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Bolaños y Robles intentan zanjar la crisis interna por el espionaje al Gobierno

La tormenta política generada por el espionaje y, en especial, la infección con Pegasus de los móviles del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, desató también una guerra interna por las responsabilidades en la seguridad de los dispositivos móviles que entrega Moncloa. El choque lo protagonizaron Robles y el CNI, que señalaron directamente al ministro de Presidencia, Félix Bolaños. Las dos partes intentar dar el asunto por zanjado ante la magnitud que adquirió el miércoles.

El conflicto estalló cuando Defensa, la cartera de la que depende el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), trató de descargar su responsabilidad sobre la tardía detección del espionaje en los miembros del Ejecutivo apuntando a Bolaños. El argumento era que el organismo competente de velar por la seguridad de los aparatos electrónicos de Sánchez, sus ministros y sus altos cargos era la Secretaría General de Presidencia que él ocupaba en el momento en el que se produjo la intrusión en el teléfono de Sánchez y Robles. Sin embargo, en Presidencia sostienen que la ciberseguridad no le corresponde a ese departamento sino al Centro Criptológico Nacional, según recoge el decreto que lo regula.

Tras el impacto mediático que tuvo la batalla, Robles y Bolaños trataron de frenar las hostilidades para no escenificar una imagen de división en uno de los momentos más delicados de la legislatura. La guerra interna salía a la luz justo antes de la comparecencia de la directora del CNI, Paz Esteban, que tuvo lugar este jueves en la comisión de secretos oficiales del Congreso y con la que el Gobierno quiso, sin aparente éxito, reducir la presión del socio de coalición, Unidas Podemos, y los aliados parlamentarios, que exigen cabezas por el espionaje.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, también había tratado de obtener rédito de la brecha interna del Ejecutivo considerando que, ante las diferencias entre los ministros del ala socialista, y también entre el PSOE y Unidas Podemos, “lo lógico” era la disolución del Parlamento y un adelanto de las generales.

Un Gobierno “que actúa unido”

Ante ese contexto, este jueves, tanto Bolaños como Robles, que habían mantenido una conversación la tarde anterior ante la magnitud que estaba alcanzando la pugna, trataron de presentar un Ejecutivo unido y sin fisuras. “El Gobierno en su conjunto está trabajando para esclarecer los hechos [del espionaje] y después de esclarecerlos que seamos capaces de tomar medidas para que no se vuelvan a repetir”, aseguró Bolaños en declaraciones a los periodistas. Tratando de templar las aguas respecto a Robles, el ministro quiso trasladar a su colega en el Gobierno su “apoyo, afecto y solidaridad” ante las peticiones de dimisión formuladas por los socios de investidura. 

“Nuestra responsabilidad es que cada día nuestro país sea mejor, que tengamos unas instituciones que funcionen con todas las garantías. En esto está todo el Gobierno. La ministra de Defensa y yo estamos en eso”, remarcó Bolaños, a quien Robles y el CNI habían apuntado como responsable del dispositivo del presidente, a pesar de que la ciberseguridad corresponde al Centro Criptológico Nacional, dependiente del CNI.

Pero minutos después, la propia titular de Defensa lanzaba un mensaje similar de unidad dentro del Ejecutivo. El suyo, dijo Robles durante una visita a La Palma, “es un Gobierno que actúa unido” y “perfectamente coordinado”. “Hay una coordinación total y absoluta. Y es un Gobierno que, como Gobierno, se siente orgulloso de lo que hace, y de trabajar unido por todos los ciudadanos de este país”, afirmó. “Con la comparecencia de la directora del CNI se ha visto claramente que este Gobierno cumple: cumple con la ley, acude cuando tiene que acudir al Congreso de los Diputados a dar las explicaciones, porque nada tiene que ocultar”, remachó.

La coordinadora de los ministros de Unidas Podemos en el Ejecutivo, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aseguró este jueves estar satisfecha con la información facilitada por el Gobierno sobre el espionaje. “Hay que investigar y saber lo que ha pasado y, como hacemos los demócratas, una vez que conozcamos los hechos, después, valorar lo que sucede y tomar las medidas que sean precisas. Y si hay que depurar responsabilidades, por supuesto depurarlas”, remarcó, durante una visita a la Feria de Abril de Sevilla.

Diferencias en Unidas Podemos

A pesar del posicionamiento de Díaz, el Gobierno no ha conseguido superar aún las diferencias entre los socios de coalición y, especialmente, dentro de Unidas Podemos, respecto al espionaje. La ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, reclama ya “responsabilidades políticas”. Y el portavoz del grupo confederal en el Congreso, Pablo Echenique, aseguró este jueves salir “más preocupado” e “intranquilo” de la comparecencia de la directora del CNI.

Él sugirió el miércoles ante Robles que la ministra debía dimitir. Y tras la comisión de secretos oficiales, aseguró que la comparecencia de Paz Esteban “refuerza la necesidad de asumir responsabilidades políticas allí donde se encuentren”. Echenique escribió un mensaje a Bolaños pidiéndole desclasificar los documentos mostrados por la directora del CNI durante la comisión, que fue a puerta cerrada y cuyo contenido es secreto, si bien se conocieron varios detalles, como que Esteban aseguró que se espió a dirigentes independentistas por orden judicial, incluido el president de la Generalitat, Pere Aragonès.

Fuentes de Unidas Podemos consultadas por este diario aseguran que seguirán exigiendo dentro y fuera del Gobierno la máxima transparencia acerca del caso Pegasus, aunque descartan cualquier posibilidad de ruptura de la coalición por este asunto.