. Por un lado, ha expresado su rechazo rotundo a la posibilidad de que el PNV reclame para el País Vasco la gestión de la Seguridad Social. Y, por otro, le ha advertido de que su partido no tolerará otorgar “privilegios penitenciarios” a los presos de ETA ahora que la banda terrorista ha anunciado su próxima disolución.

Estos dos medidas han sido desmentidas categóricamente por el portavoz del PP, Rafael Hernando, que ha acusado a los de Rivera de “inventarse sandeces” y de realizar “insinuaciones grotescas y humillantes” sobre ETA.

Pero también han sido negadas por el propio Rajoy, que ha recriminado su actitud a Rivera. A su juicio, centrarse en el análisis de “cosas que no son verdad” no dice “nada bueno de la política en general”. Por si no quedaba claro, el presidente ha insistido, en su comparecencia de ayer tras la VI Reunión de Alto Nivel Hispano-Turca, que “absolutamente nadie” le ha hablado “ni de las prisiones ni de la Seguridad Social”. “Al final surge una noticia y estamos debatiendo sobre algo que es lisa y llanamente falso”, ha lamentado.

Pero la desconfianza ha ido creciendo también por la situación en Catalunya y la supuesta utilización de dinero público por parte de los partidos independentistas para el referéndum del 1-O, que el Gobierno niega.

Ciudadanos ha pedido a Montoro que aclare si son ciertos los datos aportados por la Guardia Civil, que ha encontrado dos facturas por valor de 300.000 euros del departamento de Presidencia para gastos relacionados con la consulta independentista.

De modo que Rivera tendrá la oportunidad el jueves de encararse con el ministro de Hacienda, y por ende con Rajoy, al que el secretario general del grupo Miguel Gutiérrez, ha tildado de “irresponsable” por mantener “a día de hoy” que no se destinó ni un sólo euro público a financiar el referéndum cuando la Guardia Civil “ha demostrado” que sí se destinó. Gutiérrez ha llegado a acusar al presidente de “proteger” a los “golpistas”.