Albert Rivera necesitaba un acto como el celebrado este miércoles en Sevilla, la capital de una de las comunidades donde Ciudadanos gobierna junto al PP y el apoyo de Vox. La dirección regional, que encabeza el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, le había diseñado un experimento “que solo Ciudadanos es capaz de hacer”, según proclamó el propio Rivera nada más iniciar su intervención: un paseo en barco por el Guadalquivir, con música en directo.
Antes de que apareciera el candidato varias docenas de simpatizantes y militantes le esperaban entre cánticos y bailoteo, al ritmo de rumba flamenca interpretada por el grupo Kanela y Menta. Sonó “Yo me quedo en Sevilla”, cuyo estribillo repite, “Si tu te vas, si tu te vas...”. Los incondicionales se apresuraban a despejar las metáforas. “Hombre, no es por Albert. Él no se va, se va a quedar”, bromeaba Pilar, una de las asistentes al acto, mientras Pablo, su pareja, aseguraba que veían al líder “muy bien, en forma”. “Ya veréis como vamos a dar la remontada”, pronosticaban ambos.
La llegada del candidato al embarcadero, situado frente a la emblemática Torre del Oro sevillana, desató el entusiasmo entre un grupo de mujeres: “¡Es él, es él, es Rivera, viene con Marín!. Es más guapo que en la tele, quilla”.
El líder de Ciudadanos se ha dejado este miércoles querer y ha subido al escenario chocando las manos con fans que han acudido a este mitin experimental. Los más entusiastas coreaban su nombre y lanzaban proclamas de campañas anteriores: “¡vamos Ciudadanos¡” o “¡presidente, presidente!”.
Quedan cuatro días para votar y el buen tiempo y la calurosa acogida de los simpatizantes y militantes sevillanos ha supuesto todo un bálsamo para Rivera, que vive sus horas más bajas.
No menos satisfecho estaba Marín, el vicepresidente andaluz. Gobernar en Andalucía con el PP y el apoyo de Vox del que tratan de desmarcarse y es el partido que más votos podría quitarles, supone en estos momentos todo un tanto para Ciudadanos, justo en el delicado momento por el que atraviesa, con el riesgo real de sufrir un desplome el 10N en unas elecciones que se le presentan más que cuesta arriba.
Pero Rivera no tira la toalla pese a las críticas que está recibiendo de aquellos que le ven “bajo de tono” y con pocas ganas de pelear hasta el último minuto, como hizo el 28A. “Vamos a dar la remontada, a sorprender”, no ha parado de decir estos días Rivera para animar a los suyos.
En la capital andaluza no iba a ser menos y mientras la comitiva electoral surcaba el río, el candidato de Ciudadanos ha arengado a los andaluces a ir a votar para “dar un vuelco” a las encuestas. Para ello, ha pedido un último esfuerzo para subir “dos puntos más, y sumar 20 escaños más” de los que pronostican esos tracking de aquí al domingo, dado que Andalucía es una de las comunidades clave para que puedan obtener un buen resultado en las generales el próximo 10N.
“Vamos a ser decisivos”, ha vaticinado, Rivera. En el partido se darían por contentos si logran superar la barrera de los 35 escaños (22 por debajo de los que tiene ahora) teniendo en cuenta las pésimas perspectivas que se les pronostica en estos momentos.
Si el debate a cinco del pasado lunes no le salió demasiado bien a Rivera -algo que no reconocen en la dirección del partido- este tipo de actos de “contacto directo con la gente” creen que pueden reactivar a última hora la movilización de esa buena bolsa de votantes que aún se lo está pensando.
Ciudadanos sacó el 28A en Andalucía 11 escaños. Ahora, según los sondeos, se juega la mitad, entre ellos el escaño de Granada que logró el secretario de Organización, Fran Hervías. También el del propio secretario general, José María Villegas, que encabeza de nuevo la lista de Almería. Y de los dos que obtuvo en Sevilla, uno peligra seriamente. Igual ocurre en Cádiz o con el único que tienen en Málaga.
Aunque Rivera abrió la campaña en Cádiz, y al día siguiente estuvo en Málaga, en el partido algunos echan de menos un mayor esfuerzo en una comunidad clave como es Andalucía.
Este jueves el candidato acude a un desayuno informativo en Madrid y después cogerá la moto, su gran pasión, para irse a Herrera del Duero (Valladolid) a un encuentro con moteros.
El viernes cierra la campaña en Barcelona con Inés Arrimadas con la esperanza de que las encuestas no acierten y Ciudadanos obtenga unos “dignos resultados” que salven al líder de tener poner su cargo a disposición de la dirección de su partido.