La Fiscalía Anticorrupción identifica “escasas novedades, ninguna sustancial”, en el escrito que le remitió el pasado 2 de febrero Luis Bárcenas acerca de la que va a ser su declaración en el juicio de la caja B que comienza hoy o en otras piezas, como la que investiga concesiones del Gobierno de Aznar a cambio de ingresos en esa contabilidad paralela por parte de grandes empresarios.
“El escrito recibido aporta escasas novedades, ninguna sustancial, tanto respecto de lo que constituye el objeto de acusación de la Fiscalía en el juicio que hoy comienza, como de lo que todavía se investiga en otros procedimientos a salvo, claro está, lo que pueda declarar o aportar el acusado Luis Bárcenas o su defensa en las sesiones del juicio oral o en los correspondientes procedimientos, algo que la Fiscalía desconoce”, asegura Anticorrupción en una nota difundida “con ocasión del comienzo del juicio oral” de la caja B.
Del mismo modo, la Fiscalía se desvincula de la filtración del mismo recordando que fue recibido el 2 de febrero, que se le remitió el 4 de marzo a la Fiscalía General del Estado y que la defensa de Bárcenas también depositó una copia ante la Sección Segunda de la Sala de lo Penal, encargada de enjuiciarle.
La nota añade que la Fiscalía Anticorrupción “no se ha dirigido en momento alguno a Luis Bárcenas en busca de colaboración o confesión en ninguno de los procedimientos”, como no lo ha hecho tampoco en el pasado con el resto de acusados o investigados en las distintas piezas del caso Gürtel. “Sin vinculación a pacto, conformidad o acuerdo alguno, que no se ha producido, el criterio de la Fiscalía Anticorrupción en estos casos es el de analizar rigurosamente las manifestaciones hechas, junto con las declaraciones que pueda prestar en el juicio oral, para valorar después la posible aplicación de la circunstancia atenuante analógica” de la confesión o de la reparación siguiendo los criterios establecidos por la jurisprudencia, precisa Anticorrupción.
Las afirmaciones contenidas en el escrito del extesorero incluyen una oferta concreta de colaborar en una investigación que se encuentra en pleno auge, aquella que busca acreditar que una parte de esos ingresos ocultos a la caja B del partido eran en realidad un pago de los empresarios a cambio de concesiones concretas de obra pública adjudicadas desde el núcleo duro del Gobierno de José María Aznar.
“El motivo por el cual Álvaro (Lapuerta) percibía directamente estos donativos era porque se trataba de persona de la máxima confianza del Partido y la persona designada de poner en conocimiento –si fuera el caso– al ministro que fuera competente en razón de la obra o servicio al que pudiese afectar la concreta adjudicación pública”. Así reza el párrafo de la confesión que conecta con la investigación que sigue en estos momentos el actual juez de la caja B, Santiago Pedraz, y que de prosperar podría suponer en el futuro un segundo juicio para el PP como consecuencia de la publicación de los 'papeles de Bárcenas'.
El propio Luis Bárcenas había defendido hasta ahora que las donaciones no eran finalistas, esto es, que los grandes empresarios de la construcción entregaban dinero solo para estar a bien con un partido que en los veinte años documentados en sus papeles acumuló una inmensa cantidad de poder, ya fuera en el Gobierno central o en los autonómicos. Ahora introduce un importante matiz: la “inmensa mayoría” de aquellas donaciones no tenían carácter finalista, pero hubo “algunos concretos casos en los que sí concurrió aquella motivación”, que describe como “un porcentaje” del monto de la adjudicación con destino a la caja B del partido.