Baltasar Garzón (Jaén, 1955) está de vuelta en la arena política. El juez estrella –al que apartó de la carrera una condena por prevaricación tras autorizar grabaciones a los abogados de Gürtel–, quien fue en las listas de número dos por Madrid en el PSOE de Felipe González en las generales de 1993, es una de las caras visibles de Actúa, el último partido político de izquierdas que se ha inscrito en el Ministerio del Interior.
A diferencia de otro de sus promotores, el excoordinador general de IU Gaspar Llamazares, que ha defendido estos días que el registro del nombre es instrumental para evitar que alguien se lo apropie, a la espera de decidir si se da el salto a la competición electoral, Garzón defiende que Actúa es ya un partido y que “la decisión de participar activamente en política está tomada”.
El exjuez sostiene que la razón de ser de la nueva formación es propiciar la unión de la izquierda y una gran coalición donde estén el PSOE, Unidos Podemos y sus confluencias. Garzón se descarta “en este momento” como candidato de esas hipotéticas listas conjuntas.
¿Cuándo tomarán la decisión sobre si Actúa se convierte en marca electoral?
Si me pregunta a mí personalmente, no le diré que yo voy a competir electoralmente. Pero como miembro de Actúa le diré que lleva un tiempo de maduración que comenzó con Convocatoria Cívica en 2012 y a partir de ahí se ha ido desarrollando una plataforma de diálogo, y finalmente dio un paso más para crear Actúa con la idea de participación política activa, electoral.
Eso ha ocurrido este año pero con un proceso de reflexión de varios años y el momento puede ser este como cualquier otro, pero no tendría mucha lógica que fuera con una inminencia electoral porque incluso se podría tildar de oportunista y no sería creíble que fuera así. Ahora se anuncia en un momento en el que no hay a la vista citas electorales inminentes. Da tiempo a que se vaya informando a la sociedad, debatiendo y recorriendo España para presentar nuestros planteamientos.
¿De qué depende que den el siguiente paso y se presenten a unas elecciones?
Desde mi punto de vista, la decisión de que Actúa participe activamente en política está tomada. Desde el momento que creas un partido lo haces con una clara vocación participativa. Ocurre que lo que se ha planteado es que Actúa en su ideario expone claramente que la razón de su aparición va ligada a una falta de acuerdo en las izquierdas, en los partidos progresistas que habiéndose presentado a unas elecciones o no habiéndolo hecho, contribuyen a una dispersión que tiene que desaparecer para hacer frente a la derecha del Partido Popular. Esa es la esencia de Convocatoria Cívica en su día y lo es de Actúa ahora.
La tesis no es que si esos partidos no hacen una cosa, nosotros vamos a hacer otra. No. El trabajo es conseguir esa convergencia para que todos los partidos se incorporen a ella siempre que se respeten unos principios básicos y un ideario de progreso y de cambio. Si eso no es así porque PSOE y Unidos Podemos no quieren, no lo desean o no lo ven claro, nosotros como organización política tenemos el derecho de participar.
Está el ejemplo de las últimas elecciones de junio [de 2016] en las que mucha gente se quedó en su casa porque no estaban de acuerdo en que esas dos opciones que pudieron formar gobierno no lo hubiesen hecho. Es un espacio que queda abierto y vamos a tratar de que se incorporen a la convocatoria electoral, de que vayan a votar.
¿Actúa interpela directamente a ese millón de personas que perdió la suma de IU y Podemos en las últimas elecciones?
Sí, y también a aquellos electores que no fueron a votar, bastantes miles más que tampoco lo hicieron por el PSOE. Hubo una situación de desencanto bastante evidente. No vimos claro por qué razón ni el PSOE ni Unidos Podemos llegaron a un acuerdo para un Gobierno de progreso cuando era claramente lo que los votantes habíamos decidido en diciembre. Esa ausencia de acuerdo sin razones suficientemente explicada más allá de los propios desencuentros personales nos hizo ir a unas elecciones que no tendrían que haberse producido porque no aportaron nada nuevo. Nosotros apostamos por que incluso después ese pacto de progreso se produjera sumando a otros partidos. Por tanto, a todos los que discrepan de esa separación absurda de la izquierda en los tiempos que ahora vivimos es a los que apelamos.
Alude a la separación absurda de la izquierda mientras proponen un partido más. ¿Creen que la gente lo va a entender?
Es que la izquierda siempre ha sido muy plural y en España ha habido buen ejemplo de ello. Hay ejemplos históricos y podemos retrotraernos al primer Ayuntamiento de Madrid tras la Transición, experiencias en otros gobiernos municipales y autonómicos. La izquierda puede ser plural pero no tan torpe de solemnidad como para no encontrar puntos de confluencia.
¿Qué ocurre si los partidos progresistas deciden no ir de la mano? Nos vamos a encontrar en una situación similar, mucha gente no va a ir a votar precisamente por esa falta de unión. Nosotros creemos que hay una forma diferente de hacer las cosas y Actúa busca siempre ese encuentro. Claro que no vamos a ir por libre, vamos a buscar ese espacio común, no se puede perder ni un voto porque dos de los grandes partidos decidan no ir juntos. Habrá que reconducirlos para que lo hagan o al menos que lo comprendan. Nuestra fuerza puede ser pequeñita o grande, no lo sabemos, pero hay un espacio en esta línea que tiene que actuar no para hacerse un nuevo hueco electoral e ir por libre sino en esa búsqueda de convergencia o de espacio común.
¿Esa convergencia de fuerzas de izquierdas que propugna y donde también espera que esté Actúa como partido debe ser antes de las elecciones?
Sí, evidentemente se buscaría que hubiese un acuerdo previo electoral de decir que concurrimos juntos, en coalición, con un pacto pre y postelectoral. Si eso es así, Actúa no tendría que hacer un esfuerzo más allá, pero si no existe esa precondición claro que sí concurriría. De todos modos es algo sometido aún a debate. Yo no veo contradicción en presentar un partido político y establecer estos condicionantes.
Lo que Actúa pretende es hacer una llamada a quienes no encuentran ese punto de convergencia y se preocupan más de los programas propios, que al fin y a la postre pueden ser comunes, y decirles que no podemos seguir así. De lo contrario vendrán otros cuatro años de gobierno de la derecha que va como una apisonadora y todos juntos. Salvo determinados grupúsculos de extrema derecha, ahí no hay dudas. Y hay ejemplos como en Portugal donde el Partido Socialista gobierna con los comunistas y el Bloco de Esquerda, que es una forma similar a la que nosotros reclamamos para afrontar la crisis, el desafío medioambiental, la lucha contra la pobreza, la desigualdad, la corrupción...
En el entorno de Sánchez ya han dicho que nombres como los de Baltasar Garzón, Federico Mayor Zaragoza o Martín Pallín son capital valioso para la izquierda. ¿Estaría dispuesto a liderar o ser candidato de alguna de esas confluencias que propugna?
No. Yo he dicho muchas veces que mi visión de la política en este momento no pasa por que se tenga que ocupar un puesto determinado para ser tenido en cuenta porque si no, nuestro discurso político general sería muy pobre. Existe un grave problema porque cuando dices que vas a participar en política, te preguntan a qué puesto aspiras. Eso es un grave error, a la política se tiene que ir por convicción, sumar todo lo posible y que quien mejor esté posicionado o mejor ostente la capacidad de defender los intereses públicos, que esté ahí. Los demás pueden estar elaborando ideas, apoyar, difundir y cohesionar. Mi voluntad no es estar en un cargo.
Pero esas confluencias que reclaman necesitarán referentes que les doten de legitimidad política y moral. Y ahí se necesitarán nombres.
Estamos de acuerdo. Lo que no tiene por qué ser es que esos nombres tengamos que liderar las listas. Mi opción en este momento no pasa por ahí, pasa por impulsar Actúa, por trabajar para que esa convergencia se produzca. Yo estoy dando la cara en entrevistas como esta y mi nombre está ahí para ser criticado o aplaudido. Pero nuestra participación no tiene por qué ser necesariamente encabezando candidaturas, de hecho se puede hacer liderazgo sin estar en listas.
¿Eso quiere decir que se descarta como candidato o cabeza de cartel de una de esas confluencias?
En política no se puede descartar absolutamente nada y no lo digo porque yo me esté guardando una baza sino porque no sabes qué va a acontecer. Desde luego si me pregunta hoy, mi participación en Actúa tiene que ver con defender sus principios para lograr la convergencia y hacerlo desde la base sin tomar un protagonismo de presencia electoral.
Llamazares defendió hace 48 horas en una entrevista en eldiario.es que Actúa pudiese competir en las elecciones como una marca más y propiciar acuerdos después para condicionar un gobierno. Usted habla de acuerdos preelectorales.
Lo que dice Gaspar tiene su sentido si consigues escaños, si no, tienes votos pero no mucho más. Lo veremos, a mí lo que me gustaría -y no es que discrepe con Gaspar porque lo hemos hablado mucho- es que los electores elijan a quien votar sabiendo que hay una línea conjunta de acción de la izquierda y que eso va a ser una realidad y no solo una posibilidad. Las voluntades así se van a catapultar y el resultado será mejor. Si esa posición no se ve clara y cada cual mantiene su posición, será cuando Actúa mantenga su posición pero con el mismo discurso. Con el resultado que tenga, Actúa va a seguir trabajando por la unidad de la izquierda para que pueda imponerse a una mayoría conservadora.
Por decirlo claramente, lo que propone Actúa es una gran coalición de la izquierda donde esté el PSOE y Unidos Podemos y sus confluencias.
Sí, por todas aquellas corrientes de la izquierda que quieran sumar que respondan a un programa común de mínimos, de progreso y para hacer una política distinta a la que se está llevando a cabo en este momento y que favorece a unos pocos.
¿Con Pedro Sánchez al frente del PSOE eso que defiende Actúa es más sencillo?
Los personalismos a mí no me gustan, pero Pedro Sánchez se ha labrado a puro esfuerzo el puesto de secretario general. Tras haberse ido defenestrado por el propio partido, se mantuvo firme y fue coherente, no como otros, y empezó desde la base para demostrar lo alejados que están algunos aparatos de partidos de sus bases.
En Actúa nosotros queremos ser antiaparato, creemos que el diálogo debe ser de base. Eso ha favorecido a Pedro Sánchez y con la experiencia que ha acumulado es más fácil que esa unidad de las fuerzas de progreso sea más fácil. Se está viendo en las encuestas cómo se manifiesta la sociedad. Así que imaginemos que la noticia fuese el anuncio de la unidad de un bloque de progreso. Estoy convencido de que habría una amplísima mayoría que se expresaría a favor. Yo creo que es tiempo de que esto suceda.
Si la razón de ser de Actúa es unir a la izquierda, la nueva relación que al menos formalmente escenifican PSOE y Podemos achica su espacio.
A mí no me importa que se achique el espacio político a Actúa y usted puede decirme “pues vaya planteamiento político que hace” porque ojalá que fuese así porque eso significaría que hay un programa de una amplia confluencia de izquierdas para avanzar. Yo creo que no se le achica porque está por ver qué va a suceder. El espacio de Actúa se vería reconducido si ese pacto de progreso se produce pero en ese momento también podríamos incorporarnos a ese acuerdo, no para reivindicar puestos ni nada, sino para defender a esa idea y para colaborar en un programa que represente a todas las sensibilidades. Cuando llegue el momento veremos por dónde evolucionan los acontecimientos.