Alberto Garzón (Logroño, 1985) no repetirá como candidato el próximo 23 de julio, según ha podido saber elDiario.es. Diputado en el Congreso desde noviembre de 2011, el ministro de Consumo y coordinador federal de Izquierda Unida ha decidido dar un paso al lado en el ámbito institucional en vísperas de la cita adelantada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Garzón, no obstante, hará campaña, se mantendrá como ministro hasta el cambio de Gobierno y como coordinador de IU, aunque no dispute el escaño por Málaga, por donde fue elegido en 2019.
Según ha podido saber elDiario.es, Garzón considera que ahora se abre una nueva etapa impulsada por Sumar, proyecto que seguirá apoyando desde la coordinación federal de IU. “Es una decisión muy meditada que aspira a promover la renovación de las caras públicas que representan este necesario proyecto”, ha escrito posteriormente el ministro en un comunicado. “Seguiré trabajando en Sumar para hacer presidenta a Yolanda Díaz, pero dejo la primera línea de la política”, ha señalado en su despedida.
Garzón ha explicado que su decisión también está motivada por dedicar más tiempo a su familia. “No sé cuánta gente recordará el trabajo, tiempo y energías que he dedicado durante estos doce años. Tengo la esperanza de que la gente lo recuerde como una contribución positiva. Pero de lo que estoy seguro es de que quien sí va a recordar el tiempo y la energía dedicados es mi familia. La primera línea de la política es muy exigente. A partir de ahora quiero cuidar más y mejor a la gente a la que quiero”, ha expresado.
Para esta cita, Izquierda Unida acaba de ratificar su voluntad de concurrir a las elecciones con Sumar, el espacio político impulsado y liderado por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a quien comunicó esta decisión el pasado martes, 24 horas después de la convocatoria de electoral, al igual que a la dirección de IU.
Diputado en el Congreso desde las elecciones de noviembre de 2011, Garzón ha vivido de cerca los profundos cambios en el mapa político español y, en particular, en la izquierda desde el 15M, movimiento en el que participó en Málaga. Economista de formación, ha publicado varios libros en la última década: La gran estafa (Destino); La tercera república (Península); Por qué soy comunista (Península) y ¿Quién vota a la derecha? (Península).
Su papel en Izquierda Unida fue creciendo hasta convertirse en candidato en diciembre de 2015, esta vez por Madrid, ya con la irrupción de Podemos, en una campaña en la que la organización, aún liderada entonces por Cayo Lara, se jugó la supervivencia. Al final logró casi un millón de votos entonces –sin contar los de Galicia y Catalunya, donde concurrió en confluencia con En Marea y En Comú Podem– y dos escaños por Madrid –el suyo y el de Sol Sánchez, que iba de número 2–.
Seis meses después, Garzón y Pablo Iglesias escenificaban el acuerdo político para concurrir juntos a las elecciones del 26 de junio de 2016 en lo que se bautizó como pacto de los botellines, después de que el PSOE decidiera no buscar una mayoría de investidura con su izquierda política. Garzón se convirtió en coordinador general de IU semanas después de aquella cita electoral, y portavoz adjunto del grupo confederal de Unidas Podemos.
En estos años, además de los acuerdos con Podemos y el resto de fuerzas para la articulación de Unidas Podemos como espacio político y ahora Sumar, Garzón ha llegado al Gobierno de España tras la repetición electoral de noviembre de 2019, y el pacto entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para conformar el primer Gobierno de coalición desde la Segunda República: la primera vez en más de ocho décadas que militantes del PCE entraban en el Consejo de Ministros –él y Yolanda Díaz–.
Garzón llegaba al ministerio de Consumo en enero de 2020, un par de meses antes de declararse una pandemia mundial y un par de años antes de estallar la guerra en Ucrania, dos acontecimientos imprevistos a los que ha tenido que hacer frente el Gobierno.
Desde su ministerio, el líder de IU ha impulsado medidas para limitar la publicidad de apuestas en televisiones, redes sociales y videojuegos –las casas de apuestas físicas son competencia autonómica–, además de batallar a favor de la ganadería extensiva frente a las macrogranjas y de la dieta mediterránea frente al consumo excesivo de carne –con el lobby empresarial y el ministro de Agricultura, Luis Planas, en contra–.
“Admiro su generosidad”, “intentó hacer menos pobres a los pobres”
Las reacciones al anuncio no se han hecho esperar. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien ya conocía la decisión de Garzón, ha mandado un mensaje de agradecimiento al líder de IU en Twitter. “He admirado siempre tu templanza y generosidad, tu manera de hacer política y de defender a las personas trabajadoras. El compromiso y la valentía para cambiar las cosas nunca dejan la primera línea. Seguiremos trabajando juntos”, ha escrito la líder del movimiento Sumar.
La ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, también ha publicado en Twitter un mensaje dirigido a Alberto Garzón. “Gracias por todo lo compartido juntas a lo largo de estos años. Estoy convencida de seguirás contribuyendo desde otro lugar al fortalecimiento de nuestro espacio”, ha escrito.
En un tono similar se ha pronunciado la ministra de Igualdad, Irene Montero. “Un abrazo muy fuerte, Alberto. Gracias por todo el camino que hemos recorrido juntas. Somos militantes así que esto no es un adiós, seguiremos haciendo política para mejorar la vida de la gente”, dice la ministra en su mensaje.
Carlos Sánchez Mato, responsable de políticas económicas y de elaboración programática en Izquierda Unida, ha sido de los primeros en expresar su agradecimiento a Garzón. “Es de esos economistas que podría haber dedicado esta última década a ganar dinero a espuertas haciendo más ricos a los ricos. Optó como José Luis Sampedro por intentar hacer menos pobres a los pobres”, ha manifestado Sánchez Mato en Twitter.
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Buenos días,
He tomado la decisión de no presentarme a las siguientes elecciones. Continuaré como coordinador de Izquierda Unida y agotaré el ciclo como ministro del Gobierno, así como seguiré trabajando en Sumar para hacer a Yolanda Díaz presidenta del país, pero dejo la primera línea de la política.
Así lo he comunicado a la dirección de IU y a Yolanda Díaz. Es una decisión muy meditada que aspira a promover la renovación de las caras públicas que representan este necesario proyecto. Como republicano, siempre he creído en la renovación de los representantes: es sano para los proyectos políticos y también para la democracia. Ahora que entramos en una fase nueva creo que es un momento estupendo para dejar que otros compañeros y compañeras puedan aportar sus energías y conocimientos.
Yo he estado doce años en la primera línea. Pasé de las plazas del 15M al Congreso, y de allí al Gobierno de España. Como insistió Julio Anguita, la política está en todos los rincones de nuestra vida cotidiana, y seguiré ayudando a construir una España más justa desde otros sitios también políticos: en mi organización, Izquierda Unida, y también en Sumar.
No sé cuánta gente recordará el trabajo, tiempo y energías que he dedicado durante estos doce años. Tengo la esperanza de que la gente lo recuerde como una contribución positiva. Pero de lo que estoy seguro es de que quien sí va a recordar el tiempo y la energía dedicados es mi familia. La primera línea de la política es muy exigente. A partir de ahora quiero cuidar más y mejor de la gente a la que quiero: a mis hijas, a mi compañera, a mi familia. Y lo quiero hacer combinando dos aspectos: dedicándoles más tiempo y manteniendo mi compromiso político por construir una vida mejor.
Quisiera terminar con un agradecimiento a todas las personas que me han apoyado y acompañado durante estos años. Sin ese sostén, estoy seguro de que hubiera sido mucho más difícil dar esta pelea.
Salud y República,
Alberto