La asociación conservadora de fiscales pide a Delgado que actúe contra su ‘número dos’ por acusar a dos compañeros de presionarlo

Elena Herrera

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Los sectores conservador y progresista de la Fiscalía están inmersos en un fuerte enfrentamiento a propósito del informe en el que el teniente fiscal del Tribunal Supremo, Luis Navajas, pidió inadmitir la veintena de querellas presentadas contra el Gobierno por su gestión de la COVID-19 y de las declaraciones de éste afirmando que dos compañeros fiscales del Alto Tribunal “contaminados ideológicamente” trataron de “influirle” sobre cómo tenía que actuar en relación a las querellas. Navajas es el ‘número dos’ de la fiscal general del Estado, Dolores Delgado. 

La Asociación de Fiscales (AF), mayoritaria y de talante conservador, considera que los últimos acontecimientos y los “ataques” de Navajas han sumido a la Carrera Fiscal en “el mayor descrédito” en “cuarenta años” y piden a Delgado que abandone su “silencio cómplice” y actúe contra él. “Consideramos intolerable que la fiscal general del Estado no haya dado una respuesta contundente e inmediata ante esta actuación del teniente fiscal, que ampare a los fiscales afectados e impida que se pueda poner en tela de juicio a quienes desempeñan fielmente sus funciones”, sostiene la asociación en un comunicado hecho público este jueves. 

En otro comunicado también difundido este jueves, la Unión Progresista de Fiscales (UPF) pide “poner fin a la crispación” ante la situación “complicada” que está atravesando la institución y dice que los “valores” que representa la Fiscalía “deben posicionarla por encima de cualquier interés personal o partidista”. La UPF sostiene que los últimos acontecimientos han de encontrar “solución interna” por los cauces establecidos y que, a tal fin, ya se ha puesto en marcha el procedimiento para ello, lo que “demuestra el funcionamiento de la institución”.

Lo que está investigando el fiscal jefe de la Inspección Fiscal, Fausto Cartagena, un cargo independiente de la fiscal general, son las presuntas presiones desveladas por Navajas. Este lunes, en una entrevista en Onda Cero, el teniente fiscal del Supremo aseguró que dos compañeros fiscales del Alto Tribunal “contaminados ideológicamente” trataron de “influirle” sobre cómo tenía que actuar en relación a las querellas, lo que propició la apertura de una investigación interna en la Fiscalía para analizar esas supuestas presiones. 

Navajas citó concretamente a Consuelo Madrigal, que fue fiscal general del Estado entre 2014 y 2016, nombrada por Mariano Rajoy, como una de las personas que, junto a otro fiscal que no indentificó, fueron a su despacho a “aconsejarle e influirle” sobre cómo debería abordar la veintena de querellas presentadas. Aunque no lo nombró, el otro fiscal es Fidel Cadena, fiscal jefe de Penal del Supremo. Madrigal y Cadena fueron dos de los cuatro fiscales que representaron al Ministerio Público en el juicio del procés. 

En su comunicado, la Asociación de Fiscales critica las “descalificaciones” y la “falta de consideración hacia sus compañeros” del teniente fiscal del Supremo y sale en defensa de Madrigal y Cadena —aunque no los cita— asegurando que las supuestas presiones sobre Navajas “nunca” habían sido denunciados por él y que no tienen “la menor corroboración objetiva”. 

Aunque tampoco lo cita, el comunicado también se refiere al fiscal del caso Villarejo Ignacio Stampa, contra el que Vox se ha querellado por la supuesta relación “íntima” —de la que no existen pruebas— que habría mantenido con una de las abogadas de Podemos en esa causa, Marta Flor. El teniente fiscal del Supremo aseguró en sendas entrevistas que él lo habría “apartado” y calificó esa supuesta relación de “escandalosa”. La Asociación de Fiscales afea a Navajas que atribuyera a este fiscal filtraciones del contenido de las causas judiciales y dice también que, con sus declaraciones, atacó y lesionó su honor y presunción de inocencia. 

“Entendemos que en cuarenta años nunca se ha dado una situación como la actual, con el mayor descrédito de la Carrera Fiscal, que nace con el nombramiento, sin solución de continuidad, de la diputada del PSOE y ministra de Justicia, como fiscal general, y llega hasta la actualidad, en la que hemos tenido que sufrir los ataques que desde la figura del ‘número dos’ de la carrera se han vertido sobre los compañeros, ante el silencio cómplice de Delgado”, concluye la Asociación de Fiscales.