Gustavo de Arístegui continuó ejerciendo como comisionista cuando ya ocupaba el cargo de embajador en la India, en contra de lo que declaró en un primer momento. El exdiputado del PP argumentó que había dejado la empresa -a través de la que cobraba por facilitar contratos a empresas españolas en el extranjero- en manos de su hijo, pero una conversación publicada por El Mundo lo desmiente.
En ella puede escucharse al Pedro Gómez de la Serna, también implicado en el escándalo de cobro de comisiones, conversar con un socio de Karistia S.L., el despacho a través del que Arístegui cobraba las comisiones.
La conversación gira en torno al cobro de una comisión de 180.000 euros por parte de Arístegui en pago por conseguir un contrato en Argelia para Elecnor. El interlocutor de De la Serna protesta porque cree que ese dinero ha ido a para enteramente a manos del exembajador.
Durante la conversación telefónica De la Serna defiende a Arístegui y niega que la sociedad que dirige se haya quedado con el dinero. En todo momento se refieren a él como la persona que está al frente de Karistia.
Cuando surgió el escándalo, Arístegui señaló que había dejado la empresa a su hijo cuando accedió al cargo de embajador en 2012, pero la conversación se grabó en 2014. De confirmarse que se mantuvo al frente del despacho, habría infringido la ley de incompatibilidades para los altos cargos.