Las últimas palabras de Alberto Garzón en Berlín han sido sobre Podemos. “Como ya sé que me vais a hacer esa pregunta, os lo digo ya: Podemos ha dicho que no literalmente.” Esta pregunta, según Garzón, tendrá que ser respondida por Podemos ante la gente. “Me dicen por la calle: Pablo (Iglesias) y tú, uníos.” Sin embargo, explicó, “hay uno que no quiere participar”.
El candidato a las primarias de IU para la presidencia del Gobierno ha estado esta tarde en Berlín en un encuentro con militantes de Izquierda Unida en Alemania abierto al público. “Hay que empezar por preguntarse qué está pasando aquí para que esta sala esté llena”, comenzó su charla Alberto Garzón ante un público mayoritariamente joven en la sede de la Fundación Rosa Luxemburgo. Y continuó: “Esta sala está llena, y creo que la razón es que hay muchos que han tenido que marcharse.” Asimismo, recordó que en 2006 cuando daba charlas sobre vivienda en la Universidad, sobre cómo los jóvenes no tenían ya en aquel entonoces acceso a la vivienda, “a veces casi éramos mas ponentes que gente escuchando”, ironizaba. “Hoy se observa un cambio, y las salas cada vez están mas llenas”, aseguró.
La encargada de presentar a Garzón ante el público fue Alla Didkovska, una mujer rusa “de origen ucraniano” según sus propias palabras, miembro de la asociación madrileña Cumbre Eslava y ahora de IU en Berlín. Emigrante por segunda vez, en esta ocasión en Alemania, explicó las muchas dificultades que ello supone y lo importante que es “hablar del fenómeno del exilio económico que ha forzado a miles de personas a marcharse al exterior”, tema que todos esperaban fuera la estrella de la noche.
El coordinador de IU en Alemania, Miguel Sánchez, profesor de español y latín canario que también aseguró haber tenido que marcharse en 2009 a consecuencia de la crisis económica tomó la palabra: “Hemos recogido el testigo de esa lucha de los veteranos inmigrantes que también se organizaron a su manera para enfrentarnos a los nuevos retos del contexto europeo.” IU en el exterior está en contra de los recortes, dictados por la Troika, resumió. Pero también está a favor de “tener el derecho a poder elegir volver.” Criticó asimismo el silenciamiento del fenómeno de la inmigración en las estadísticas del paro y el actual sistema de voto por correo.
Un contrapunto a ambas intervenciones supusieron las preguntas que el director del Instuto de Análisis Social de la Fundación Rosa Luxemburgo, Mario Candeias, lanzó a Alberto Garzón en relación a Izquierda Unida. Según su punto de vista, “Izquierda Unida no ha sido capaz de desafiar al sistema bipartidista.” En su opinión, muchas personas no han visto en la formación una diferencia para con los “partidos del sistema”. Candeias se alegraba de ver cómo IU y Podemos trabajan codo a codo en Alemania, y a nivel nacional, desearía que “si no es posible que las diferentes izquierdas convergan, al menos que se forme un proceso constituyente basado en esos movimientos”. Por otro lado, Candeias aseguraba haber observado también dentro de IU un cambio y una nueva dirección en el sentido de acercarse a los movimientos sociales, pero aún así “lo más fácil en el caso de la izquierda sería autofragmentarse una vez mas”.
Garzón, por su parte, aseguró que el PP utiliza de forma muy interesada la emigración española. “El PP asegura que no hay fuga de cerebros sino que se trata de personas que se marchan en busca de aventuras”. Lo peor, bajo su punto de vista, es que “esta actitud de prepotencia no es solo por la mayoría absoluta, sino porque realmente creen que están caminando hasta un modelo de éxito”.
El precandidato de IU adaptó su discurso a su audiencia explicando cómo se ha transformado su ciudad natal, Málaga, a raíz de la burbuja inmobiliaria. “En mi ciudad hay una tasa de paro del 65%.” La mayoría de sus conocidos que no terminaron la secundaria para trabajar en la construcción, están en paro, aseguró. “Nos dijeron que estudiásemos para tener un trabajo aunque fuese precario. Nos decían que al final vivirás mejor que tus padres.” Y remarcó: “No es que no vivamos igual que nuestros padres, sino que vivimos igual que nuestros abuelos”.
Garzón explicó cómo al comienzo de la crisis, en calidad de economista, las personas le preguntaban cuándo terminaría. “La gente tenía en la mente que la crisis era algo azaroso que pasaría. Ahora me preguntan dónde pueden meter el dinero”. Esta pregunta, en concreto, se la habría realizado incluso un diputado del PP, cuyo nombre no quiso revelar, en los pasillos del Congreso.
“Ha habido un proceso de-constituyente, de desmantelación del estado del bienestar sobre todo porque ha ganado el pensamiento de que hay que reformar el capitalismo.” Y puso como ejemplo la venta de Endesa en lo que calificó de una operación escandalosa. “Empresas que eran publicas y se han ido malvendiendo en este país”. Según Garzón, el famoso término de Iglesias, la casta, no es suficiente para el fenómeno ante el que estamos: “está el corrupto y el corruptor (que suele estar en el ambito privado) y el problema de España y de la UE es que quien manda no gana las elecciones”.
Asimismo, criticó la llamada ley mordaza, que a su juicio es lo único que se puede hacer cuando la capacidad de convencer se agota: la coerción. “Hace mucho que en Espana no se ven sindicalistas que pasen por los juzgados. Pero esto está pasando ahora”. A su juicio la estrategia del gobierno consiste en generar un clima del miedo. “Nos están diciendo: sean idiotas, quédense en casa, no hagan política”.
Alberto Garzón se encuentra en Berlín en una gira de tres días que comenzó este viernes, cuando se encontró con el presidente del partido Die Linke, Bernd Riexinger. Mañana participará en un encuentro del Partido de la Izquierda Europea y se reunirá con el responsable de economía de Syriza, Yiannis Millios. El domingo asimismo participará en el homenaje que todos los anos se lleva a cabo a Rosa Luxemburgo y Karl Liebneck, comunistas asesinados en 1919 en Berlín.