No sabe, no contesta. O sabe, pero prefiere no contestar. Así es la Unión Europea, sobre todo en lo relacionado con la política exterior, competencias que mantienen los Estados miembros y que requiere de consenso para tomar iniciativas comunitarias.
¿Se ha saltado el ministro de Fomento español, José Luis Ábalos, las sanciones de la UE sobre Venezuela por encontrarse con la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, en Barajas el pasado sábado? ¿Se ha saltado España las sanciones al permitirla transitar por el aeropuerto y cambiar de un avión privado a otro comercial para viajar a Doha (Qatar)?
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha dejado el asunto en manos de su sucesora la ministra de Exteriores, Arancha González Laya: “No sé si ha habido una violación de las sanciones, no tengo los detalles. De acuerdo con nuestras reglas, las autoridades nacionales son las que tiene que aplicar las sanciones y que asumir si se aplican correctamente. Son las autoridades nacionales las que tienen que decidir si ha habido violaciones, en este caso el Ministerio de Exteriores”.
Es el mismo argumentario que ha repetido en Bruselas su portavoz, Virginie Battu-Henriksson: “No voy a entrar en si es o no una violación de las sanciones, es cosa de los Estados miembros determinarlo. Cuando se trata de un caso concreto, son los Estados miembros quienes tienen que examinarlo”.
“Son las autoridades nacionales las que tienen que examinar la situación”, ha dicho la portavoz: “Como Comisión, sólo podemos decir que son los Estados miembros los encargados de analizar si hay una violación de la política de sanciones”.
¿Si tienen dudas, pueden pedir clarificaciones? “En los vetos de vuelos, son los Estados miembros los encargados”, ha respondido.
Pero, ¿la zona internacional de un aeropuerto es suelo de un Estado miembro, qué estatus tiene la zona internacional del aeropuerto en la que estuvo, por ejemplo, la vicepresidenta venezolana? “No tengo la respuesta a eso, es un asunto complicado y por eso es cosa de las autoridades nacionales de los Estados miembros analizar caso a caso”.
“No vamos a responder más sobre esto”, ha zanjado el portavoz de la Comisión Europea, Eric Mamer, “os remitimos a las autoridades nacionales españolas”.
La política exterior y de seguridad común
Fuentes diplomáticas explican que no es previsible que ningún país pida explicaciones a España: “La política exterior y de seguridad común de la UE no funciona así. Si acaso, España podría, de puertas adentro, explicar lo que le ha pasado y cómo ha abordado el asunto. Pero nadie va a cuestionarlo porque no funciona así. Es diplomacia, y estamos hablando de unas sanciones acordadas por unanimidad entre todos, y que cada Estado miembro se compromete a aplicar”.
“La Comisión”, explican las fuentes, “no tiene ningún papel en esto. Es la guardiana de los tratados de la UE, pero no de los acuerdos entre países para aplicar prohibiciones de vuelos. Eso es cosa de los Estados miembros, pero ni siquiera entre ellos se piden explicaciones”.
El Gobierno español sostiene que no ha habido un incumplimiento de las sanciones. Lo dijo el propio Ábalos al asegurar que en todo momento Delcy Rodríguez cumplió las órdenes del Comisario de Fronteras y así lo confirman fuentes del Ministerio del Interior, que aseguran que los efectivos policiales en el aeropuerto hicieron lo que hacen “muy a menudo”: “Garantizar que alguien que no puede entrar en España no lo haga”.
Esas fuentes aclaran que en las “transferencias internacional-internacional” no se pisa técnicamente suelo español, sino que se mantiene en espacio internacional. Así, aunque las sanciones europeas impiden el “tránsito” aseguran esas fuentes que hay “confusión” sobre ese término porque es una traducción del inglés y que no se refiere al paso de un avión a otro dentro del aeropuerto sino a “transitar” dentro del país.
El PSOE y el Gobierno tratan de pasar página de esta polémica. Pedro Sánchez apoyó públicamente al ministro este sábado y este lunes ha cerrado filas con él en la reunión de la Ejecutiva. Preguntada por si tiene la certeza de que la vicepresidenta venezolana no pisó suelo español, Carmen Calvo ha evitado responder: “Estamos en España gobernando, algunos están en Venezuela. Es al Gobierno a quien corresponde la competencia en la política exterior; esta es la política de Estado a la que de vez en cuando apelamos. Hace falta respeto hacia nuestra política de trabajo en el mundo, también en Latinoamérica y Venezuela”. La presidenta quiso recordar que “son mucho venezolanos” los que se encuentran en España: “Y los atendemos como país hermano”.