“Ocurrencia de última hora”. Así califica la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la propuesta de la Unión Europea para gravar los beneficios extraordinarios que las eléctricas están consiguiendo gracias a la guerra de Ucrania. En una entrevista en el diario La Razón, Ayuso dice que es “partidaria de no gravar nada” y que “todo lo que no sea reducir gastos y reducir impuestos son sólo apaño”. La líder del PP regional apuntala así su perfil propio al margen de la dirección del partido que ha potenciado desde 2019 y que recupera a pocas semanas de la convención ideológica que prepara para el mes de octubre.
La entrevista se publica este domingo, cuando Feijóo tiene previsto ofrecer el discurso de cierre de la XV Interparlamentaria que el PP ha celebrado este fin de semana en Toledo. En la jornada inaugural, Ayuso ya dedicó su intervención a perfilar su figura estatal y a colocarse como antagónica a Pedro Sánchez. Cuando terminó su alocución, la presidenta regresó a Madrid, pese a que estaba previsto que liderara la mesa redonda sobre el proyecto económico del PP.
Un cambio en el horario del programa (la mesa de Ayuso pasó de la mañana a la tarde) fue la justificación de la ausencia, pero la presidenta no se quedó siquiera a la comida que Feijóo celebró con diferentes dirigentes nacionales y territoriales del partido. Fuentes del PP de Madrid y del PP nacional restan importancia a lo ocurrido, aunque el mismo miércoles la dirección anunció la participación de Ayuso en la Interparlamentaria. Desde la Puerta del Sol explican que se informó “el jueves”, y desde Génova dicen que “desde el minuto 1”.
El PP de Feijóo ve así como su bandazo en lo referente al impuesto a las eléctricas tiene contestación interna. El Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos ha planteado un tributo especial y temporal a los beneficios de las eléctricas y los bancos. Una idea que la derecha ha atacado desde el primer momento, hasta que la Comisión Europea que preside Ursula Von der Leyen (del PP Europeo) ha movido pieza y ha defendido un gravamen para las empresas energéticas.
El cambio de paso de Europa dejó á Feijóo fuera de juego y tuvo que girar. El líder del PP pasó en 24 horas de votar en contra siquiera de debatir el impuesto en el Congreso a defender la decisión de la Comisión Europea, que deberá ratificar los países de la UE en los próximas días.
Pero Ayuso va por libre y ha atacado duramente el impuesto. “Soy partidaria de no gravar nada y hay intervenciones en el libre mercado que luego tienen efectos más perjudiciales”, dice en la entrevista. Asume como mal menor la propuesta europea, técnicamente diferente de la española, pero deja clara su contrariedad. “No me gusta ninguna”, apunta. Y concluye: “Mi posición es que todo lo que no sea reducir gastos y reducir impuestos son sólo apaños, que benefician más al Gobierno que al ciudadano”.
Ayuso tampoco acepta ningún tipo de intervención en la cadena alimentaria y defiende a las grandes multinacionales de la distribución con la excusa de los pequeños agricultores. “Intervenir los precios sólo sirve para dispararlos y para llevarnos al modelo cubano”, apunta. El PP también se opuso al tope a los precios de las mascarillas durante la pandemia, aunque sus predicciones apocalípticas nunca se cumplieron.
La presidenta madrileña huye de defender una subida del SMI, pero tampoco se atreve a negarla, plantea endurecer la Ley del Menor y el Código Penal y dice que lo primero que tiene que hacer el PP al llegar a la Moncloa es legislar contra la ocupación.
En el plano interno, Ayuso defiende a Feijóo, a quien tilda de “buena persona”. Y apunta a que su paso por la Comunidad de Madrid tiene fecha de caducidad, sin significar que vaya a dejar pronto la política: “Soy consciente de que hay que saber estar el tiempo necesario porque esto es muy sacrificado”.