Una bombera falleció hoy y otros nueve resultaron heridos en varios incendios en el norte de Portugal, lo que aumenta a cinco las víctimas mortales del cuerpo en esta campaña estival en el país.
La fallecida, de 21 años, formaba parte del primer equipo de bomberos que intentaba apagar las llamas en un fuego declarado en el municipio de Tondela, en la Sierra de Caramulo, informó el Comando Nacional de Operaciones de Socorro.
Otros cinco bomberos resultaron heridos en el mismo incendio y cuatro más en un fuego en Vila Nova de Foz, en el distrito de Guarda.
De los cinco bomberos muertos este verano, los tres últimos eran voluntarios, tenían entre 21 y 23 años y murieron en incendios en la misma Sierra de Caramulo.
El fuego donde murió la última bombera está localizado en la parroquia de Santiago de Besteiros (Tondela) y avanza en tres frentes que combatían a las 12:00 GMT unos sesenta bomberos, veinte vehículos y dos helicópteros.
El incendio está a menos de diez kilómetros del fuego de mayores dimensiones de la jornada, en la parroquia de Guardao, del mismo municipio.
Unos 500 bomberos combaten desde ayer las llamas en el lugar y varias pequeñas aldeas han sido evacuadas durante la madrugada, cuando el fuego llegó a avanzar quince kilómetros por los fuertes vientos.
También en la Sierra de Caramulo se registró otro violento incendio la semana pasada, en activo durante cinco días y en que murieron otros dos bomberos.
Una decena de fuegos importantes arden en el centro-norte del país y son combatidos por más de 1.500 bomberos mientras las autoridades mantienen la alerta máxima en una treintena de municipios.