El Consejo Político Federal (CPF) de IU ha puesto este sábado los primeros cimientos para que la coalición de izquierdas busque nuevos canales con los que fortalecerse como proyecto sin tener que renunciar a sus esencias. Sin embargo, todo ha quedado abierto y sin concretar hasta la celebración de la XI Asamblea que se ha fijado en un principio para los días 20, 21 y 22 de mayo, siempre y cuando no haya elecciones generales anticipadas. En IU nadie duda de que Alberto Garzón se convertirá entonces en el líder de ese nuevo proyecto “rupturista” y “refundado”, en sustitución de Cayo Lara, actual coordinador general de IU.
Tras siete horas de debate, los miembros presentes de este órgano -faltaron cerca de un centenar de los 225 que lo componen- votaron los informes de Alberto Garzón y de Cayo Lara, presentados durante la mañana y claramente enfrentados sobre la necesidad de volver a intentar una convergencia con Podemos. El de Alberto Garzón fue respaldado por 100 votos a favor, dos en contra y 23 abstenciones, lo que supone un respaldo del 80% de los miembros presentes. El de Cayo Lara obtuvo 91 votos a favor, 29 en contra y 10 abstenciones, es decir, un 70% de apoyo. Los votos en contra se atribuyen a los reprentantes gallegos y catalanes por los reproches que les ha hecho Lara en el sentido de que los resultados que recibieron en las generales “no han servido para sumar al conjunto de candidaturas de UP-IU”.
La primera decisión que ha tomado el Consejo Político, que ha durado más de siete horas, es que los preparativos del cónclave los lleve a cabo una Comisión de Trabajo compuesta por 19 personas – en un principio iban a ser 15-, entre las que figuran varios miembros de la actual Ejecutiva Federal, como el propio Alberto Garzón, y el secretario general del PCE, José Luis Centella. Cayo Lara “podrá asistir a cuantas reuniones considere”, pero no tendrá derecho a voto. Una decisión que ni el propio Lara ha cuestionado.
En la Comisión entre otros, estarán el secretario de Organización, Adolfo Barrena; la secretaria de Comunicación, Clara Alonso; la responsable de Estrategia, Sira Rego – que sustituyó a Lara Hernández, que abandonó el cargo por discrepancias internas-; Marga Ferré, responsable de Programas; Eva García Sempere, responsable de Medio Ambiente; Manuel Fuentes, responsable de Política Municipal; Lola Sánchez, encargada de Finanzas, y la eurodiputada Marina Albiol. La mayoría de la lista son personas muy afines a Garzón.
Esta Comisión -con cinco grupos definidos- , que servirá para dirimir por dónde van a ir los debates de la XI Asamblea, fue presentada por el secretario de Organización, Adolfo Barrena en nombre de la direccion de IU, y fue apoyada por 80 votos a favor, 11 en contra y 38 abstenciones. Es decir, por un 63%, un apoyo, según algunos de los asistentes al Consejo, bastante más bajo del esperado.
La corriente interna Izquierda Abierta al final ha conseguido tener en esta Comisión de Trabajo a dos representantes, Tasio Oliver, y Antonio Cortés. Llamazares ha puesto la voz en la reunión a su partido y no ha ocultado que no le parece bien que la Asamblea se celebre con tanta prisa y tan escaso tiempo para prepararla por lo que ha abogado por hacer un debate “más sosegado”. El asturiano cree que lo único que persigue el cónclave es “quitar a Cayo”.
“Esta Asamblea es un principio para un proceso más largo”, han aclarado fuentes de la coalición, un paso previo a otra “constituyente” que debería ser la que realmente marque las nuevas señas de identidad del nuevo proyecto cuyo nombre ni se ha planteado todavía. Las mismas fuentes piensan que ambos procesos podrían hacerse “de forma paralela o simultanea”, si hay voluntad para ello.
La reunión del Consejo Político, en la que Garzón ha realizado una serie de reflexiones sobre hacia dónde debe dirigirse IU, ha sido larga e intensa, con más de 70 intervenciones.
El proceso en torno a los trabajos de la Asamblea Federal se desarrollará en varias fases. En la primera se abrirá un periodo de consultas a la militancia “para aprovechar la energía generada durante la campaña”, para que opinen y aporten sus ideas de por dónde deben ir los debates, según fuentes de IU. Cada militante contestará un cuestionario –que está aún sin concretar- para que hagan un diagnóstico de la situación en la que creen que se encuentra IU y el proyecto de Unidad Popular que ha encabezado Garzón.
Los cinco grupos de trabajo aprobados empezarán sus reuniones de inmediato. Uno de ellos, pilotado por el propio Garzón, se encargará de los “contactos con otras organizaciones”. Los demás se centrarán en “la metodología”; “organización y logística”;“comunicación”, y “diseño político, organizativo y estrategia”, en el que también estará Garzón.