Un bebé de diez meses es el primer contagiado con poliomielitis en la Franja de Gaza, desde hace más 25 años, y el virus ya ha paralizado parte de su cuerpo, pero se encuentra estable, según la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) y la Organización Mundial de la Salud.
“Es el primer caso en más de 25 años. La polio no distinguirá entre niños palestinos e israelíes”, ha afirmado en la red social X el secretario general de UNRWA, Philippe Lazzarini, sobre la rápida propagación de la enfermedad ante la falta de higiene y saneamiento en el enclave. Por ello, Lazzarini ha pedido de nuevo una pausa de los bombates para poder vacunar a todos los menores de diez años de la Franja de Gaza. Y ha advertido de que “retrasar una pausa humanitaria aumentará el riesgo de propagación entre los niños” de esta enfermedad, especialmente peligrosa para los menores de cinco años.
El jefe de UNRWA ha señalado que no basta con llevar las vacunas a Gaza y mantenerlas en frío, sino que deben llegar a todos los niños y que los equipos médicos de UNRWA necesitan contar con unas condiciones de seguridad mínimas para poder distribuirlas.
Desde que comenzó la guerra el pasado mes de octubre, la UNRWA ha podido vacunar al 80% de los niños de Gaza contra diferentes enfermedades infantiles, aunque ahora es necesaria una campaña de inmunización contra el poliovirus, después de que el Ministerio de Sanidad gazatí confirmara el primer caso hace una semana, en el bebé de diez meses que no había sido vacunado.
Por su parte, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, ha expreso en X su preocupación por el estado del niño, de la localidad de Deir Al Balah, donde cientos de miles de gazatíes viven hacinados y en condiciones insalubres, después de las varias órdenes de evacuación emitidas por el Ejército israelí en las pasadas semanas. Después de los análisis de laboratorio, el director ha confirmado que el virus que afecta al bebé está relacionado con el tipo 2 de polivirus, que fue detectado en las aguas residuales de Gaza en el mes de junio.
Debido a las condiciones precarias en las que vive la población de Gaza, donde escasean los productos de limpieza y higiene, no hay agua potable y las personas ingieren y cocinan con agua contaminada, un brote de poliomielitis es muy probable. Además de la polio, hay una alta incidencia de enfermedades cutáneas infecciosas, así como de diarrea y un brote con más de 40.000 casos de hepatitis A.
La OMS, UNICEF (Fondo de Naciones Unidas para la Infancia) y el Ministerio de Sanidad palestino están trabajando para llevar a cabo una campaña de vacunación de dos rondas contra el polivirus, tanto en Gaza como en otros territorios, por el “elevado riesgo” de contagio, ha informado el director de la primera organización.