La bajada de la participación respecto al 28A puede perjudicar a la izquierda, según varios analistas

Los avances de participación de las elecciones municipales, autonómicas y europeas de este domingo han arrojado una primera conclusión: los españoles han votado menos que hace un mes, en los comicios generales del 28 de abril. En esa cita con las urnas el segundo avance, el de las 18.00 horas, arrojó una participación del 60,74%, mientras este 26M ha sido del 50,06% en las municipales, más de diez puntos por debajo del 28A, y del 49,43% en las europeas. 

Consultados por estos primeros datos, analistas y politólogos explican a eldiario.es que a pesar de que los de este domingo son unos comicios distintos en los que los ciudadanos aplican prioridades diferentes a los de las generales, ese primer dato de participación, menor que el del 28A, podría augurar una mayor desmovilización del electorado de izquierdas que del de derechas, sobre todo por las cifras referidas a grandes ciudades como Madrid o Barcelona. 

“La participación en Madrid es bastante similar a la de 2015, lo cual anticipa una bajada respecto a las generales”, explica José Pablo Ferrándiz, investigador principal de la empresa demoscópica Metroscopia. “Las mínimas bajadas se producen donde la izquierda tiene más fuerza, y las leves subidas en barrios de la derecha. Parece una perspectiva un tanto negativa para la izquierda, la derecha puede tener más votos en Madrid”, señala.

No obstante, Ferrándiz advierte que de esos primeros datos de participación se puede deducir que “la gente ha diferenciado entre elecciones municipales y generales” y que, en comparación con el 28A, en esta cita con las urnas “han salido a votar los que tradicionalmente salen a votar en las municipales”, que son menos que los que se movilizan para unos comicios legislativos como los de hace menos de un mes.

“No veo una victoria clara del PSOE”

Para Carmen Lumbierres, profesora de Ciencia Política de la UNED, la “desmovilización” que se percibe en las municipales, autonómicas y europeas respecto a las generales “es por la división de las candidaturas y el número de listas desmesurado”. Esto, a su juicio, “va a perjudicar a todos los partidos porque da sensación de confusión y la gente huye de eso”.

En su opinión, “no va haber tanta abstención por parte de los votantes del PP” y “la tensión democrática que se ha visto en los últimos meses y semanas se va a seguir manteniendo”. “No veo una victoria clara del PSOE ni de la izquierda. Los barrios más ricos de Madrid y Barcelona son los que están votando más”, asegura la politóloga en conversación telefónica con este diario.

Más cauta se muestra Carme Ferré Pavia, profesora de Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que considera que comparar los datos de participación de este 26M con el del 28A “es inmediatista y complicado para hacer una lectura política porque la gente vota en claves muy distintas según el ámbito de alcance de las elecciones”.

Ferré Pavia reconoce que “es verdad que hay sitios con lecturas específicas”, como los municipios “donde hay una sola candidatura” o “donde la prevalencia de una candidatura está muy clara”. “En el caso catalán está el problema específico con candidaturas en liza por causas distintas: A Ada Colau, que en principio parte como favorita, le persigue la horda amarilla de ERC que está en subida y que barrió en las generales y lo tiene bien en las europeas”, añade.

Los analistas consultados remarcan como dato positivo el crecimiento de la participación en las elecciones europeas, a pesar de que esa subida tenga que ver con la coincidencia con el resto de los comicios. Estas elecciones se celebran en un momento crítico para la UE que en los próximos años tendrá que enfrentarse de nuevo a la crisis del Brexit y al auge de los movimientos de extrema derecha y xenófobos.