Tras meses en un segundo plano, la exportavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados, la también diputada por Barcelona Cayetana Álvarez de Toledo, ha reaparecido este viernes en un acto de la campaña catalana de su formación política, para arropar al candidato Alejandro Fernández. El evento ha contado además con la presidencia de Alejo Vidal-Quadras, exdirigente del PP y uno de los fundadores de Vox pero que, tal y como ha explicado él mismo, ahora no milita en ningún partido tras abandonar la extrema derecha por sus discrepancias con Santiago Abascal. El acto coincide con el intento de Pablo Casado de competir con Vox en la campaña catalana, ante las encuestas que auguran que la formación extremista podría obtener un mejor resultado que los populares en los comicios del próximo día 14.
Durante su intervención, Álvarez de Toledo ha leído unos “mandamientos laicos” contra el populismo que le han servido para arremeter con dureza contra la izquierda y, en especial, contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, al que ha acusado de ser “el testaferro del nacionalismo”. La diputada ha sostenido que la izquierda está ejerciendo de “celofán” de la idea de la independencia de Catalunya que, a su juicio, “es un corto de unos segundos, menos que un tik tok” o “una ficción muerta”.
Para ella, PSOE y Unidas Podemos están actuando como “plateros” del procés: “Suavecitos por fuera, ni un principio por dentro”. La parlamentaria también ha querido refutar la idea de que “todos” los partidos son “culpables” del proceso independentista catalán. “Yo no soy culpable, el PSOE sí. Illa, también, es el testaferro del nacionalismo”. “No promoverás indultos a los golpistas” era uno de esos mandamientos leídos por Álvarez de Toledo, que ha acusado a Sánchez de querer “convertir su coyuntural Frankestein en una alianza duradera”. El jefe del Ejecutivo pretende, a su juicio, realizar una “mutación constitucional junto a los independentistas”. Illa, ha dicho, es “la primera vía para que madure el fruto del proceso”.
Álvarez de Toledo también ha reservado uno de sus últimos “mandamientos laicos” para Vox: “No intentarás combatir el nacionalismo con otro nacionalismo. Proponer una españa centralista es trilerismo electoral. La solución a los problemas de España no es más nacionalismo, ni catalán ni español”, ha zanjado.
Elemento de oposición a Casado
Desde que el pasado 17 de agosto, Casado anunciara el relevo de Cayetana Álvarez de Toledo de la portavocía del grupo en el Congreso de los Diputados, la polémica diputada por Barcelona se había convertido en un nuevo elemento de oposición interna al líder del PP, Pablo Casado, que paradójicamente fue quien apostó por ella en 2019, nombrándola portavoz con el rechazo de los principales barones del partido. En esa labor de zapa contra la actual dirección de Génova 13, Álvarez de Toledo cuenta además con el respaldo de algunas de las terminales mediáticas más derechistas, como la emisora EsRadio que pilota el amigo personal de la dirigente popular, el locutor Federico Jiménez Losantos.
El mismo día en que fue cesada del cargo, la parlamentaria desplegó más de veinte minutos de críticas a Casado, a quien acusó, tras citar a los periodistas a las puertas del Congreso, de coartar su “libertad” como portavoz parlamentaria, de no respaldarla en su cruzada judicial para defender que el padre del vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, “es un terrorista” (y que así conste en el Diario de Sesiones de la Cámara Baja), o de intentar alcanzar un acuerdo con el PSOE para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), una revelación que según distintas fuentes populares propició que el PP se levantara de la mesa de negociación con el Gobierno y perpetuase el bloqueo en el órgano de gobierno de los jueces cuyo mandato expiró hace dos años.
Desde entonces, Álvarez de Toledo ha emprendido una campaña para intentar mantener el protagonismo que logró durante su etapa de portavoz, después de que la dirección de Casado le relegara de todos sus cargos, manteniéndola como una diputada rasa. En septiembre, la parlamentaria se abrió un canal de Youtube, al que ha llamado 'CATilinarias', en el que ataca las decisiones de la dirección de su partido y mantiene una agenda mediática propia, sin coordinarse con la Vicesecretaría de Comunicación que dirige Pablo Montesinos.