En 1979 el primer Gobierno de la democracia española ponía en marcha la ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y recurría a Bárbara Rey para conseguir que la gente hiciera la declaración y no mintiera al fisco. “No se puede ser feliz engañando, por eso Ángel y yo siempre decimos la verdad, también a Hacienda”, afirmaba la artista mirando directamente a la cámara. Más de cuatro décadas después, Rey se sentará en el banquillo de la Audiencia Provincial de Madrid con la Fiscalía pidiendo tres años y medio de cárcel para ella, acusada de maniobrar para ocultar sus bienes y no tener que pagar una deuda de más de 140.000 euros que tenía con la Agencia Tributaria y que ya ha pagado.
El juicio por las maniobras de ocultamiento tendrá lugar el lunes que viene y junto con Bárbara Rey estarán en el banquillo varios familiares y amigos que, según la acusación pública, ayudaron a la actriz a deshacerse de sus bienes para evitar estar al día con Hacienda. La Agencia Tributaria le reclamaba 135.000 euros por el IRPF de 2006 y 131.000 euros por el de 2007, además de haberle impuesto sendas multas que sumaban algo más de 110.000 euros. Finalmente, según la Fiscalía, la deuda total que existía con las arcas públicas era de 143.000 euros pero, según la Fiscalía, ya pagó todos sus atrasos en el primer trimestre de 2018.
Bárbara Rey, según el relato de la acusación, puso en marcha una operativa para que sus bienes no estuvieran a su nombre. En la lista de acusados están también su hermana y dos de sus sobrinos, que supuestamente ayudaron a Rey a deshacerse de varias fincas en Madrid y Málaga, de las participaciones que tenía en varias empresas. En total 13 movimientos económicos y societarios para que Hacienda no encontrara sus bienes.
La Fiscalía acusa a todos de un delito de alzamiento de bienes y para María García García, conocida como Bárbara Rey, solicita tres años y medio de prisión además de una multa de 7.200 euros. Para sus familiares y amigos pide dos años y medio por ser coautores del mismo delito.