Isabel Díaz Ayuso ha ejercido de líder nacional al comparecer tras su reunión con Pedro Sánchez en Moncloa y se ha erigido de nuevo en la principal oposición al Ejecutivo. Tras hacer una breve intervención en la que ha planteado un puñado de asuntos sobre la Comunidad de Madrid, como las inversiones en Cercanía, una EVAU única o la puesta a disposición del Gobierno del Hospital Isabel Zendal que ha definido como “el mejor hospital de pandemias del mundo”, la presidenta madrileña se ha dedicado a atizar al Ejecutivo por su política en Catalunya tras la concesión de los indultos y, especialmente, a las fuerzas parlamentarias que apoyan a la coalición. “España está secuestrada en manos de minorías que la odian”, ha afirmado.
“Estamos en manos de esas minorías que odian a esta gran nación de ciudadanos libres e iguales”, ha proseguido la presidenta madrileña, que ha asegurado que se está “fabricando una España que nadie quería”. Ayuso ha insistido en que quienes “odian a España”, que según ella tienen un “proyecto de resentimiento y odio”, “están desatados, crecidos”: “Y lo pagaremos todos”. Aunque ha admitido que puede que el Gobierno actúe “de buena fe” en su política de diálogo con la Generalitat, ha asegurado que con los independentistas “no se puede llegar a un acuerdo” porque, a su juicio, siempre piden más.
“Mi principal misión en esta reunión ha sido recordarle al presidente cuál es nuestro proyecto como comunidad y preguntarle cuál es el suyo, a dónde quiere llevar a España”, ha dicho Ayuso, que ha hablado de “chantaje” y de si “va a permitir que roben España a los españoles”. “Los intereses y el futuro de España y el futuro e intereses de Pedro Sánchez son distintos. El deterioro de las instituciones, la libertad y la igualdad en España es muy grave y corre peligro nuestro prestigio y solvencia en el mundo”, ha proseguido Ayuso en su rueda de prensa en la que ha asegurado que la actuación de Sánchez “conducen a una ruptura del orden constitucional, a un cambio de modelo y cambio de país si nada lo impide”. Según ha leído en su intervención inicial, ha asegurado que hay “decisiones que rompen la convivencia y que alteran el modelo de 1978”. En ese apartado ha mencionado la ley de seguridad nacional que ha aprobado el Consejo de Ministros en primera vuelta y que recoge aspectos calcados a un proyecto que impulsó el PP. “Si se le da todo el poder al Gobierno, dinamitará el sistema democrático”, ha expresado.
“Si sigue por este camino, tocará decidir: o su futuro o el de España”, ha advertido Ayuso a Sánchez desde la sala de prensa de Moncloa. Preguntada por el perfil nacional que ha mostrado en esa rueda de prensa, Ayuso ha dicho que es su “responsabilidad” como presidenta autonómica. “Al representante del Estado en una comunidad no solo debe importarle su terruño. Nos ha de importar lo que ocurre en todo el país. Para mí como presidenta de la Comunidad de Madrid lo que ocurre en Catalunya o Andalucía me preocupa”, ha señalado la dirigente conservadora, que ha mantenido un discurso de enfrentamiento de algunas comunidades con otras, especialmente con Catalunya y Euskadi, aunque ha asegurado que podría haber procesos soberanistas en Baleares o Comunidad Valenciana: “Ni Madrid ni ningún otro territorio pueden seguir dejándose pisar por aquellos que odian a España, por minorías que bajo consignas racistas y por motivos económicos y políticos, están secuestrando a nuestra nación y a nuestra soberanía”.
Ayuso también ha puesto el énfasis en la política fiscal en un momento en que el Gobierno pretende reformar el sistema para evitar la competencia desleal (dumping fiscal) entre comunidades autónomas. La presidenta madrileña ha hecho una defensa férrea de los pocos impuestos que se pagan en la región -tras pedir ayuda al Gobierno para que financie inversiones para mantener el sistema de reducción de ratio de alumnos en las aulas, por ejemplo- y ha emplazado al resto de autonomías a bajarlos. “Quiero una baja fiscalidad en Madrid que va a ser bueno para otras comunidades porque todo el empleo que se cree aquí puede ser bueno para otras”, ha expresado la presidenta madrileña, que ha advertido que un incremento fiscal hará que las empresas se vayan a otras capitales porque “Madrid es universal”.
El Gobierno reprocha que pida recursos y baje impuestos
La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha afeado a Ayuso que reclame más recursos al Estado si cree que tiene “capacidad para bajar impuestos”. “Es una incongruencia”, ha aseverado Montero, que ha apostado por una “cierta armonización fiscal” entre los territorios sin que ello suponga subidas o bajadas, según ha explicado. La también ministra de Hacienda ha aprovechado, además, para enumerar los fondos que la Comunidad de Madrid ha recibido de la Administración central y ha asegurado que consiguió gracias a ese sistema un 13,3% de ingresos más que el año anterior y que esa cifra impidió una caída del 4% de su riqueza.
“Ha sido la actuación del Gobierno la que ha permitido que no se produjera esa realidad. Es un dato que habla por sí solo de la lealtad institucional que este Gobierno ha tenido con todos los territorios”, ha dicho Montero que precisamente ha reclamado a Ayuso esa lealtad al recordar que tiene que ser “de ida y vuelta y del máximo respeto de las competencias que tiene cada uno”. “Madrid ha recibido en estos años de pandemia los mayores recortes de su historia. En 2020 la Comunidad de Madrid recibió 4643 millones de euros mas de los que le correspondían por el sistema de financiación”, ha explicado la titular de Hacienda, que ha recordado que fue la región más beneficiada de los fondos COVID, a pesar de que sus dirigentes dan la imagen de “agravio” respecto a otros territorios.
También ha aprovechado para mandar un recado a Ayuso sobre su reivindicación como contrapoder nacional en detrimento de Pablo Casado: “No sería bueno para la democracia que esa necesaria relación institucional de lealtad en vez de ser para ser capaces de caminar, al menos en lo básico, se convierta en plataformas de reivindicación que nada tienen que ver o de expresiones que otros actores en el Congreso, el Senado o entornos nacionales ya realizan”.
Aunque Montero ha intentado mantener el tono protocolario al dar la “bienvenida” a todos los presidentes regionales independientemente de que tengan “más o menos sintonía” [que es nula en el caso de Sánchez y Ayuso desde su llegada al poder en 2019], ha reprochado a la dirigente del PP que use expresiones que emulan a las de los independentistas con el “España nos roba” cuando se ha referido a que hay fuerzas que pretenden “robar España a los españoles”. Además, ha recordado que Sánchez “desde el primer día ha estado trabajando por la unidad de España en un respeto muy singular que tiene al estado de las autonomías y entendiendo que hay que apoyar a los presidentes autonómicos con recurso e impulsando medidas”.
Sánchez y Ayuso se han reunido durante cerca de una hora y media en Moncloa en el marco de los encuentros protocolarios que el presidente mantiene con los jefes de los ejecutivos autonómicos cuando son elegidos. Hace unas semanas recibió al andaluz, Juanma Moreno Bonilla, con quien no se había reunido todavía desde 2019 y también con el catalán, Pere Aragonès, con quien constató las dificultades para resolver el conflicto político, pero cerraron la tercera semana de septiembre para reactivar la mesa de diálogo.