Aznar y Rajoy advierten al PP sobre las broncas internas en la entronización de Feijóo: “Es una apuesta irreversible”
Uno desde su casa, por videoconferencia, por un inoportuno positivo en Covid a última hora. El otro, en vivo y en directo en el Ferial de Sevilla que alberga el XX Congreso Nacional (extraordinario) del Partido Popular. Los dos expresidentes del Gobierno que la derecha ha aportado a España han intervenido en la primera jornada del cónclave que entronizará a Alberto Núñez Feijóo para aleccionar a los dirigentes del partido que una vez dirigieron. José María Aznar, en la distancia, para advertir de que el dirigente gallego “es una apuesta irreversible” ante el ciclo electoral que se abre. Mariano Rajoy, ante un plenario de más de 3.000 compromisarios, para reclamar que no se busquen “enfrentamientos donde no los hay”.
El primero en intervenir ha sido Aznar, quien ha rememorado el congreso celebrado en esta misma ciudad en 1990 y que sirvió de refundación del PP tras el fiasco de Antonio Hernández Mancha. El expresidente ha asegurado que “la tarea” que tiene el PP de Feijóo por delante “no es distinta” a la que asumió él entonces. “Necesitamos la misma generosidad, ambición y responsabilidad que entonces”, ha dicho. “Pero no podemos fallar. Y estoy seguro de que no vamos a fallar”, ha concluido.
Además, Aznar ha querido indicar que la apuesta por Feijóo para sustituir al dimitido Pablo Casado, que no estaba durante su discurso en el auditorio, “es irreversible”. “Vamos a poner sobre él una enorme responsabilidad. Si le damos la responsabilidad, le debemos el apoyo”, ha señalado. “Su éxito es el éxito de todos. Tiene que ser una apuesta irreversible”, ha apuntado.
Aznar le ha dirigido unas palabras al que será mañana presidente del PP: “Llevas mucho en política y conoces muy bien el terreno. Este partido responde; en los momentos más firmes ha respondido como una pieza sólida. Pido a todos la mayor unidad y el apoyo más claro y decidido para esta nueva etapa en el partido bajo el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo”.
Las advertencias de Aznar podían sonar extemporáneas en un congreso sin candidato alternativo y en el que nadie ha dicho ni media palabra que se pueda interpretar como una duda sobre la idoneidad de Feijóo. Pero Rajoy ha abundado en el aleccionamiento sobre las divisiones internas que han llevado al PP a la peor crisis en décadas.
El expresidente, gallego como el que asumirá este sábado el mando, ha reclamado al partido que huya de las divisiones y se centre en las cosas que tiene en común: “No hagamos debates sobre lo que compartimos, no busquemos enfrentamientos donde no los hay, no hagamos disputas sobre aquello en lo que siempre hemos estado de acuerdo”.
Rajoy ha pedido así la unión con Feijóo, sin que esté claro si estaba en duda. “Este congreso es fruto de un diagnóstico compartido y de una solución compartida”, ha dicho sobre la salida de Casado. “Entramos unidos y saldremos siendo mejores, más firmes y más ilusionados para acometer la tarea que España espera de nosotros”, ha asegurado. Sobre Feijóo, ha dicho: “Nos hemos reunido para elegir el mejor líder y decirle a los españoles que con él, el cambio no es solo posible, sino que está cerca. Es nuestro mensaje y la esperanza de millones de españoles”.
“Nos vota gente de muy diversa condición y todas ellas deben sentirse representadas en esta casa”, ha añadido. “Liberales, conservadores o democratacristianos. No pedimos que nadie renuncie a sus ideas o creencias. En esta casa siempre han cabido todos. Queremos un partido abierto, no un club exclusivo. Es una casa muy grande, con sitio para todos. El PP tiene que ser el punto de encuentro para la mayoría de la sociedad española”, ha concluido.
Defensa de Casado
Uno y otro han tenido unas palabras para el presidente saliente. José María Aznar, quien fue uno de sus grandes valedores y para quien trabajó cuando abandonó el Palacio de la Moncloa, ha querido “agradecer a Pablo Casado que dio el paso cuando tenía que darlo”. “Se hizo cargo de esta responsabilidad cuando no era fácil ni halagüeño. Tuvo que hacer frente al Gobierno más sectario y radical de España. Con su renuncia, ha dado paso a esta nueva situación”, ha dicho.
Y ha zanjado con lo que parecía un reproche: “Donde quiera que esté, gracias Pablo por tu esfuerzo”. Estaba previsto que Casado estuviera presente en el plenario durante el discurso de Aznar, pero lo ha hecho después. Cuando ha tomado la palabra, el presidente saliente ha explicado, con ironía: “He seguido el discurso de Aznar desde donde me han dicho. Es lo que tiene ser presidente en funciones”.
Aznar ha sido uno de los pocos intervinientes del día que han recordado al presidente dimisionario. Antes lo han hecho expresamente la presidenta de Nuevas Generaciones, Bea Fanjul; y los presidentes autonómicos de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y de Ceuta, Juan Jesús Vivas.
También lo ha hecho Rajoy, quien fuera el primer presidente del PP que le dio un cargo en la ejecutiva del partido como vicesecretario de Comunicación. “Nos unen principios y una historia común”, ha dicho, para citar a “Aznar, Hernández Mancha y Pablo Casado” como últimos líderes del partido. “Pablo Casado presidió nuestro partido en momentos de extrema dificultad”, le ha concedido. “Valoro de manera muy especial su entrega, dedicación, coraje y entusiasmo a la hora de defender las siglas de nuestro partido. Muchas gracias”, ha zanjado.
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