El extesorero del PP Luis Bárcenas ha hecho este miércoles una afirmación ante el juez del caso Púnica que cuestiona el archivo de la causa contra el empresario y exministro Juan Miguel Villar Mir que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ordenó recientemente. Bárcenas ha asegurado en la Audiencia Nacional que el fundador de la constructora OHL le informó de que no solo financiaba de forma irregular al PP nacional sino que lo hacía también con la formación política “regional” en Madrid en la época en que Esperanza Aguirre era su presidenta.
La afirmación de Bárcenas se ha producido durante el turno de preguntas del fiscal Anticorrupción Alejandro Cabaleiro. Este puso en duda la fiabilidad de la afirmación de Bárcenas ante la posibilidad de que se tratara de una “suposición” y el extesorero del PP replicó: “Es una afirmación que hace [Villar Mir] al tesorero [Álvaro Lapuerta] en mi presencia en una comida en su casa de La Florida en presencia de Pío García Escudero, si no recuerdo mal”. Lapuerta murió en 2018; García-Escudero sigue siendo senador del PP y figura como uno de los dirigentes que cobró sobresueldos en B de la contabilidad paralela del partido. También dirige la gestora que se ocupa del día a día del PP regional desde la caída de Cristina Cifuentes por el caso Máster.
Según fuentes presentes en la declaración de Bárcenas este miércoles en la Audiencia Nacional, el fiscal preguntó cuándo se pudo producir ese encuentro y Bárcenas respondió que en 2007 o 2008, ambos años en los que Esperanza Aguirre era presidenta del Partido Popular de Madrid y del Gobierno regional. También dijo que a Lapuerta y Villar Mir les unía una enorme amistad de los tiempos de ambos en política. Tanto el empresario de la construcción como el antecesor de Bárcenas en la Tesorería del PP fueron altos cargos del franquismo y también durante la transición.
Juan Miguel Villar Mir ha estado imputado en dos piezas de Púnica, la del tren a Navalcarnero y la de la financiación irregular del PP madrileño. De ambas se ha librado por decisión de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y en contra del criterio del juez instructor, Manuel García-Castellón, y de la Fiscalía Anticorrupción.
En un auto del pasado diciembre firmado por los magistrados conservadores Carmen Paloma González, Juan Francisco Martel y Fermín Javier Echarri se lee: “No existe dato alguno que corrobore la participación, conocimiento o autorización del señor Villar Mir en esas supuestas donaciones, ya que como hemos dicho, ni en el año 2007, ni en el año 2011, durante las cuales, supuestamente se sufragó el gasto de las campañas electorales del citado partido político en la Comunidad de Madrid, no ostentaba cargo ejecutivo alguno en OHL”, la constructora que fundó y que pertenece al Grupo Villar Mir.
En la pieza de financiación irregular sigue imputado su yerno, Javier López Madrid, al que Bárcenas se refirió este miércoles como la persona que efectuaba los pagos de parte de la constructora fundada por su suegro. “En paralelo financiaba el señor Villar Mir tanto la sede central como la regional”, ha añadido Bárcenas, según las citadas fuentes.
Villar Mir estuvo imputado en el caso de la caja B del PP nacional: era uno más de los más de veinte grandes empresarios que aparecían en los papeles de Bárcenas por inyectar dinero negro a la formación nacional. La causa fue archivada para ellos en 2015 por falta de indicios para vincular entregas de dinero con adjudicaciones de administraciones controladas por los conservadores. Recientemente la línea de investigación del cohecho ha sido reabierta y el juez Pedraz analiza, entre otros, 23 contratos de siete ministerios del Gobierno de José María Aznar para determinar si se pagaron mordidas a cambio de obras concretas.
Dinero negro para la reforma de la planta de Aguirre
El extesorero también ha puesto en cuestión este miércoles en la Audiencia Nacional que la primera planta del edificio de Génova 13, la que ocupaba el PP de Madrid, no fuera financiada con dinero negro de los empresarios, como defiende Esperanza Aguirre para distinguirse del resto del partido.
Bárcenas ha explicado que esa planta, como el resto, tenía 750 metros cuadrados, de los que 100 eran ocupados por el PP nacional. Por la reforma de los los 650 restantes se pagaron, según dijo recordar Barcenas, unos 200.000 euros, “un precio infinitamente menor” que los 1,1 millones de euros que costó la reforma de cualquiera de las otras plantas de edificio.