Batet pide usar el Congreso “para construir” y no para “herir” u “ofender” tras los insultos de los últimos días
“El Parlamento es un lugar único. Quienes formamos parte de él debemos ser conscientes de esa singularidad. Es el lugar en el que todos los ciudadanos están representados, pero en él también deben sentirse representados” y esperan “que la palabra se utilice para argumentar, no para herir. Para proponer, no para ofender. Para construir, no para zaherir. En nuestras manos está no defraudar esa confianza”. Así ha defendido la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, la cordialidad parlamentaria tras el incremento de la crispación de las últimas semanas, especialmente por una estrategia deliberada de la ultraderecha.
Batet ha defendido en su habitual discurso durante la recepción del Día de la Constitución el Parlamento como “un lugar único”. “Quienes formamos parte de él debemos ser conscientes de esa singularidad”, ha apuntado la tercera autoridad del Estado, tras el rey y el presidente del Gobierno. “Se trata de emplear la palabra como instrumento de persuasión, de buscar los equilibrios razonables entre posiciones distintas. Y de escuchar, porque escuchar obliga a quien habla a hacerlo mejor”, ha sostenido.
La presidenta ha añadido que “al Parlamento le corresponde una función primordial: enriquecer, mediante el debate libre y razonado, el marco jurídico de nuestra convivencia a través de nuevas leyes”. Un marco jurídico que emana de la Constitución, ha recordado. Un texto que cumple 44 años este 6 de diciembre pero cuya absoluta vigencia ha defendido Batet incluso para la mayoría de españoles que no participaron en el referéndum de 1978: “Aunque no la pudimos votar, es tan nuestra como de los que sí lo hicieron”.
Batet ha defendido que la Constitución “no es bandera” que ondear, “sino plaza” que defender. Y en su 44º aniversario, con “las certezas” de que los españoles de hoy “vivimos” el sueño“ de quienes la impulsaron hace cuatro décadas, ”nos corresponde actualizar la fuerza normativa de la Constitución“.
La última oleada de crispación en el Congreso, que ha atravesado todos los debates de las últimas semanas, tuvo su origen en un agresivo discurso de una diputada de la bancada de la ultraderecha contra la ministra de Igualdad, Irene Montero, uno de los objetivos prioritarios para Vox, que tiene en la legislación contra la violencia machista a su némesis declarado.
La presidenta del Congreso, señalada por algunos sectores por lo que les parece una actitud tibia ante los exabruptos ultras, ha asegurado en su discurso: “Existe un consenso básico sobre la necesidad de proteger y garantizar el libre desarrollo de las mujeres frente a todo tipo de discriminación, y con mayor determinación y contundencia frente a las manifestaciones violentas de esa discriminación”.
De la pandemia a la guerra de Ucrania
Batet ha apuntado también que la Constitución es un marco que permite a España afrontar “las vicisitudes históricas que estamos viviendo en estos años” y que “han acrecentado la preocupación y la incertidumbre”. “No está en nuestra mano elegir la realidad a la que nos enfrentamos”, ha dicho. “Pero lo que sí depende de nosotros es escoger cómo responder a esa realidad”, ha añadido.
La presidenta ha apostado por “los valores” y “la unidad” como herramientas para superar esos momentos difíciles: “Los valores que nos identifican como ciudadanos libres y protagonistas de nuestro gobierno colectivo. Y la unidad en su defensa y preservación”. “Así lo hicimos durante los duros meses de la pandemia. Y así lo estamos haciendo frente a la violenta transgresión de las reglas del Derecho Internacional y la violación de los derechos humanos que sufre Ucrania”, ha concluido.
Batet ha asegurado que la Constitución empuja a España a “colaborar en el fortalecimiento de las relaciones pacíficas entre los pueblo”. Pero esa “paz” es “algo más que la inexistencia de guerra: es respeto, es reconocimiento del otro, es cumplimiento de las reglas”.
La presidenta del Congreso ha reiterado así el compromiso del Estado del que es tercera autoridad con “los aliados, especialmente en el marco de la Unión Europea”. Y con “mantener, al mismo tiempo, la solidaridad y el apoyo con el pueblo ucraniano”.
18