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El mayor beneficiario de la trama eólica y exalto cargo de la Junta de Castilla y León se instaló en la sede comercial de Bruselas

El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera.

Laura Cornejo

La Junta de Castilla y León alquiló una oficina en su sede comercial de Bruselas a su exalto cargo y mayor beneficiario de la trama eólica, Alberto Esgueva. Su sociedad Cronos Global, creada en 2006, no había tenido más actividad que su alianza con las eléctricas para conseguir autorizaciones de parques eólicos. Aún así, se impuso a otras empresas de Castilla y León y acabó instalándose allí durante al menos seis meses de 2008, según revela la documentación enviada por la Junta de Castilla y León al juzgado que investiga el caso Perla Negra.

Las intrincadas relaciones entre la Consejería de Economía, los administradores de la promotora de su edificio conocido como ‘Perla Negra’, y los Esgueva se repiten a medida que avanza la investigación judicial de un caso con presuntos delitos de malversación, tráfico de influencias, revelación de secretos y prevaricación, entre otros.

Esgueva había sido el consejero delegado de Excal (la empresa pública de la Junta que se ocupaba de la internacionalización y por ende, de las sedes comerciales fuera de España) y director del Área de Creación de Empresas, Internacionalización y Servicios de la Agencia de Inversiones y Servicios (ADE) entre 2004 y 2006. Abandonó el cargo, para, según él, volver a la empresa familiar. Su empresa era Cartonajes San Cayetano, que recibió ayudas millonarias de la Junta, para acabar en bancarrota y ser absorbida por otra mercantil. La Junta aún está reclamándole uno de los préstamos.

Alberto Esgueva no volvió a San Cayetano. Dos meses después de dejar la Junta creó Cronos Global SL. No lo hizo solo. Su socio era Germán Martín Giraldo. Este era a la vez el administrador y representante legal de Co-Louis, la sociedad belga que alquilaba a la Junta el palacete de Bruselas desde octubre de 2006. Bajo Co-Louis, se camuflaron Martín Giraldo y el resto de socios de la promotora del edificio de la Consejería de Economía.

En septiembre de 2007 la Junta, a través de la Fundación Ade Europa, hizo una “convocatoria abierta” para que empresas de la región alquilasen un espacio en el “Centro de Negocios de Castilla y León en Bruselas”. Estaba “especialmente orientado a aquellas empresas de sectores estratégicos y emergentes para la región”.

Cronos Global a duras penas cumplía los requisitos que pedía Ade Europa. El primero era tener su domicilio social en Castilla y León y si no fuese así, la actividad empresarial tenía que estar dirigida a un centro productivo en la Comunidad. En su solicitud, de 5 de octubre de 2007, Esgueva daba como domicilio social un piso del número 23 de la calle Villanueva, en Madrid, y como “centro productivo” una oficina en la Acera de Recoletos de Valladolid. Sólo incorporaba como ‘nota’ un “interesados en incorporarse al Centro de Negocios a partir del 1 de enero de 2008”.

La Ade estipulaba que el proceso de selección se priorizarían las empresas que perteneciesen a “sectores estratégicos y emergentes para la región”. El objetivo que Esgueva plasmó escuetamente en su instancia era “estudiar el mercado inmobiliario”. En la instancia no rellenó los apartados sobre su línea de actividad, su experiencia previa a nivel europeo el internacional, o en mercados belgas y del Benelux. Pero, de alguna manera, solucionó esa falta de información y de experiencia.

En un anexo remitido por fax el 14 de febrero de 2008, Esgueva cambió las actividades desarrolladas por la empresa. De “promociones inmobiliarias” a secas, pasó a un “se opera como un fondo de inversión fundamentalmente en sectores energético, inmobiliario y turístico” y en el apartado de otras actividades de la empresa incluía “estudio de mercado sector vino en Bélgica y presentación de revistas especializadas. (Bodega Pico Cuadro SL)”. En las motivaciones para establecerse en Bruselas, precisó “análisis y estudio del sector inmobiliario y hotelero en la ciudad de Bruselas y localidades limítrofes”. Ampliaba además, lo que meses antes dejó en blanco, las líneas de actividad que se iban a desarrollar. Aseguraba también que algunas de las empresas del grupo (no dice de cual) habían realizado “en el pasado” acciones “en colaboración con otras empresas en distintos programas europeos”.

Con este abstracto objetivo, el exalto cargo de la Junta y el dueño del palacete por el que la Junta pagaba más de 15.000 euros mensuales, se impusieron a otras empresas de larga trayectoria en Castilla y León. Tan sólo 4 días después de haber modificado su solicitud, el 18 de febrero 2008, Cronos Global firmó el contrato de alquiler de una oficina por 550 euros al mes. El convenio le obligaba a elaborar un informe posterior sobre la actividad que había desarrollado. “Las actividades desarrolladas han consistido en el análisis de la situación económica del país e inmobiliaria en Bruselas, estudio de viabilidad de una posible inversión en el mercado de hoteles y oficinas, búsqueda de oportunidades de negocio a través de contactos relacionados con el sector”.

Así, decía el documento, se visitaron inmuebles en distintos distritos de la capital belga, analizaron hoteles de 4 y cinco estrellas, se trataron temas legales “tales como la creación de una sociedad belga”, se negoció con entidades financieras para proyectos inmobiliarios y se mantuvieron reuniones en esa oficina con “inmobiliarias, constructoras, arquitectos, consultoras, intermediarios, asociaciones empresariales, entidades financieras y otras empresas del sector”. Sobre la “valoración general” concluyó que fue “positiva”.

¿Qué hizo en realidad Cronos Global? Entre 2006 y 2007 había entrado en el negocio eólico. En 2008, ya contaba con 7 pagarés por un valor que superaba los 7 millones de euros y que cobró el año siguiente. Era su primer pelotazo en la Trama Eólica, de la que consiguió un total de 51 millones de euros invirtiendo poco más de 24.000 euros.

Según un informe de 2015 de la Agencia Tributaria, desde septiembre de 2006 hasta diciembre de 2013, Cronos Global sacó al extranjero 98 millones de euros. Las salidas de divisas fueron a Polonia, desde dónde también recibió ingresos. Cronos Global no movió un solo euro a Bélgica. Desde julio de 2006 tenía en marcha una sociedad ‘gemela’ en Varsovia: Kronos Capital, también a medias con Martín Giraldo. Fue allí donde hizo negocio construyendo edificios de oficinas y donde lleva años viviendo. Esgueva conocía ese mercado: en 2004, mientras era CEO de Excal, abrió la sede comercial de la Junta en Varsovia, en un lujoso edificio construido por Norman Foster.

Pero además, mientras Esgueva decía estar estudiando el mercado inmobiliario en Bruselas, intentaba sacar adelante un proyecto hotelero de lujo con otra de sus mercantiles, Desarrollos Naturales Siglo XXI. El primer intento fue en 2006, en Villalba de los Alcores (Valladolid), pero se vino abajo porque los vecinos no querían ceder monte de propiedad comunal. En 2007 recaló en Montealegre de Campos con el beneplácito de la Junta que, sin desvelar quién estaba detrás de esa sociedad, apoyó el proyecto y lo subvencionó pero no salió adelante.

Si realmente tuvo alguna expectativa de hacer negocios en Bélgica y por qué la Junta priorizó su desembarco en su sede comercial son, aún, incógnitas por despejar. Lo que sí es cierto es que el Gobierno regional nunca hasta ahora reveló quiénes habían alquilado oficinas en su centro de Bruselas aunque el Grupo Parlamentario Socialista había pedido esta información.

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